Un joven de 15 años exhibe un crucifijo frente a una marcha LGTBI en Polonia

La contrarrevolución en tiempos modernos (contra el liberalismo o marxismo cultural entre otros factores) es algo a lo que no dejamos de estar llamados. Esto implica coraje (sí, agallas, coraje, firmeza, ausencia de complejos)… y hechos en condiciones.

Ayer, la ciudad polaca de Plock (situada en el voivodato de Mazovia, y con una población que ronda los 120.000 habitantes) celebró su primera marcha aberrosexualista (con no pocos extranjeros izquierdistas y globalistas).

Bardzo mocny obrazek z Płocka. Chłopiec (Jakub Baryła) z Krzyżem w ręku spychany przez policje próbuje zablokować marsz LGBT idący przez miasto.

Taki właśnie ma być Kościół – pielgrzymujący ale również walczący! pic.twitter.com/4ZnlcR795z

— Młodzież Wszechpolska (@MWszechpolska) August 11, 2019

Durante la misma hubo una no agresiva sino aguerrida, acción visual de contrarrevolución: un chico de 15 años, llamado Jakub Baryla, exhibió un crucifijo con la mano en alto, ante el grupo de homosexualistas.

Baryla, que también portaba un rosario en sus manos, fue retirado del área de manifestación por los agentes de policía que ejercían la vigilancia del recorrido.

Al respecto, se pregunta el presidente del Instytut Ordo Iuris, Jerzy Kwasniewski, si se iniciarán los procedimientos de «desmoralización» contemplados para menores de edad. Eso sí, anuncian estar dispuestos, desde el área jurídica del ente en cuestión, a brindarle asistencia legal.