La nueva hoguera
por Porfirio Gorriti
En Occidente, incluido desazonadamente España, la Inquisición pertenece a la leyenda, incluso al mito; no a la realidad que fue. Aquel ministerio de Justicia, de otra época y de otros siglos, es el corazón palpitante de la Leyenda Negra española.
Pero, he aquí, que algunos meritorios escritores de la actualidad están recolocando a la Inquisición en su verdadero lugar de la Historia. Decimos recolocar porque autores hoy clásicos, como Julián Juderías, ya lo hicieron en el siglo pasado. Siguiendo el inmortal verso de Quevedo, no existe verdad ni mentira sobre la Inquisición española, sino diferentes lupas históricas que la miran. Defendemos que el cristal de la Historia más justo para su examen es la ponderación frente a las sociedades de los restantes países europeos de aquellos tiempos: la edad renacentista pre-moderna. Los hechos y los números, aún parciales y sesgados, engañan menos que las opiniones más prestigiosas, sobre todo si éstas vienen de un inframundo universitario vasallo de la Izquierda anticatólica. La Inquisición no fue santa, pero los hechos y los números son inequívocos, como defiende este elenco de nuevos autores -con Mª Elvira Roca Barea como cabeza más mediática -: los países protestantes tienen muchos más aparatos de tortura y cadáveres en sus armarios históricos. Muchísimos más.
Las nuevas corrientes culturales que están alumbrando el renacimiento de la España Tradicional, tal como nuestro Ahora Información, están quemando- leño a leño- a esta Gran Mentira que es la Leyenda Negra española.