Se cumplieron las profecías políticas del Carlismo. ¿Y ahora qué?
(Por Javier Garisoain) –
Los carlistas tenemos un problema. Llevamos toda la vida, pero especialmente el último medio siglo en plan profeta, anunciando las desgracias que iban a ir viniendo. Y todo se ha cumplido. Anunciamos, como si fuera una escalera previsible de calamidades, una tras otra, el divorcio, el aborto, la eutanasia, la destrucción de la familia, el aberrosexualismo, la venta de España, el sometimiento general a la cultura anglosajona, el avance de los separatismos, la perdida de libertades, la despoblación, la crisis rural, y la urbana, la inmigración desordenada, la perdida de las tradiciones, la manipulación de las culturas y lenguas regionales, la droga y otras adicciones, la pornografía, la crisis de autoridad, el totalitarismo en la enseñanza, el feísmo, la cultura de la subvención, la manipulación de la historia, el laicismo, el anticlericalismo, la cristofobia, la descristianización sistemática… Y todo se ha ido cumpliendo, una cosa ha llevado a la otra porque los males nunca vienen solos. Porque todos ellos están íntimamente relacionados.
La frase más repetida por los carlistas en las últimas décadas ha sido esa tan manida de “Tronos a las premisas, cadalsos a las consecuencias”. Es una sentencia que recoge a la perfección la incoherencia de los que se iban lamentando por cada nuevo peldaño en la degradación general de las cosas sin querer reconocer que, paso a paso, seguíamos descendiendo porque en su momento alguien decidió que había que bajar.
Ahora ya pocos avisos nos quedan. ¿La tercera república?, ¿la persecución abierta?, ¿el modelo chino de totalitarismo?… Todo ello, aunque terrible, no dejaría de ser una vuelta de tuerca más en una sucesión de hechos lógicamente perversa. Los que han escuchado la voz del tradicionalismo clamando en el desierto ya saben qué cabe esperar. Los que se rieron de nosotros han sido barridos por la ola. Por nuestra parte de nada nos serviría, sino para engordar el orgullo, exigir que se nos reconociera que teníamos razón. Sí, por supuesto que la teníamos… ¿pero ahora qué?
Ahora se abre un tiempo nuevo. La travesía del desierto toca a su fin. ¿Para llegar a la Tierra Prometida? Si, al final sí, por supuesto. Estamos llenos de esperanza. Pero no somos ingenuos. Después del desierto vienen las tribulaciones, la lucha contra los filisteos, el combate de David contra Goliat, y también la resistencia martirial de los Macabeos.
Llegan tiempos de acción mas que de precaución. Todos nuestros avisos son humo y llegan tarde. Ahora ya no es momento de más profecías políticas sino de organizar la resistencia y la reacción. Si has leído hasta aquí… quienquiera que seas, y estás donde estés, crea un núcleo de resistencia, una guerrilla política, social, cultural o, simplemente, familiar. Allí donde perviva un núcleo carlista ponte a su servicio. La Comunión Tradicionalista Carlista permanece vigilante y se está preparando, con humildad, con constancia, con toda su experiencia. Si llegas ahora se bienvenido. No será fácil. Ten ánimo, ten fe, haz lo que debas… Y suceda lo que Dios quiera.
Un comentario en “Se cumplieron las profecías políticas del Carlismo. ¿Y ahora qué?”
María José
Ahora es la unidad del carlismo unidos todos con un capitán general que es Dios ya basta de divisiones y desde luego tener en cuenta todas las buenas iniciativas, que puedan de alguna manera surgir para vencer toda esta podredumbre, de que sea infiltrado en España, toda opinión que sea para luchar contra todo lo que se nos ha venido, desde la persona mayor, el joven, el hombre, la mujer, que participan de nuestros ideales, Dios, patria y rey, teniendo en cuenta que el rey debe ser Dios mientras no haya un hombre digno representante de Nuestro Dios y Señor, lo que no podemos es estar de brazos cruzados. Desde el más letrado hasta el mas humilde, toda persona debe de ocupar un lugar pero no estar inmóvil,
oración y acción ni una debe ir sin la otra y las dos unidas a la vez.