Delenda est Hispania
Por Carlos Ibáñez
Recordamos un brillante párrafo de Vázquez de Mella que venía a decir lo que sigue: después de la Redención de la humanidad por N. S. Jesucristo, el hecho más importante ha sido la cristianización de América por España. Nuestra acción no ha tenido ningún Homero que la cante. Porque algo de tanta importancia no podía ser cantado más que por el Cielo o por el Infierno. El cielo lo ha cantado con una corona en que las perlas son los pueblos hispanos hoy cristianos. El infierno con un rugido de odio que, hoy, aún estando en nuestra impotencia, nos persigue.
Esa es la realidad: el Infierno persigue la desaparición de España. Y para ello utiliza la revolución liberal con todos sus colaboradores.
Viendo la historia de los dos últimos siglos, no creemos que don Felipe corra ningún peligro de ser destronado. La monarquía restaurada en 1975 ha venido siendo un elemento eficaz en la desespañolización de España. Y don Felipe sigue leal al papel que ha desempeñado su padre; con más seriedad.
Por ello nos atrevemos a predecir lo que ocurrirá en España. No es ninguna profecía, sino una conclusión, a la vista de lo que ha venido ocurriendo durante los últimos cuarenta años. Don Felipe seguirá en la Zarzuela, representando el mismo papel que hasta ahora. Los políticos seguirán utilizando la democracia para su labor destructora. A la instauración disgregadora de las autonomías, se han añadido leyes disolventes como la legalización del divorcio, la del aborto, la de los matrimonios homosexuales…. Ahora nos anuncian la de la eutanasia y una ley de educación propia de un estado totalitario. La fingida monarquía seguirá coronando la acción destructora. Los españoles iremos perdiendo todo sentimiento de españolidad. A ello se unirá una inmigración musulmana que llenará los huecos que deja nuestra baja natalidad.
La religión islámica ya recibe, por parte de algunas autoridades, más respeto que la católica. El desprecio por lo español se está imponiendo en varias autonomías desbordando los estados semiindependientes que legalizó la República.
A este paso España habrá dejado de ser España. Sin sentimientos hispánicos sus habitantes. Dividida en autonomías que se van mirando con odio unas a otras. Don Felipe, entonces, dejará de ser Rey de España, porque ya no habrá España. Se habrá convertido en un Al Ándalus dividida en reinos de taifas.
Por eso creemos que la recogida de firmas que, con la mejor intención, ha iniciado un grupo de españoles, no sirve para nada. Es la defensa de alguien que no necesita ser defendido. Y, hasta es posible, que no quiera ser defendido.
Porque si quisiera ser defendido no se habría sometido a la orden del gobierno de no acudir a Barcelona. La costumbre le ha otorgado un papel que estaba obligado a desempeñar. Su presencia en Barcelona era una obligación que debería haber cumplido, aunque hubiera necesitado ir acompañado de una tropa armada.
2 comentarios en “Delenda est Hispania”
Ramón de Argonz
Lo veo igual que Vd. Gracias, don Carlos por su claridad.
El último Mohicano
Sí, y lo malo es la sociedad española en general, está tan alienada, que confunde la institución con sus representantes.