Frente al silencio: presencia, frente a la imposición: libertad
Homenaje a la Batalla del Bruch
Sábado 15 de junio de 2019
Frente al Monumento al Timbaler del Bruch en la calle Balmes de Barcelona
Manifiesto
“Frente al silencio: presencia; frente a la imposición: libertad”
¡OH! Els Bruchs, evocáis tantas realidades que apenas podríamos enunciar todos los sentimientos que despertáis en nosotros. Sí, venimos a conmemorar una gesta bicentenaria, pero no para que el pasado se convierta en un cómodo reducto donde refugiarnos de nuestras ofuscaciones ante un enemigo supremacista que nos quiere reducir al silencio, y si pudiera a la aniquilación. No en vano, hace poco uno de estos nacionalistas, revestido de complejo de superioridad, distinguía entre “catalanes” y “españoles empadronados en Cataluña”. Este es el paso administrativo previo para acabar distinguiendo entre “seres humanos” y la categoría de “bestias con forma humana” con el que nos describía el que se dice Presidente de la Generalitat (un tal Quim Torra).
La traducción a lengua castellana de “Bruch” es “Brezo”. Y esta traslación nos inspira una reflexión. Los brezos son aquellos arbustos que no siendo los más hermosos de los campos, en momentos inesperados florecen y nos transmiten un sosiego especial. El brezo tiene una doble condición: dificulta el paso por los caminos, pero a la vez tiene propiedades curativas. La analogía no deja de ser espléndidamente sencilla. Los miembros de diversas asociaciones que aquí estamos representando, somos como esos “bruchs” que dificultan el avance aparentemente imparable del independentismo.Pero, a la vez, el hecho de comprometernos con una causa justa es medicinal para nuestras almas. Si algo hemos de agradecer al independentismo es que ha despertado a muchos dormidos, ha enervado ánimos e inquietado conciencias que un día se despertaron sintiendo la necesidad de preguntarse por su identidad. Descubrieron que eran atacados y humillados por verdugos disfrazados de mártires.
Venimos a conmemorar una gesta bicentenaria, pero no para que el pasado se convierta en un cómodo reducto donde refugiarnos de nuestras ofuscaciones ante un enemigo supremacista
Pero els Bruchs también nos evoca de forma más cercana a aquellos catalanes que prácticamente sin medios, en condiciones de abrumadora inferioridad, frente a una de las maquinarias destructivas más imponentes de la época, el ejército imperial napoleónico, supo frenar un enemigo que quería reducir el alma de la Hispanidad al silencio del campo santo. Pero un tambor retumbó para anunciar que existía una resistencia con la voluntad firme de permanecer y seguir existiendo. Así, hoy, frente al silencio al que nos quieren someter, las asociaciones cívicas que reivindicamos la irrenunciable españolidad de Cataluña, hacemos acto de presencia a los pies de esta magnífica escultura de nuestro querido Timbaler. ¡Separatistas!: os decimos que, acto tras acto, nuestra presencia en las calles romperá el silencio y la mentira que habéis creado. Vuestra Cataluña inventada, caerá ante la realidad de nuestra existencia, como cayeron las tropas invasoras ante los somatenes de Igualada y Manresa.
Aquellas fuerzas contra las que lucharon nuestros antepasados, tienen sus herederos naturales en los independentistas actuales, a modo de nuevos “afrancesados”. No en vano, Napoleón se anexionó Cataluña y levantó la bandera del catalanismo para intentar volver a los catalanes contras sus compatriotas del resto de las Españas. Pero la propaganda y la manipulación sólo encontró ecos en la burguesía barcelonesa que entregó la ciudad a las fuerzas napoleónicas. La historia se repite, el pueblo llano es el que luchó en solitario por su libertad, traicionado y abandonado por sus elites. Por el contrario, la Inmortal Gerona, Tarragona o Tortosa, así como los somatenes y las partidas de guerrilleros, con sus gestas y sacrificios, manifestaban su más íntimo deseo: “Somos españoles porque somos catalanes y moriremos para que la Patria viva”. Las dos batallas de El Bruch son el reflejo del clamor de un pueblo que grita: “Catalanes hasta las entrañas, españoles como los que más”.
¡Separatistas!: os decimos que, acto tras acto, nuestra presencia en las calles romperá el silencio y la mentira que habéis creado. Vuestra Cataluña inventada, caerá ante la realidad de nuestra existencia
Hemos de aprender que frente a las imposiciones del nacionalismo, su anacrónica política de inmersión lingüística, su adoctrinamiento propio de la ingeniería social desarrollada en los países totalitarios, sus desprecios supremacistas, sus multas lingüísticas, sus constantes amenazas de segregación escolar o empresarial, su poderío en recursos económicos y medios de comunicación o su falsificación de la sociedad civil con subvenciones, frente a todo ello estamos aquí, nosotros. Cada uno de los aquí presentes es un timbaler. Nuestro tambor es nuestra voz imposible de acallar, nuestras armas son nuestro entusiasmo y el convencimiento profundo de que los que quieren eliminar la esencia de Cataluña son los autoproclamados separatistas.
Vosotros separatistas sois los “botiflers”, los “afrancesados”, los apátridas que inventáis falsas naciones para justificar vuestro egoísmo individual y colectivo. Vosotros separatistas sois los asesinos de Cataluña. Y esto lo decimos alto y claro, aquí, hoy y siempre. Cataluña sin España es un cuerpo sin sabia, languideciente y condenado a muerte. Pero los que aquí estamos -representado a la sociedad catalana- inocularemos vida a este Principado que tanto odiáis por lo que ha sido y debe seguir siendo. Y si queréis abandonar vuestro delirio autodestructivo, entonces mirad a los voluntarios catalanes que en El Bruch demostraron con su valía, sacrificio y vidas que la Catalanidad sólo puede ser una forma de Hispanidad.