REPORTAJE gráfico del 12 de septiembre
Muchos miles de españoles…
Muchos miles partieron ayer por la tarde de la plaza Puerta del Sol, recorriendo Gran Vía, Plaza Cibeles, Paseo de Recoletos hasta la emblemática plaza de Colón de la villa y Corte de Madrid.
La convocatoria fue espontánea, de asociaciones, y se realizó mediante recursos electrónicos. Ha sido un éxito. La prensa convencional o de papel, y la TV pública, no hicieron caso. Desde ahora, la sociedad sabe que, en su hacer, no depende de la voz de su amo a través de la TV, del Ejecutivo fortalecido con trampas y plandemias, de la prensa convencional… Internet, que puede ser un gran instrumento de control para algún Amo que venga, nos dio cierta libertad, vulnerada no obstante por quienes no dejaron instalar la megafonía en la plaza de Colón. Pues que vivan las libertades.
Muchos miles de personas se manifestaron ayer en Madrid con los siguientes eslóganes:
“Gobierno dimisión”
“NADA SIN DIOS. Política sin partidos”
“¡¡¡Viva la unidad de España!!!”
“La libertad no tiene ideologías ni banderas”
“Pedro Sánchez, dimisión”
“Covid 1984. Complot organizado y violento para instaurar la dictadura. Solución: geniocracia”
“El Parlamento es la agonía de la Patria”
“Por su nefasta gestión. Todos a una. Gobierno dimisión”
“Se busca: Gripe 2020”
“Gobierno = corrupción engaño manipulación”
“Contra el Gobierno social/comunista. Alza tu voz”
“Gobierno dimisión. Sánchez, vete ya”
“Fuera partidos”
“Libertad colectiva”
!¡¡¡Gobierno dimisión!!! No medidas totalitarias”
“Rufián. El “anormal” eres tu!”
“Rolex y mansiones, obreros sin pensiones”
PARA TERMINAR. Se repartió un interesante texto de “Cómo desmontar la Plandemia en 8 sencillos pasos”, siguiendo las orientaciones de la Plataforma Médicos por la Verdad-España.
Por su parte, la Comunión Tradicionalista Carlista, a la que pertenecemos -y por eso nos hacemos más eco de ella en esta página-, repartió a su vez miles de octavillas a color que llamaban a una regeneración moral, señalando la soberanía social de Cristo como único fundamento de la auténtica libertad. Quienes repartieron advierten que los asistentes buscaban la información escrita que ofrecían.
La CTC distingue la sociedad con su propia “soberanía” -lo que según otros sería hacer “política“- de la política partitocrática, en la que desde luego la CTC busca influir como antipartido para corregir los vicios y por el bien común. La “soberanía social” exige que el Estado y la partitocracia respeten con urgencia los derechos de la sociedad y devuelva a ésta última muchas atribuciones que le ha ido quitando.
La CTC defiende la armonía social y no el enfrentamiento genérico, burdo y gratuito que hoy quieren que consista entre mujeres – hombres, trabajadores – empresarios, ricos – pobres etc. ¿Y por qué no entre funcionarios y sociedad, entre “funcionarios” a dedo y los de oposición, entre partidos e instituciones sociales etc.? Asimismo, la CTC defiende el matrimonio como Dios manda, la familia, las libertades en los padres y tutores en materia educativa, el irreductible derecho a la limpieza de alma en los niños y jóvenes, las personalidad de las asociaciones, la vitalidad y crecimiento de las empresas familiares (autónomos, PYMES etc.) frente a la opresión del mundialismo económico.
El pueblo español quiere paz y justicia. Quiere vivir y trabajar sin presiones ni extorsiones. No quiere que traigan virus de fuera y menos de laboratorios chinescos. Este día 12 se dieron cita muchísimas familias y personas de todas las edades. Hubo muchos jóvenes y también personas de edad. Estuvieron representados todos los sectores sociales, con las más diferentes estéticas y formas de vestir. Les unía el amor a su familia y grupo social, y a la patria chica y grande que es España. Les unía el celo por sus libertades personales y de grupo. Hubo muy buen ambiente, y los manifestados dieron ejemplo de respetar personas y propiedades.
El celoso participante
Un comentario en “ REPORTAJE gráfico del 12 de septiembre”
Fabi
Desde Valencia, muchísimas gracias a los que habéis asistido a la manifestación.