Católicos sin heroísmo
(Por Francisco Segarra) –
Un Parlamento ¿puede decidir sobre el bien y el mal, la verdad y la mentira, la vida y la muerte? Que lo crean los ateos es lógico, que lo crea un cristiano es simplemente absurdo.
-¿Quién o quiénes dinamitan toda alternativa política que permita unir a los católicos? ¿Los enemigos del Catolicismo? ¿O tenemos al enemigo dentro y no lo sabemos? ¿O lo sabemos y no queremos identificarlo? ¿O lo sabemos y estamos amenazados? ¿O lo sabemos y preferimos seguir el juego que se promueve para dividirnos y crear luchas internas? ¿O algunos cobran por sembrar cizañas de todo tipo?
-¿Qué perversión de la conciencia hace que tantos católicos voten siempre un “mal menor” que incluye el asesinato de niños no nacidos, una sangre que clama al Cielo y de la que se nos pedirán cuentas en el Juicio?
-¿Qué perversión de la conciencia hace que muchos católicos sitúen a la nación, cualquier nación o territorio, en el altar que solo Dios puede ocupar?
-¿Qué perversión de la conciencia hace que muchos católicos no paguen a los obreros lo que es justo y digno, y vayan a Misa todos los días tan tranquilos?
-¿Qué perversión de la conciencia hace que muchos católicos e instituciones católicas pongan por delante el beneficio económico y releguen el esfuerzo, sí, el esfuerzo y el sacrificio, por la salvación de las almas?
-¿Qué perversión de la conciencia hace que muchos católicos se sumen a “la tolerancia y al buenismo políticamente correctos” pasando por encima de verdades elementales de su fe recogidas en el Catecismo? Solo hay un Dios verdadero; fuera de la Iglesia no hay salvación; Jesucristo es el Hijo de Dios; “no temáis a los que matan el cuerpo, temed a aquel que puede matar el alma”.
-¿Qué parte de “allí será el llanto y el rechinar de dientes” no entienden los católicos? ¿Qué parte de “el fuego que no se apaga” no entienden los políticos que se hacen llamar católicos, los curas progres, los obispos melifluos, los católicos que ponen su cartera en el lugar que debiera ocupar la Cruz?
-¿Qué parte de las vidas de grandes reformadores de la Iglesia, como San Francisco de Asís, Santa Teresa de Jesús, Santa Catalina de Siena o San Ignacio de Loyola, no han leído los católicos oficiales, los que sufren de “Papalatría” –perdonen la expresión- y “obispolatría”?
-¿Qué parte del camino de la Cruz, de la entrega de la vida, del martirio –cruento o incruento- rechazan asustados la mayoría de los católicos españoles?
-¿Qué parte de “yo no soy importante, yo soy la nada y Cristo es Todo” no entienden los eruditos, los doctores, los licenciados, los maestros y los fariseos católicos de hoy?
De modo que las manos manchadas de sangre inocente de Feijóo y los suyos ¿van a recibir su voto? Y, después, tan tranquilos, rezarán y tal.
Mucho asco.
Un comentario en “Católicos sin heroísmo”
Ramón de Argonz
Muchas gracias. Lleva mucha razón.