De la encerrona del “sí es eso, sí lo es…” a las soluciones donde “no todo vale”
por José Fermín Garralda
Ahora, como siempre, es una gran verdad que los ciudadanos quieren estabilidad. Tampoco se nos puede exigir que elijamos al presidente del Gobierno, pues eso choca con el hecho de que conocemos muy bien y vivimos directamente tan sólo algunas parcelas de la vida. Esto último, que no es poco, deja patente la limitación humana, lo que es muy bueno tener y reconocerlo. Reconocer nuestra limitación garantiza nuestra tranquilidad y buen paso y el ejercicio de nuestras libertades. A nadie se le puede pedir que sepa de todo, que se entere de todo, que compare todo. Por eso nuestro sistema es tramposo y mentiroso, y no se lo creen ni sus grandes defensores. ¿Vd. se cree que un sabio y experimentado va a considerar bueno el sistema de mayorías? Los cargos tan sólo quieren el consentimiento sin atadura alguna, que no la representación.
I. Ante los nuevos resultados electorales y los actuales programas de los partidos políticos, hace unos días recordamos la necesidad del reinado social de N. S. Jesucristo por ser El Quien es -negarlo sería herético- y también por cómo nos encontramos de decaídos, desorientados y embarrados. ¿QUIÉN DUDA QUE LO MÁS IMPORTANTE ES LA RELIGIÓN?
Esta absoluta necesidad hace urgente la presencia actuante de Dios en las Constituciones, estatutos, leyes y costumbres políticas. No en vano, el materialismo para quien sólo importa la economía y el bienestar material, es enemigo de España y del hombre.
Cuando hoy el mal se dispara y se hace sistémico, y cuando ahoga directamente las obligaciones y derechos fundamentales de las personas, familias y sociedades… es necesario recurrir al “no todo vale”, y a Aquel que es el escudo de fuertes y débiles para decir una y otra vez: “no todo vale, no todo vale”. ¡A qué extremos y qué rápido estamos llegando a la opresión de las conciencias cristianas! Separatistas, comunistas y marxistas nos miran diciendo: “Ya sois nuestros”.
Si el Liberalismo ha sido el gran culpable con el “dejar hacer” todo, salvo que ofendan directamente al “yo” (yoísmo), el PP se sumó al divorcio, al aborto, a la ideología de género en las escuelas (¿se acuerdan de Cifuentes, la del máster?), al orgullo gay, y a la memoria histórica del PSOE….
Tras el hartazgo ya es imposible saborear el paganismo de la ilimitación, fruto de haberse puesto “el hombre” abstracto en el centro de la vida socio-política, una vez destronado a Dios en 1978 creyendo que así íbamos a unir a los hombres. Cuando todos quieren todo, nadie tiene lo que debe.
Que nos defiendan ahora del “todo vale” los don Juan Carlos y don Felipe, los píos Calvo Serer y Ruiz Giménez, el bien mecido Laín Entralgo, los piadosos Suárez, Fontán y Landelino Lavilla, los Rvdos. Cañizares y Rouco aquí presentes, los Sebastián y Tarancón ya ausentes…. y tantos otros que nos las prometían felices allá por 1978 e incluso antes mientras vivía su Caudillo. ¿Que “no es eso, no es eso…” otra vez? ¡Pero vaya que “sí es eso”!
