Los elementos de la naturaleza, enemigos del hombre
En este mes de Septiembre las inundaciones consecuencia de las lluvias torrenciales, han afectado al sur este de España y a otros lugares de nuestro país. Deberíamos de ponernos en lugar de estas personas, por lo que estarán sufriendo en estos momentos, la muerte en estas situaciones es lo peor que puede ocurrir, también perder la casa y los bienes materiales, que nos sirven para vivir es doloroso, aparte de la incomodidad de dejar el hogar para estar en un estadio o alberge.
Vemos una vez más, todo lo que está ocurriendo, desde hace unos cuantos años, a lo largo y ancho de nuestro planeta, terremotos tsunamis aparte de la problemática que existe en muchas familias, y en la sociedad, no digamos los conflictos internacionales……………..que su consecuencia en la mayoría de los casos es el pecado los cuales producen sufrimiento que puede ser de muchas maneras, más este tiene dos vertientes la cruz del buen ladrón, que con ella dijo a Jesús: “Acuérdate Jesús de mi cuando llegues a tu Reino”. A lo que Jesús le respondió:“En verdad te digo, hoy estarás conmigo en el paraíso”. Esta fue motivo de salvación Más al contrario está la cruz del mal ladrón, que murió maldiciendo, y con esta actitud se ganó la condenación.
Las consecuencias de las catástrofes naturales las sufren todos, seas bueno o malvado, creyente o incrédulo, su raíz es el apartarse de Dios por el pecado social de una gran mayoría. El hombre en un principio de la creación pecó, y no solo afectó a todos los que nacimos a partir de ellos, sino al orden de la naturaleza, pues esta vivía en armonía y paz con el hombre, pero este se hizo malvado y también el medio natural se hizo cruel con nuestros primeros padres y su descendencia.
Analizando en estos últimos años, estos acontecimientos negativos de nuestro planeta, que ha habido en diversos rincones, da la coincidencia que los que han vivido estas situaciones catastróficas, no importa la religión que profesen, siempre se preguntan o afirman lo mismo. En el tsunami de Asia año 2004 los afectados exclamaban “¡Dios nos ha castigado, por nuestros pecados!” . Haití año 2010, los haitianos decían “Hemos ofendido a Dios esto ha sido un castigo”. Japón año 2011 el alcalde de Tokio dijo así “La Divinidad a castigado a Japón por su soberbia “.
Pero estoy segura que los que no hemos sufrido este tipo de catástrofes, si a nosotros nos hubiera ocurrido también afirmaríamos lo mismo.
A pesar de estas manifestaciones nunca pensemos, que los que padecen estas situaciones son más pecadores que los demás, de ninguna manera, el Evangelio que es sabiduría de Dios es contundente. Ante aquellos comentarios que hacía la gente en el Cap. 13 v.4 al v.5 Jesús les dijo:” Y aquellos dieciocho que murieron al desplomarse sobre ellos la torre de Siloé, ¿creéis que eran más culpables que los demás habitantes de Jerusalén? Os digo que no; y si no os convertís, todos pereceréis igualmente.
Pero se puede decir más que castigo de Dios, el hombre se hace daño así mismo no culpemos al Creador y Redentor, de todo lo que sucede, porque es directa o indirectamente responsabilidad de todos. La avaricia por los bienes materiales, es la que ha generado el cambio climático, en las guerras esta la lucha por el poder y el aprovecharse de lo ajeno…………..el hambre es consecuencia de la mala distribución de las riquezas, así diríamos infinidad de cosas que nunca podríamos terminar. Es más si algún castigo proviene de Dios, su finalidad es salvar al hombre. Que decir de los países de Occidente, los hombres están por querer ser más que Dios, por eso lo destierran de sus propias vidas, si algo El lo permite nos lo merecemos.
En las apariciones del Escorial la Virgen dijo “Que si España no se convertía los españoles, sufrirían en especial la falta de trabajo, y la naturaleza perdería su control. En Garabandal también nuestra Madre profetizo que si la humanidad no cambiaba para bien, y no se volvía al Dios de los cristianos, vendría un gran castigo. Su fin era salvar al hombre y que se diera cuenta que estaban ofendiendo a Dios, para que se arrepintieran, y con ello que estos participaran del Reino de los Cielos.
Es de destacar la corrupción de la mayoría de los que nos gobiernan, pues tendrán que dar cuenta de su responsabilidad y de su mal ejemplo a Nuestro Señor, pero los que imitan su comportamiento tampoco se libraran ante Dios, si no cambian de proceder.
Así y todo la justicia de Dios no es igual que la del hombre Él es también misericordia en aquel que se arrepiente, debemos pedir perdón, con el firme propósito de cambiar y cumplir este fin. Dios perdona al que deja su maldad y allí muestra su misericordia.
Nuestra oración por estas personas que han sufrido las consecuencias de este temporal, siempre pensando que los que nos hemos librado de estas inclemencias meteorológicas, no somos mejores, sino que mañana también las podemos sufrir. Confiemos en que vendrán días en que la humanidad entera se reconciliara con Dios y la naturaleza entrara en paz con el hombre.
Que Dios os bendiga Gracias