Miles de polacos se manifiestan contra las imposiciones de Bruselas
(DoRzeczy – en polaco) Hoy, día 1 de mayo, se cumple el quinceavo aniversario del ingreso de Polonia en la Unión Europea (UE).
Como todos sabemos, la actual ideología europeísta y la escandalosa burocracia que se ha creado en torno a la UE, tanto por el número de empleados como por la exagerado de sus emolumentos, son aspectos de la misma que denunciamos desde la Comunión.
Los eurócratas bruselenses, bastante alineados al “dizque filántropo” George Soros, tratan de seguir las recetas del filósofo comunista Antoni Grsmsci para imponer un sistema totalitario por la vía cultural: negación del cristianismo, imposición de la ideología de género, promoción de la cultura de la muerte, ecologismo, multiculturalismo islamizador, etc.
Ahora bien, no todos los países de Europa tienen sociologías que quieren dejarse suicidar. Por ello, desde primeras horas del mediodía hasta el atardecer, miles de polacos se han congregado en la Plaza Zamkowy (centro histórico, en el que se encuentra el castillo real), marchando hasta las inmediaciones de la Comisión Europea de Polonia.
El motivo de la marcha, organizada por las entidades Jóvenes Polacos (nacionalista), Marcha por la Independencia (encargada de la anual marcha de celebración del aniversario de independencia de Polonia) y la coalición electoral Confederación (compuesta por Libertad, partido con una facción monárquica muy importante, en línea con su líder, Korwin-Mikke), ha sido denunciar las imposiciones de Bruselas y de Berlín.
Cabe recordar que la eurocracia está persiguiendo a los polacos, excusándose en una reforma judicial que no deja de ser inadecuada pero tampoco exclusiva de este país eslavo, cuando en realidad el motivo es “de castigo” por no aceptar inmigrantes musulmanes e impedir que avance la agenda del liberalismo cultural.
Meten en el mismo saco, ante la amenaza en cuestión, tanto al partido de gobierno, Ley y Justicia (a pesar de mantenerse firme en materia migratoria, siguiendo al resto del Visegrado, y de negarse, según dijo Kaczynski, a aceptar el euro, la moneda única), como a la Plataforma Cívica (el PP polaco, principal partido de la oposición).