II. VENGA AHORA LA POLÍTICA TEMPORAL DEL SENTIDO COMÚN.
2.1. HE AQUÍ LOS MALES. Nuestro sistema político liberal-socialista se basa en la pérdida del valor de la palabra, una inmensa teatralidad, genera una sociedad veleta, grandes males, corrompe y disuelve la política y desde ahí la sociedad, y abre paso casi necesariamente a un absoluto desgobierno. Como pez de río subamos -si podemos- la corriente. El desgobierno ha desembocado en el indigesto y cargado cóctel de votos para que Sánchez sea presidente en la primera o segunda vuelta. La disolución hace que todos y todo esté bien atado a merced de Sánchez, que hoy representa -¡oh gran timonel!- el Estado… donde el liberalismo ha querido concentrar todo lo existente para dominarlo mejor. La corrupción anida en no pocos ámbitos, a pesar del “exceso de ética” -¿qué ética?- y sin duda la inmoralidad o amoralidad como carencia de virtud ante Dios y los hombres. Se han agudizado últimamente males como las mentiras y las trampas electorales. Para colmo ahora es Sánchez quien atrae el chantaje de los separatistas, y es decisivo el cómo cada partido vaya a jugar sus cartas, en un valle-inclanesco juego infernal. La sociedad veleta lo expresa es trasvase de millones de votos de un partido a otro. Por ejemplo, de los más de 4 millones de votos que Ciudadanos obtuvo en abril, sólo se han mantenido 1.634.000 votos: estos votos prácticos y no ideologizados tienen poca fidelidad y admiten mucho arrepentimiento. Dicen que en noviembre el concepto del voto útil se ha difuminado en todos los partidos, que cerca de medio millón que no votaron en abril lo han hecho en noviembre, y que si muchos votantes de Ciudadanos se han abstenido, otros lo han hecho al PP, menos a VOX y menos todavía al PSOE. Sánchez ha caído en una inmensa teatralidad, porque tiene una firme decisión de gobernar, lo que explique cómo se abraza con los comunistas de Iglesias y cómo busca el apoyo de ERC, aunque estos le acusen se mantener la vía represiva en Cataluña y exigen el derecho (falso) de autodeterminación. Al fin, una de las cosas más graves es la pérdida de valor de la palabra de los políticos. PSOE y PP han concidido en muchas cuestiones gravísimas y de una forma totalmente ajena a su electorado.
Hoy sabemos de las mentiras, por lo mismo que Sánchez ha dicho 25 veces en la campaña que no habrá acuerdo PSOE-Podemos, y al día siguiente de las elecciones dice que lo hay. Hoy sabemos también las trampas en el recuento de los votos, como son los votos anulados indebidamente y devueltos a VOX en Navarra. El digital “Navarra Confidencial” demuestra que “VOX ha sido la única formación a la que han anulado votos indebidamente”, nada menos que 636 votos. De ahí que ahora tenga 19.440 votos en Navarra mientras que Geroa Bai, el partido del PNV y la flamante Uxue Barcos, sólo tiene 12.709. ¡Pero quién se ha creído que nuestras elecciones han debido siempre ser limpias y pulcras, en pueblos y barrios! Y con todo lo que nos jugamos: ¡qué no veremos el día de mañana! Tal como Sánchez está haciendo las cosas, improvisando y sin consultar, está cabreando a todos los suyos incluidos sus asesores más próximos. No en vano el PSOE ha dejado 946.000 votos de abril en el saco de la abstención de noviembre, y Abascal de VOX ha retenido el 85% de sus votantes de abril.
Ha costado años echar a Evo Morales, con Maduro no hay quien pueda, y a estos -Iglesias y Sánchez- no los echa nadie.
2.2. HE AQUÍ ALGUNA DE LAS CAUSAS. La falsa soberanía -del yo individual absoluto al nosotros soberanos absolutos y al Estado absoluto- ha generado una acumulación de poder, que es una gran tentación a la que ningún partido político se libra: “todo el mundo lo hace”, “si no lo haces tu, lo harán otros y a su beneficio electoral” etc. Los políticos politizan todo porque creen que el Estado debe meterse en todo.
Tales se convierten inmediatamente en partitocracia, vinculada a la plutocracia nacional e internacional. Durante décadas, la partitocracia (Suárez, Aznar, Rajoy, Sánchez…) ha sido y es infiel a los votos y votantes, y ha generado mentiras, ambiciones innobles y corrupción. Son los peligros del exceso de poder, máxime si los partidos se subordinan a las oligarquías de la plutocracia. ¿Se acuerdan de caso Flick hace varias décadas, que se evaporó por arte de ensalmo? ¿Y hoy no invierte Soros sus ahorrillos en asuntos políticos?
