La inmigración masiva, un dilema
El día once de junio de este año 2018 el “Aquarius” desembarcó en el puerto de Valencia con 629 inmigrantes a bordo. Se habló mucho de esto, pero el efecto llamada se está viendo después de esta llegada masiva, la mayoría subsaharianos. Difíciles soluciones hay para países como Grecia, Italia y España, que son entrada hacia Europa, mas aparte de éstos, están los venidos del Norte de África y de Oriente medio. Estas personas que en la mayoría tienen otra cultura, religión y costumbres las cuales dificultan de por sí su integración. Lo que está claro es que si vienen a trabajar, en un principio se les puede ayudar pero no es conveniente que estas ayudas sociales sean a largo plazo.
No todos los africanos tienen porqué ser pobres, pero para nada te sirve vivir en un país falto de infraestructuras y carente de todo. Por eso es lógico que, hasta teniendo dinero, se busque el bienestar en otros lugares. La verdad es que los países africanos tienen gobiernos que sólo miran por los intereses económicos de occidente pues éstos, siendo países muy ricos en materias primas, la población vive mayoritariamente en extrema pobreza.
Aparte de estas ONG humanitarias que salvan vidas, están las mafias que trafican con seres humanos, las cuales los gobiernos europeos, deberían tomar medidas, además de preocuparse por el desarrollo de África. Sin duda los misioneros católicos y alguna ONG hace años que ya lo están haciendo, aunque se sabe que los mandatarios africanos se preocupan más de que la población tenga acceso al móvil, a la televisión, o a internet que de dotar a su tierra de infraestructuras carreteras, agua potable, sanidad, educación, etc. El africano, por los medios de comunicación, ve cómo se vive en Europa. Ellos saben que aquí se vive bien, por eso les atrae venir a este continente, que ellos consideran un paraíso.
Están por otra parte los conflictos armados y las luchas de las diferentes etnias, en los cuales occidente, entre ellos Rusia y Estados Unidos, son grandes exportadores de armamento, donde se mueve miles de dólares. En esto Occidente tiene gran parte de responsabilidad, pues si el tráfico de armas se cortara los conflictos no serían tan sangrientos.
Las materias primas las cuales el continente africano es rico, y occidente saca un gran beneficio, por ello Europa debe dar a África lo que le corresponde. Si este continente gozara de un nivel económico y de infraestructuras equiparables a Europa, y que los africanos recibieran los conocimientos necesarios para su desarrollo, las cosas cambiarían. África necesita levantarse por sí misma, con la ayuda de Europa, porque tenemos aquello que ellos no tienen. Si no es así, esperemos oleadas masivas de inmigrantes.
Está también el poder económico de Arabia Saudí, que es bastante considerable pero no le interesa acoger a sus hermanos de religión, sino que invadir Europa es más fácil, con tal de que sea islamizada. Los gobernantes europeos acogen y callan, porque tampoco les interesa ponerse en el lugar que les corresponde, que es proteger a la población europea. Se teme la destrucción de nuestra cultura y forma de vivir, que se fundamenta en nuestras raíces cristianas, incluso se habla de la destrucción de la raza blanca, pero en este sentido ya hace años que los que nos gobiernan la están destruyendo con sus leyes, desde la educación hasta el crimen abominable del aborto. No es que nazcan europeos, es que se eliminan antes de nacer. Cosa que no hacen las personas cuya procedencia es de los países de Oriente medio, Norte y África subsahariana, en esto demuestran que son mejores que nosotros.
Venir a trabajar a Europa no es fácil, ni la integración de personas con cultura, religión y mentalidad distintas. Entre estos inmigrantes están aquellos hombres y mujeres que aprenden con facilidad. Estos suelen abrirse camino en estas tierras y sobreviven con la honradez de su trabajo. Mientras están estos otros, que malviven con las ayudas sociales o trabajan en aquello que nunca lo hubieran hecho en sus lugares de origen. Muchas veces estas personas son víctimas del racismo y de las mafias asentadas en Europa, en la mayoría de los casos formadas por otros que inmigraron. Esto puede dar lugar a que en muchas ocasiones se llegue a rechazar a la tierra que los acogió porque su integración no fue fácil.
Pues como dice en Proverbios Cap 27 v.8 “Como pájaro errante lejos de su nido es el hombre errante fuera de su hogar”
La parte positiva es que una emigración controlada es buena para todos. Y la parte negativa es que grandes masas venidas a estas tierras, ni es buena para los que vivimos aquí ni para los que vienen de fuera. Al final como siempre es la gente sencilla, la que paga las consecuencias. Aunque no podemos culpar a aquellos que buscan un mundo mejor, como también debemos pensar que este descontrol de personas puede desembocar, en un futuro, en graves conflictos sociales. Y es de sabios saber interpretar el tiempo en que vivimos.
La palabra de Dios que es eterna sabiduría en Lucas Cap. 12 v. 54 al 57 dice así Jesús: “Y a la gente se puso a decirle: “Cuando veis levantarse una nube sobre el poniente, decís enseguida: “Va a llover” y así es. Y cuando sentís soplar el viento del sur decís: “va a hacer calor” y así sucede ¡Hipócritas! Si sabéis discernir el aspecto de la tierra y del cielo ¿Cómo es que no sabéis discernir el tiempo presente? ¿Por qué no juzgáis por vosotros mismos lo que es justo?”
Ante esta problemática que es mundial y que la raíz de estos males está en los grandes desequilibrios económicos del Norte y del Sur, son los que gobiernan los cinco continentes los que tienen la última palabra.
En este sentido el ciudadano de a pie que creemos en Jesús, el Dios de los cristianos, que nos corresponde hacer. La respuesta es vivir el evangelio, y orar por todos y trabajar dentro de nuestras posibilidades, para que el reinado de Cristo venga a España y al mundo entero.
Porque sólo Dios que es justo, con nuestra buena colaboración, es el único capaz de poner todo en su lugar.
Que Cristo Rey os llene de bendiciones