Menores y aborto, mosquitos y camellos
(Por Gonzalo García)
Celebra el diario El País, más conocido como Lo País, que el gobierno prepara una nueva ley del aborto con la cual se permitirá que chicas de 16 y 17 años asesinen a sus hijos sin necesidad del permiso paterno.
Podemos repetir hasta el agotamiento lo absurdo que es que con 16 o 17 años no se permita el comprar tabaco, cerveza o vino pero sí abrasar, descuartizar y triturar al propio hijo, pero eso sería seguir el juego propuesto y hacer lo mismo que lleva 12 años haciendo la derecha española.
Desde que la «ley Aído» fijó que no era necesario ese permiso paterno para el aborto de madres menores de edad, la derecha española puso su acento casi exclusivo en ese detalle. De hecho fue ese el único aspecto que se reformó durante los gobiernos de Mariano Rajoy, reforma que fue presentada como prueba del «compromiso con la vida y los valores» del Partido Popular.
Con este anuncio que hoy nos hacen suponemos que volverán a escandalizarse voces conservadoras (azules o verdes, qué más da), que volverán a escupir el mosquito de los abortos a los que se sometan madres de 16 o 17 años sin permiso paterno, pero tragando el gran camello de los abortos que esas mismas jóvenes soliciten si la abuela de la criatura a asesinar da su consentimiento, o el de las decenas de miles de abortos restantes donde como no hay padres de menores que deban firmar nada, no suponen mayor problema para ellos. Eso sí, volverán -no lo duden- a ponerse estupendos en los micrófonos de los medios conservadores hablando de sus compromisos y valores.
Porque para el conservador el problema no es que una vida humana inocente sea abrasada, descuartizada y eliminada en un triturador, sino que si su madre es menor, se haga con el consentimiento -o con el consenso- de sus abuelos.