El individualismo, que cada cuál se crea un absoluto, que uno lo afirme de los demás a quienes les pide su voluntad, el racionalismo y el afán de control social… han generado una total falta de representatividad social, lo que nos obliga a recurrir a la verdadera democracia orgánica.
2.3. AL FIN HEMOS EN CAÍDO EN LA ENCERRONA. ¿Por qué? Decimos encerrona porque el Kerensky de hoy (Sr. Sánchez) quiere entregar poder a los comunistas (Sr. Iglesias), por lo mismo que el PP de Rajoy entregó España a la política del PSOE y luego, desde la corrupción, al PSOE como partido. Encerrona por la multiplicación de partidos y partiditos, propios de la descomposición, del temperamento individualista del español y de la tendencia tribal a falta de rey legítimo. Encerrona porque el sistema protege a los separatistas -los niños mimados- en la TV y en los tribunales que juzgan a los etarras y golpistas. Porque para echar al ganador en las elecciones se promueven tripartitos y cuatripartitos, tomados por los pelos y al límite… Porque el sistema ha degenerado tras los pactos de “Estado” que han metido al mundo etarra en la actual “Democracia”.
Más todavía, decimos encerrona porque el sistema actual, viciado en su raíz, se ha hecho ídolo y esto pasa una enorme factura contra la verdad, las libertades, los derechos más básicos así como contra la seguridad (recurra, recurra V. se puede a los Tribunales continuamente). Lo peor es que hay muchos cómplices implicados en todo esto.
Estamos en una encerrona, paralizados por la sorpresa. Sorpresa la del rápido abrazo del oso -los besitos entre del presidente Sánchez y el vicepresidente Iglesias, permiten imaginar qué criatura saldrá y quién se comerá a quién-. ¿Será Sánchez el Portela Valladares de 1936 e Iglesias el Negrín de 1939? Querer, querrán…, pero ¿podrán?
Encerrona por estar desarbolados, desilusionados y sin orientación, sin poder hacer nada ante el reparto de poder del ambicioso PSOE -lleno de vividores de la política– y del perdedor Podemos. Nos hemos dejado amaestrar por el sistema que contiene en sí mismo la falacia y la mentira de la “voluntad general”, la “soberanía popular”, del “vote Vd. que Vd. es muy importante”, de la sumisión a la ley por encima de una conciencia católica que se ejercerá -si queda arrestos para ejercer algo- con suavidad y cobardía… ¿Es que creen que el estado propio del católico son las catacumbas?
Estamos decepcionados por el afán devorador de poder por parte de la partitocracia, de su olvido por el bien común, de las mentiras y personalismo absoluto de Sánchez e Iglesias -cuyo aliento sentimos de cerca como la manada del encierro-, del abandono realizado por Rivera -el favorito con cara de niño-, de las mentiras y torpeza del PSOE para gobernar, de la complicidad del PP de ayer (Aznar y de Rajoy) respecto al desmoronamiento de España y la entrega del poder que Rajoy hizo al PSOE. Pobrecitas las mayorías absolutas de votantes de Aznar y Rajoy, el PP debería haberse autodisuelto hace tiempo por un mínimo de honradez.
Somos sufridores de las exigencias de los golpistas y sus amigos (Sánchez ofrece a ERC que no sea delito el referéndum ilegal), de los amigos de ETA (buscan el acercamiento de los presos para que, sin duda, primero duerman y luego vivan en sus casas), los separatistas aburguesados que agitan el nogal para llevarse las nueces, y de los que han colocado sus clientelas en secreto para dominar mejor las instituciones, TV y asaltar más fácilmente el Estado. Por ahora, Sánchez podría tener 168 votos a favor, y 176 en contra, quedando en la abstención Eh Bildu y el BGN.
