Tim Farron dimite como líder político por incompatibilidad con las enseñanzas de la Biblia
Tim Farron, líder del Partido Liberaldemócrata británico, ha presentado la dimisión ayer, 14 de junio, por considerar que no puede compatibilizar su cargo con el respeto a las enseñanzas de la Biblia. Ha declarado que no ha sabido abordar con “sabiduría” la relación entre sus creencias religiosas y la campaña electoral.
“Me he encontrado a mí mismo debatiéndome entre vivir como un cristiano devoto y servir como un líder político”
“Ser un líder político, especialmente en un partido progresista y liberal en el año 2017 , y vivir como cristiano comprometido, respetar de forma devota las enseñanzas de la Biblia me ha parecido imposible”
Farron ha conseguido mejores resultados en las elecciones del 8 de junio que su predecesor Nick Clegg en 2015. Sin embargo, algunos pronunciamientos públicos sobre la homosexualidad han debilitado su posición en campaña electoral en el Reino Unido. Hace dos años, respondió de manera tibia y evasiva sobre la cuestión de si las relaciones homosexuales son pecado o no lo son.
“No creo que el sexo gay sea pecado. Mantengo esa opinión como líder político porque mi trabajo no es pontificar sobre cuestiones teológicas” (Hace dos años)
Su posición ha cambiado a lo largo del tiempo y podríamos decir que su fe cristiana ha vencido a sus posiciones morales heterodoxas.
Algunos aspectos positivos y negativos
Si analizamos las palabras que han acompañado a la dimisión del líder liberal encontraremos algunas cuestiones positivas y también negativas en el discurso de Farron:
- Es positivo que un político se atreva a renunciar por ver incompatibles las posiciones de su partido con la fe bíblica.
- Sin embargo, es negativo que un político considere imposible el liderazgo cristiano en el siglo XXI. La rendición no es lo mismo que admitir una derrota. Claramente en un partido liberal no se pueden tener posiciones cristianas y, sin embargo, eso no impide que podamos dedicarnos a la política desde posiciones diferentes.
En definitiva, es el liberalismo el que disocia la vida privada y la vida pública e impide que un cristiano pueda regir la sociedad o una asociación política según las directrices de la ley natural. Es el liberalismo el que ha instaurado la dictadura de lo políticamente correcto y de “tu libertad empieza donde termina la del otro”, consagrando actitudes dañinas para el hombre como legítimas. Y desde ese liberalismo no podemos hacer política cristiana. Sin embargo, Farron debería tener esperanza en el valor de la fe cristiana e intentar informar la vida política desde su posición diferente a la del resto. No podemos huir de las tribunas públicas por miedo al linchamiento o por sentirnos arcaicos. Es necesario renovar la valentía y recuperar los derechos naturales que se nos han usurpado de la vida pública.
Farron ha sido valiente pero sus palabras son desafortunadas. La desesperanza nunca es una actitud cristiana en política.
Un comentario en “Tim Farron dimite como líder político por incompatibilidad con las enseñanzas de la Biblia”
Serapia
Me hubiera gustado que en la noticia se dijera de qué país es este político, es un detalle importante.