335 asesinos y cómplices incluídos en el homenaje de Memoria Histórica de Manuela Carmena

La Memoria Histórica de Manuela Carmena está olvidando que en la Madrid de la Guerra Civil hubo violencia por parte del bando republicano y mucha. La Oficina de Derechos Humanos y Memoria está revisando la historia injustificadamente. Cómo si fueran unos hechos que ocurrieron hace poco. Y lo que quieren es que parezca que en el bando republicano estaba repleto de santos demócratas –y muy laicos por supuesto– y en el bando nacional solo demonios clericales y sanguinarios. Pero la sociedad española se revela todavía contra este maniqueísmo. A pesar del memorial injusto a todos “los fusilados por el franquismo” en las tapias del cementerio de la Almudena entre 1939 y 1944, hay investigadores que desmienten el relato oficial afirmando que en el memorial hay incluidos genocidas y asesinos muy destacados en la contienda y al menos 335 chequistas. A continuación algunos de ellos.

• Santiago Aliques Bermúdez, uno de los miembros más activos de la checa anarquista del Cinema Europa, en Bravo Murillo. Aliques formó el grupo de defensa de la checa, al que se atribuyen cientos de asesinatos.
• «Los cinco diablos rojos» de Puente de Vallecas: Gregorio García Sánchez, alias «Goyo»; Agustín González Dovar, alias «El Gallego», militante de la FAI; Víctor Merinero García, conductor; y Lucio González García, «el Sereno», que participaron en la matanza del tren de Jaén. Uno de los conocidos como «trenes de la muerte» republicanos que partieron desde la ciudad andaluza hacia la cárcel de Alcalá de Henares, pero que fueron interceptados antes de su destino para asesinar a alguno de sus destacados presos como el obispo de Jaén Manuel Basulto Jiménez y su hermana. 
•  También aparecerá el nombre de Juan Tomás Estelrlich que estaba al frente de la escuadrilla «Los linces de la República» junto con Felipe Marcos García-Redondo, jefe de los piquetes de ejecución de Paracuellos.
• Otro caso, pero relacionado con la matanza del cementerio de Aravaca, es el de Maximino de Frutos Llorente que, según las crónicas de 1939, se jactó de haber rematado a golpes de pala a 80 víctimas. Era enterrador del camposanto en el que fueron fusilados ochocientos presos de las cárceles de Ventas y la Modelo y la checa de Fomento, entre ellos Ramiro de Maeztu y Ramiro Ledesma Ramos.

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