Feijoo: el truco final
(por Javier Urcelay)
La interpretación que una buena parte de la opinión pública hace respecto a lo que hay en juego en las elecciones del próximo domingo es la de una dicotomía entre un Gobierno de PP con Vox y la reedición de un gobierno Frankenstein. Incluyendo a muchos simpatizantes del PP.
Sin embargo, el triunfo arrollador de Feijoo en el debate cara a cara con Sánchez ha cambiado el panorama. El PP se siente ganador: el bloque progresista interrumpe su recuperación, Vox se resiente en su expectativa de voto y la estrategia de la calle Génova es ahora apelar al voto útil para lograr a una mayoría suficiente, que el líder del partido ha cifrado en 150 escaños.
En este tramo final de campaña, Feijoo proclama entre líneas o abiertamente su distancia respecto a Vox, y su consideración de que “los extremos” bloquean, pero no sirven para gobernar. Conseguir 150 escaños sería muy buen resultado para el PP, y a partir de ahí cualquier escaño adicional sería un magnífico resultado, ha declarado el líder de los conservaduros. Su contrapunto, de ser así, sería lógicamente que Vox redujera su representación actual y cayera a los treinta y tantos diputados.
En 1982, Feijoo votó a Felipe González, según confesión propia. Y el González del 82 no era el de ahora, sino el dispuesto, como decía Guerra, a que a España no la reconociera “ni la madre que la parió”. Dicen que incluso el gallego pasó la pandemia en la finca extremeña del ex presidente socialista. Y, en todo caso, declara que se encuentra más cerca de Page que de Abascal.
Resultado de lo anterior: si el PP triunfa en las elecciones con 150 diputados o más, Feijoo rechazará formar gobierno con Vox y tratará de ser investido con la abstención del PSOE, o de algunos diputados del PSOE, y el apoyo de UPN, CC y, como no, del PNV.
Todo dependerá del resultado de Sánchez: si no cae por debajo de los cien escaños o si colapsa hasta los ochenta y tantos o noventa. En el primer caso, Sánchez se mantendrá en el conocido “no es no, y qué parte del no es la que no ha entendido”. En el segundo, se precipitará la lucha de poder en el PSOE y emergerá una corriente de opinión favorable a permitir la investidura de Feijoo para aislar a Vox e impedir su presencia en el Gobierno.
Este último caso es el escenario preferido de Feijoo, ya que obtener la mayoría absoluta parece difícil, aunque fuera, evidentemente, el escenario soñado.
En conclusión, preparémosnos para esta posibilidad: Gobierno en “minoría suficiente” del PP -Sánchez ha mostrado en estos cinco años la forma de hacerlo, entre decretos ley y alianzas con quien haga falta-, expulsión de Vox al inframundo y apoyos puntuales aquí y allá para poner en marcha la política templada, sin estridencias, complaciente, sostenible e inclusiva del PP.
Y si eso fuera así, prepárense para que se mantenga lo legislado por el sanchismo, las subvenciones al complejo LGTBI-feminista-cambio climatista y la sumisión a la Agenda 2030, los dictados de la ONU y lo que sirva mandar la oligarquía financiera mundialista.
Olvídense de hacer retroceder al separatismo reforzando la presencia del Estado en Cataluña y Navarra y Provincias Vascongadas, y poniendo en valor el patriotismo y la verdad de nuestro pasado histórico reciente y lejano. Olvídense de una reforma educativa que ponga fin al desolador panorama actual de mediocridad y fracaso escolar. Olvídense de restablecer los valores morales de la sociedad española, la familia natural y la recuperación de la natalidad. Olvídense de que dejen de matarse cada año más de cien mil no nacidos en el vientre de sus madres. Olvídense de atajar la tragedia de la pornografía al acceso de los niños desde la más tierna infancia. Olvídense de promover la verdadera cultura y acabar con la dictadura de la izquierda en cualquier manifestación artística o cultural. Olvídense de revertir la pérdida del sentido de la autoridad y el abandono de los deberes. Olvídense de abordar el problema de la inmigración ilegal que nos aboca a lo que ya en otros paises está pasando.
