Ataque contra los musulmanes en Londres: 10 heridos y un fallecido
El incidente ocurrido en Londres el lunes 19 a las 2 de la madrugada es un paso más en la escalada de violencia mediática que se está produciendo en Europa. Según los medios de comunicación británicos, Darren Osborne, de 47 años, embistió con su furgoneta a 11 musulmanes. Una persona ha fallecido y 10 han resultado heridas. Las víctimas supuestamente volvían del rezo de medianoche del Ramadán. El agresor cometió el ataque al grito de “muerte a los musulmanes“ y de “quiero matar musulmanes“ según afirman los testigos. Esto sucedió en torno a la mezquita de Finsbury Park, al norte de la capital de Reino Unido.
Las autoridades han tratado el atentado como ataque terrorista. La primera ministra, Theresa May, ha prometido combatir el terrorismo “sea quien sea el responsable”. Sorprende que traten automáticamente el hecho como ataque terrorista teniendo en cuenta algunas de las características del acusado:
- Separado de su mujer hace seis meses y con problemas con el alcohol, fue expulsado de un pub la semana pasada, en Pentwyn, por estar ebrio.
- Su madre, Christine Osborne, lo ha definido como una persona “compleja“.
- Su sobrino, Ellis Osborne, ha declarado: “estamos devastados, no nos lo acabamos de creer. Lo sentimos por las familias y nuestro corazón está con las personas heridas en este ataque. Darren Osborne nunca ha sido racista. Lo ocurrido es una locura. Obviamente, es una completa locura“.
- A esto se suma que los propios vecinos musulmanes de Osbone, en el barrio de Pentwyn (Cardiff), han asegurado que nunca habían tenido conflicto con él más allá de un pequeño incidente semanas antes, cuando increpaba a unos niños llamándoles cachorros.
Se puede pensar, con estos datos, que la etiqueta de “terrorismo” es exagerada y estratégica, para dar relevancia política a un suceso horrible en el que han muerto personas inocentes. Desde Ahora Información hemos defendido que algunos ataques islamistas han sido calificados de “terroristas” de manera exagerada y estratégica. Esta opinión no resulta de un doble rasero con los musulmanes. La cuestión es que es cruel utilizar un ataque contra personas inocentes a manos de lo que podría ser, a falta de más pruebas, obra de un desequilibrado mental sin ningún tipo de relación con alguna organización terrorista.
La actuación del imán Mohammed Mahmoud en el momento y lugar del ataque fue positiva en cuanto que evitó que la multitud musulmana linchara a Osborne antes de ser entregado a la policía. Pero posteriormente ha intentado utilizar la masacre, asimilando los ataques perpetrados por ISIS y exigiendo al Gobierno la calificación de terrorista.
ISIS es una organización que radicaliza sistemáticamente a europeos enfermos de relativismo liberal para volverlos contra sus propios vecinos. O también puede ser una tapadera de organizaciones de inteligencia para justificar la guerra en Oriente Próximo. Lo que es seguro es que no podemos asimilar este ataque todavía, a falta de pruebas, a un atentado terrorista como los ocurridos las semanas anteriores en Gran Bretaña. Es cierto que la metodología es parecida. El atentado del sábado 3 de junio arrolló a una veintena de peatones junto a la estación del Puente de Londres. También dejó muertos y heridos (al español Ignacio Echeverría entre ellos). Pero que el modus operandi sea parecido no significa que haya similitudes entre criminales.
Es necesaria una reflexión más profunda sobre lo que está pasando. Los juicios fáciles y mediáticos son la mejor oportunidad de los lobbies y poderes fácticos para manipular la conciencia popular.