Navarra de nuevo (2). El por qué del affaire Esparza-Chivite.
(Por José Fermín Garralda) –
2.El lío político Esparza-Chivite tiene que ver con las malas costumbres y nueve “teorías políticas”.
El affaire ya explicado del Sr. Esparza, es un ditirambo a la partitocracia, que nos ha convencido de que todo es posible, y que basta que se haga. Como durante la IIª República. Será que España está aburrida, y necesita la sorpresa del Sr. Esparza-Chivite. Será que Navarra está dormida, y los navarros, acostumbrados a vaguear no poco en política, están atemorizados, dejando la Política para los políticos de oficio. Aunque no ocurrió así en otras ocasiones históricas, hoy sí ocurre.
La partitocracia, una vez más, nos hace reír por no llorar, y desde luego crea una absoluta desconfianza y “bajón” moral en aquella sociedad que aún queda potencialmente activa.
Es la teoría del diputado inútil. ¿Es diputado es un mandado del partido o bien de la sociedad que le vota? En esto, el problema es del sistema, no de la sociedad que lo sufre: si empezásemos por hacer listas abiertas…. Digamos que el diputado y el Partido se deben al Programa, a la tendencia que se ha marcado en la práctica de ese momento, y desde luego no se deben a pactos secretos a posteriori e incluso hechos con aquel al que casi se juró hacer oposición. Dice con acierto España Confidencial: “La UPN de Esparza es un partido de palabra que cumple sus acuerdos, pero qué palabra y qué acuerdos resulta que son secretos”. Los hay chapuceros y torpes.
Es la teoría de que el pueblo está para obedecer, según practican los políticos hoy. Es como decir que los errores de la democracia se corrigen con más errores. El hecho es que, hoy, democracia es decir quién va a mandar pero sin límite alguno; algún cándido se autolimita como debe ser, otros no y cuidado que hay curva, y unos terceros se acomplejan como lelos. Hoy, democracia es una mera distribución o reparto de parcelas de poder. En realidad, la democracia debiera ser más que la elección, el ejercicio del poder, y demostrado todos los días, lo que pocos hacen.
Es la teoría del cheque en blanco. ¿El Sr. Esparza y los Sres. Diputados creen que el voto popular es un cheque en blanco? Algo de razón llevan cuando el sistema obliga a votante decidir sobre lo que ignora. Sin embargo, en el affaire Esparza-Chivite, preguntemos: ¿y el votante?, ¿se pensó en la negociación secreta en lo que éste quería al votar?, ¿y en los programas y compromisos electorales? Esto explica la necesidad del mandato imperativo y el juicio de residencia, la especialización del diputado que no puede saber de todo como se le exige saber, y, sobre todo, que la representación política es de las instituciones sociales, cada una en su esfera de conocimiento e interés.
Está visto que para el Sr. Esparza el voto es un cheque en blanco porque subordina el voto de los diputados a cierto acuerdo secreto postelectoral. De chiflados. Sin ser quien esto escribe de UPN, creemos que los dos diputados, Sr. García Adanero y Sr. Sayas, en esto han actuado recta y correctamente. Además, para hacer el ridículo votando a Sánchez, que elijan a otros, no a dos pobres diputados navarros. Algo de orgullo hay que tener, pues más bajo no se podría caer. Al menos, un casero del PP se equivocó votando telemáticamente. ¡Ay la tecla…! ¡Ay el casero! ¡Qué más quería el gobierno social-comunista y la tal Meritxell Batet Lamaña para justificar la mini reforma y su portentosa presidencia respectivamente!
Puede ser la teoría de que se puede ser muy liberal y no seguir la voluntad del votante. Porque, o se equivoca Esparza, o bien los dos diputados. Creemos que yerra el primero, pues estos dicen: “Nosotros no hemos ido en contra de los principios y valores de UPN, al revés, todo lo contrario. Los hemos defendido, por lo tanto, la conciencia tranquila”. Y añaden que su oposición a Sánchez durante estos años era contraria a lo que el Sr. Esparza les mandó de repente y sin información previa sobre dicho acuerdo secreto. ¿Qué iban a decir ellos a los votantes y a los que han visto su estela parlamentaria absolutamente contraria a Sánchez? ¿Por qué debían quedar mal ellos? ¿Fiarse además de la Chivite que lleva apoyándose en bilduetarras y separatistas contra la lista electoral de Navarra Suma, con diferencia la más votada? ¿Aumentar los males del sistema, que se ve es un reparto de cromos e intereses? Para esto no necesitamos tales alforjas.
Puede ser la teoría del sistema que nos hemos dado. (Ojo, que la cursiva es muy importante). No, esta teoría no la puede invocar el Sr. Esparza, porque otras veces hubo desconexión entre el diputado y su partido correspondiente al caso, y el primero siguió en las Cortes a pesar de la reprobación del segundo. Luego el diputado está en su derecho para seguir representando. El lío de Esparza-Chivite hace que Esparza pierda a sus diputados, líe al partido, hipoteque el futuro, engorde al PSOE, y sus mayores enemigos se cachondeen de él. Y encima todo por un acuerdo oculto.
Es la teoría del poder, de la necesidad de un partido político que se ponga como primer deber la ocupación del poder… o conservar parcelas del mismo a toda costa, lo que supone pan para hoy y hambre para mañana, por la pérdida de confianza. Esto ayuda a que los partidos caigan en el vicio de la partitocracia, promovida por el sistema, que es impolítico por ser pésimo, como impolíticos son los partidos divisores, que el resto restante –lo que hemos dicho ha ocurrido- es de risa. ¿No es impolítico quien mete la política en el lío que tenemos delante? Mayores que actúan como críos. Con estos líos se hunde más a la sociedad que confía en el voto, se hunde más a quien entienda la política como virtud, al margen de los partidos –al fin bien partidos-, con desinterés personal, pues no hay nada mejor que gastarse al servicio del Bien Común. Si te dejan.
Junto a la teoría del poder se encuentra a la teoría del oportunismo, que logra pan para hoy y extiende el hambre para mañana. Cuando se juega con oportunistas, no se debe entrar en su juego:
“La semana pasada vimos un pucherazo vergonzante en la sede de la soberanía, que ha sido archivado con un carpetazo, como si fuese un asuntillo de poca monta. Aquí se han decretado dos estados de alarma ilegales y un cierre del Parlamento también ilegal, según los más altos tribunales. Baja la calidad de nuestra democracia a “deficiente”, según la prensa británica. ¿Y aquí qué pasa, pasa algo?” (Rafael Nieto, 13-2-2022)
Es la teoría del dictado, la teoría del jefe, pues el jefe del partido, Sr. Esparza, declara que es el que más sabe, dicta unilateralmente cambios radicales y repentinos a los diputados, y dicta al votante para que quiera lo que quizás no quisiera. A esto se llama dictadura dentro del partido y sobre el votante. Está visto que la dictadura no es cuestión elección, sino sobre todo de cómo actúas.
Es la teoría sociológica, la de quien dice: “mira, como hacen todos”. Así, España se ha convertido en el país menos transparente, menos coherente (si miramos a los gobiernos nacionales peperos, de Aznar y Jajoy, fue de llorar), con más corrupción, con más enchufes socialistas, con un continuo chorreo y reparto de dinero público a los amigos, también socialistas, pues el dinero es de nadie sino del viento.
Poco es decir que España es una “democracia defectuosa” (The Economist), pues es una dictadura cuasi perfecta, porque tienen todos los ingredientes para jugar con la sociedad, “dar el pego”, y perpetuarse en el poder. Querido y paciente lector, aún nos queda qué decir.