San Andrés: Uno de los mitos del nacionalismo vasco
Ya hemos contado en otra ocasión cómo surgió la “ikurriña” de los nacionalistas. Fue en Bermeo. En el domicilio de don Ángel Zabala.
Después de una merienda, Sabino Arana tomo una caja de lápices de colores. Sobre una litografía que representaba un buque británico, pintó de rojo blanco y verde sobre la Unión Jack, los colores que actualmente ostenta la “ikurriña”.
Luego se las ingenió para dar un contenido a dicha bandera. Hoy nos detendremos en cómo justificó la presencia en ella de la Cruz de San Andrés.
Ya, en su libro-manifiesto “Bizkaia por su Independencia”, hablaba de cuatro batallas medievales en que los vizcaínos vencieron a los españoles invasores. La primera de ellas era la de Arrigorriaga o Padura. Sobre esta batalla no hay ningún documento histórico que la mencione. El primero que habla de ella es un genealogista portugués del siglo XII. En un simposio celebrado en Bilbao en la década de los 70 del pasado siglo, El historiador pro nacionalista Mañaricúa, hubo de confesar que, aunque creía en la existencia de la batalla, no podía aportar ningún documento que lo demostrase.
Sabino Arana se atreve a fijar el día de la batalla. Según él ocurrió el día de San Andrés del año 888. El año ya lo había fijado la leyenda. Pero el día salió de la imaginación de Sabino de Arana.
Según él, Jaun Zuría, el caudillo de los vizcaínos tenía su palacio en Busturia. Esta misma palabra se forma de otras dos vascas “buru” y “zuría”, que significan “caudillo” y “blanco”. Prueba de que allí tenía su sede el primer señor de Vizcaya. Vecina a Busturia se halla la anteiglesia de San Andrés de Pedernales. Y Sabino deduce de ello que Jaun Zuría, adelantándose a Felipe II con el Escorial, erigió la iglesia en memoria de la victoria de Padura. Dedicándola al santo del día. Además, como Pedernales, en la Juntas Generales, tenía el primer puesto para votar, todo ello significaba la importancia de dicha anteiglesia en la primitiva configuración de Vizcaya.
Añadió a ello la existencia de cruces de San Andrés en la bordura del blasón de Vizcaya. Lo cierto es que las cruces existen como recuerdo de la participación de los vizcaínos en la conquista de Baeza el día de San Andrés de1226.
San Andrés se convirtió en un santo nacionalista vasco. El sindicato Solidaridad de Trabajadores Vascos, lo proclamó su patrón. En 1936, uno de los batallones nacionalistas adoptó el nombre de San Andrés.
El día 30 de noviembre de 1936, el ejército de Euzkadi intentó conquistar Vitoria. Fue el inicio de la conocida en los anales de la Cruzada, como batalla de Villarreal, por que la acción se desarrolló en el entorno de dicha villa alavesa. La prensa nacionalista anunció el inicio de los combates con un titular que, poco más o menos, venía a decir que “en el aniversario de la victoria de Padura se iniciaban la reconquista de la Patria”. Pues daban por seguro que sus ejércitos conquistarían Vitoria y Álava entera.
La festividad del Santo, hermano de San Pedro, nos ha traído a la memoria estos hechos que hemos querido darlos a conocer para que nuestros lectores tengan un mayor conocimiento del fondo mitológico de las doctrinas de nacionalismo vasco.
Lo verdaderamente triste del caso es que esas mitologías se traducen en hechos luctuosos. El ataque por Villarreal fue un desastre para los atacantes. Comenzó por estar mal planificado. Los gudaris y milicianos fueron llevados al combate con mandos improvisados y sin suficiente preparación. Las bajas fueron muy elevadas. De modo que a José Antonio de Aguirre y sus colaboradores, responsables del ataque, se les puede acusar de frivolidad. Una frivolidad que se tradujo en cientos de muertos.
Un comentario en “San Andrés: Uno de los mitos del nacionalismo vasco”
Ramón de Argonz
Muchas gracias por la información. Muy interesante. A difundir entre los jóvenes. (Y los mayores).