Incluso, olvídense de que les bajen los impuestos, por aquello de la “gestión eficiente”.
Y, desgraciadamente, olvídense también de cualquier sensibilidad social, de los menesterosos que sufren como nadie las crisis actuales, de la juventud que no encuentra horizontes laborales, del acceso a la vivienda para las familias, de la cesta de la compra, del freno a los especuladores, de atar en corto a la codicia de la banca, de atender a la España abandonada del campo y los pueblos…
Sánchez mintió a mandíbula batiente y ninguna de sus promesas de viviendas, subsidios, ayudas etc llegó a manos de los supuestos destinatarios, pero al menos hizo que las necesidades populares estuvieran en la atención pública.
Nada de eso cae dentro de las prioridades del PP.
Con el PP gobernando en solitario, con mayoría absoluta o con “minoría suficiente”, la receta ya la conocemos y es otra: magnitudes macroeconómicas, estadísticas del paro, fondos europeos, reducción de deuda pública, prima de riesgo…y la agenda desreguladora de los mercados del capitalismo internacional.
Los pobres, que arreen. A la americana.
Y la izquierda, azuzando el conflicto social, a través de la movilización de la tupida red de sindicatos, asociaciones, organizaciones ciudadanas y ONGs a los que ha engrasado económicamente con generosidad durante estos últimos años. No porque les importen los pobres, sino por aquello de que la lucha de clases promueve el cambio social (y el relevo de poder).
En definitiva, el resultado habrá sido alternancia, sin alternativa.
Me apuesto con ustedes una ronda a que esto es lo que veremos. Salvo que Vox alcance suficiente representación para ser socio necesario. Para que pueda entrar en el Gobierno. Dejando gobernar al PP, porque un gobierno necesita estabilidad y coherencia interna. Pero apretando tres o cuatro clavijas en los temas que el papa Ratzinger llamaba los principios no negociables.
Y la única fórmula que se me ocurre para evitarlo, es pedir que no voten ustedes al PP, porque no hay nada más inútil que hacerlo si se quiere que España tenga la menor oportunidad de lograr lo que necesita.
3 comentarios en “Feijoo: el truco final”
Juana de Beira
Con todos los respetos al autor del artículo, PP y VOX son lo mismo el liberalismo de las injusticias sociales y económicas, injusticias que terminan llevando al poder a la izquierda revanchista y del odio. Ningún partido con representación parlamentaria, tiene ni un solo punto de coincidencia con el Carlismo.
ciudadano
No hay nada que hacer mientras puedan alterar impunemente el resultado electoral.
Mientras oculten al público las Actas de TODAS las mesas electorales de cada municipio -que son los sumandos de votos de cada partido-, será imposible saber si han hecho trampa en la suma y por lo tanto la harán con total impunidad cuando lo crean conveniente, o cuando el globalismo se lo imponga.
▪︎Junta electoral provincial reconoce que no han sumado los votos. /
https://elarconte.com/reconocen-que-no-han-sumado-los-votos-en-las-elecciones-de-castilla-y-leon/#comment-21222
◆ La Junta Electoral de Málaga deniega el acceso a las actas del escrutinio general: Argumentan que todos los partidos políticos se han opuesto a que cualquiera ajeno a ellos las conozca, aunque esto vulnere la LOREG.
https://t.me/s/Alviseperez/8520
I. Caballero
De acuerdo con usted:
Alteraron, alteran y van a seguir alterando TODAS las votaciones;
Es parte del “concepto de democracia”, la TRAMPA, la MENTIRA, la FALSEDAD
Feliz Navidad Cristiana a todos los que creen en CRISTO
DIOS, PATRIA y REY LEGITIMO