El Papa ha renovado a todos los sacerdotes la posibilidad de perdonar el pecado del aborto

En virtud de esta exigencia, para que ningún obstáculo se interponga entre la petición de reconciliación y el perdón de Dios, de ahora en adelante concedo a todos los sacerdotes, en razón de su ministerio, la facultad de absolver a quienes hayan procurado el pecado de aborto. Cuanto había concedido de modo limitado para el período jubilar, lo extiendo ahora en el tiempo, no obstante cualquier cosa en contrario. Quiero enfatizar con todas mis fuerzas que el aborto es un pecado grave, porque pone fin a una vida humana inocente. Con la misma fuerza, sin embargo, puedo y debo afirmar que no existe ningún pecado que la misericordia de Dios no pueda alcanzar y destruir, allí donde encuentra un corazón arrepentido que pide reconciliarse con el Padre. Por tanto, que cada sacerdote sea guía, apoyo y alivio a la hora de acompañar a los penitentes en este camino de reconciliación especial. (Carta apostólica Misera et Misericordia)

El pasado 20 de noviembre, el papa Francisco firmó la carta apostólica Misericordia et  Misera, con la cual ha señalado los frutos del Año Santo extraordinario de la Misericordia y ha dado directrices a sacerdotes y laicos para llevar a cabo la evangelización en los próximos años. Se ha presentado esta mañana a las 11,30 y en la presentación ha intervenido el Presidente del Pontificio Consejo para la Promoción de la Nueva Evangelización, Monseñor Rino Fisichella, al que se le considera el responsable del Jubileo de la Misericordia.

En esta carta apostólica, el Papa Francisco ha concedido a todos los sacerdotes de la Iglesia Católica la facultad de absolver a quienes han cometido el pecado del aborto. Extiende entonces lo que ya fue un privilegio del año de la Misericordia, al permitir que el aborto pueda ser absuelto, siendo este un pecado muy grave y cuya pena es la excomunión de la Iglesia Católica. Esta medida, tal y como indica el texto, se ha tomado pensando en las mujeres arrepentidas, para que no existan obstáculos entre la persona y el perdón de Dios.

Hay tres ideas subyacentes en la medida de Su Santidad el papa Francisco:

1. Que es necesario que sacerdotes, “en razón de su ministerio”, puedan absolver un pecado que está generalizado.
2. Que es un pecado muy grave porque “es poner fin a una vida humana inocente”.
3. Que “no existe ningún pecado que la misericordia de Dios no pueda alcanzar y destruir”.

En su carta apostólica de hoy, Francisco también extiende “más allá del periodo jubilar” la autorización para que los fieles que a los fieles, que “por diversos motivos frecuentan las iglesias donde celebran los sacerdotes de la Fraternidad San Pío X, la posibilidad de recibir válida y lícitamente la absolución sacramental de sus pecados”.