El Liberalismo asaltó la sociedad desde el Estado -partitocrático y oligárquico-, y el PSOE, Podemos y los separatistas propician, como grupúsculos partitocráticos, el asalto al Estado….
Estamos paralizados por el abrazo calculador y “progresista” del relativamente fracasado Sánchez, aunque haya tenido más escaños que los demás por culpa el PP de Rajoy y Soraya. El abrazo a un Iglesias perdedor con una debacle en votos y un galletazo en escaños, la división de su partido (Más País), el chaletazo de los pobres, la endogamia política que es de chiste y de pena… Todo son provocaciones para ver hasta dónde se puede llegar.
Así como el PSOE en Navarra ha salvado a los separatistas de la debacle electoral, el PSOE de Soros salva a los comunistas de su debacle.
III. PUES ENTONCES VAYAMOS CON LAS SOLUCIONES.
¿Quien ha dicho que la democracia liberal-socialista tenga que ser y sea “neutral”? ¿Quién ha dicho que todas las ideas son iguales ante el poder civil, cuando ésta es la idea madre y la trampa padre? ¿Es neutral la prensa periódica? ¿Lo fueron las formas agnósticas de la “coronación” de don Felipe de Borbón?
Hoy existe una ortodoxia política, ya constitucional ya ideológica, en la que ha caído la prensa que ayer se consideraba libre e informativa, como por ejemplo “Diario de Navarra”, al que se le ve el plumero hasta en la redacción de las noticias y selección de aparato gráfico. Ya es emblemático.
Pues bien, es necesaria una básica y elemental ortodoxia pública católica y a la española, y no una heterodoxia libertaria como ha sido, y cada vez de forma más acusada, desde 1978. Dicha ortodoxia no será totalitaria, mientras que la heterodoxia libertaria es estatista, caprichosa, cada vez más descarada y atrevida, y totalitaria.
Hoy el Estado tiene un excesivo poder, por lo que es necesario que devuelva a la sociedad lo que le ha ido sustrayendo hasta dejarla inoperante.
Hoy como siempre la gente sabe mucho de lo que vive, de sus intereses, de lo concreto. Pues venga, que en ello se autogobierne. Es preciso que las instituciones sociales sean vivas y pujantes, y que representen a la sociedad en la política y los parlamentos. En su día se habló del “organicismo” social, o mejor de la comunidad humana entendida como un organismo vivo.
Conviene distinguir totalmente los estatutos de autonomía por un lado de los Fueros Regionales e históricos por otro. Los estatutos crean micro estados, proceden del poder delegado del Estado central, admiten cada vez mayor poder e ilimitación como aquel, pues absolutamente todo se discute. Los Fueros son Derecho y no poder, facultades propias y no delegadas del Estado, principio de subsidiariedad para todos. Hoy tenemos un Estado central y 17 pequeños estados que dependen de él, con dos donde se extiende la mancha de la independencia por complicidad del Estado central: Euzcadi y Cataluña. Sólo Navarra mantiene la raíz del Fuero (LORAFNA, 1982), pero sus políticos han convertido la Comunidad Foral es un micro estado como lo han hecho las demás autonomías, también los que dicen que Navarra es clave en España. Así pues, que estos últimos no se quejen de los pasos del PNV para engullirse al viejo Reyno.
Si para evitar esto último es necesario que Navarra recupere de facto sus Fueros , pidamos también Fueros para todos. Mucho me temo que 16 comunidades tendrán que levantar el edificio foral desde casi cero, pero como el objetivo está conforme a la naturaleza y la historia, no les costará demasiado. Cada cuál lo hará a su manera.
Hay que reconocer que la dispersión y encontronazo político de hoy se debe a la falta de representación, a una deficiente representación y a la falta de un rey que reine porque gobierne. La legitimidad va más allá del consentimiento y es más fuerte que él.
Si sólo se quieren parches, el mal se agudizará, la disolución crecerá, y España, gran nación y con un potencial interno e internacional inmenso, será subastada al plutócrata más atrevido.