18 de septiembre de 2024 1

En el Vía Crucis de Montejurra (Irache): la Hermandad de Caballeros Voluntarios de la Cruz celebra el 14 de septiembre

(Por José Fermín Garralda)-

¡Con el entusiasmo de los años mozos…!, porque Navarra tiene una Hermandad de Caballeros Voluntarios de la Cruz, que es canónica y celebra la Exaltación de la Santa Cruz el 14 de septiembre como su fiesta mayor. Lo hace peregrinando al Via Crucis del monasterio de Irache (Navarra), según sus Reglas o Estatutos.

Esta Hermandad la fundó mons. Marcelino Olaechea Loizaga en el monasterio de Irache (Navarra), donde tuvo su primera sede. La creó el 26-XII-1939, un bonito y significativo día. Lo hizo para que no se enervase el espíritu religioso católico de los navarros en la Cruzada, en momentos de una vasta reconstrucción de la Iglesia y sociedad. Los mártires trajeron una primavera en la Iglesia en vocaciones sacerdotales, religiosas y misioneros. Pero eso ya se acabó. Ahora llega al año 2024, año en el que la Hermandad sigue celebrando sin interrupción su gran fiesta anual.

La Hermandad celebra este día, con un nítido componente religioso,  acompañada por muchos amigos de todas las edades, preferentemente jóvenes de la asociación Cruz de Borgoña, a quienes se está muy agradecidos. También estuvieron los Caballeros Emilio de Sevilla y Jaime de Madrid. Un día brillante éste en Tierra Estella, que sucede las intensas lluvias del bochornoso fin de verano, mientras el sol suaviza un frío que anuncia el otoño.

Para la Hermandad, esta gran fiesta completa la invención de la Santa Cruz de mayo. Ya de mañana, una vez reunida la nutrida representación de caballeros en una de las campas, la Hermandad recibió a los muchos amigos que se sumaron. Juntos iniciaron el rezo (Reglas ,Art. 7), siguiendo el Via Crucis monumental de Montejurra, que será levantado por la Diputación de Navarra jalonando la pendiente y crestas de la Montaña hasta la cima.

Durante la ascensión, el frescor de la mañana se transformaba en  calor del mediodía, y el esfuerzo de la subida, los espinos y el aroma del romero hablaban de quienes dieron su vida por Dios y por España frente al comunismo. Respeten todos al menos lo que fue. Por olvidar esto último, como falsa exigencia de la democracia, hoy sufrimos como estamos. El comunismo cambió de estrategia pero camina hacia lo mismo (Wilhelmsen), como se constata a voces, aunque haya caído el muro de Berlín: nos avisaron pero no lo creímos. Sea lo que fuere, la Hermandad va a lo suyo, a cumplir sus Reglas o estatutos y a seguir adelante.

Hacia 1977 el Via Crucis lo ascendían veinte personas, casi todas hoy difuntas, entre ellos unos pocos jóvenes; en los momentos de mayor crisis de compromiso de la Hermandad hacia el año 2010, lo hacían tres, mientras que estos últimos años los asistentes se cuentan por muchas decenas que algún año han sobrepasado el centenar. Bien por ellos.

Quienes no pudieron subir la escarpada montaña, rezaron el Via Crucis en la explanada y mirador de Estella, ciudad y sede real. Ya abajo, dos grupos hicieron la visita cultural al claustro e Iglesia del monasterio, presidido por  Ntra. Sra. de Irache, donde las imágenes del abad San Veremundo y San José de Calasanz, fundador de las Escuelas Pías, flanquean el ábside central. Allí contemplaron la sacristía o sala abovedada, donde se fundó la Hermandad, que se abre lógicamente a la hermosísima iglesia.

A continuación, los peregrinos asistieron devotamente a la Santa Misa celebrada en el pueblo cercano de Ayegui, de donde fue alcalde don Trifón Larumbe, encomendándose en ella al P. Faustino Oteiza Segura, escolapio, beatificado en Roma el 1-X-1995.

La comida de Hermandad junto al monasterio de Irache, cerca de la fuente del vino, terminó en un prolongado rasguear y punteo de guitarra, y el acompañamiento de numerosos cantos populares para solaz de todos y buen ejemplo ante el público visitante.

Ya de vuelta, preguntamos: ¿qué es la Hermandad de Caballeros Voluntarios de la Cruz? Mira: es lo que has visto y vivido, con un componente básicamente religioso, católico y universal, a lo San Francisco Javier, al que los caballeros y damas tienen como “su hermano mayor”. Si la Iglesia y su nueva autoridad que es el Sr. Obispo –su capellán limosnero-, y si los navarros de bien, quieren conocer  la Hermandad, aproxímense a ella, y no la juzguen por lo que dicen sus enemigos que tienen la sartén por el mango, o bien por lo que sugieren los amigos de la comodidad ante todo, del qué dirán y del falso progreso, que se subordinan -quieran o no- a lo que socialmente más suena, lo que dicen aquellos. Y a eso no hay derecho.

Todos necesitamos la fiesta de la exaltación de la Santa Cruz, especialmente la Hermandad que la  celebra como indican sus estatutos. La Iglesia diocesana sabe que las distintas generaciones de Navarra han servido y sirven a la Santa Cruz en una gran variedad de circunstancias, desde las más favorables a las más conflictivas, que la Hermandad ha interiorizado con naturalidad, madurez y sin hacer bandera de conflicto. Desde su carisma, la Hermandad esta a la altura de nuestros días, aunque navegue contracorriente como tantos otros.

El objetivo de la Hermandad es un sublime deber de conciencia: aceptar la santa Cruz, identificarse con ella y llevarla con la inseparable ayuda de N. S. Jesucristo, con un estilo concorde a nuestros días, ante amigos, falsos amigos y esos enemigos empeñados en logar la ruptura generacional y de época de todo un pueblo como el navarro, ruptura que en el caso de aquellos no es creíble porque siguen en sus trece, según demuestran con intenciones y hechos. No hay por qué aceptar ese “cambiazo” artificial, hecho con malas artes y un prolongado engaño que anida fácilmente en espíritus cómodos y quizás algo acomplejados.

Como la ruptura de todo un pueblo es naturalmente imposible, sólo puede ser con engaño. Una manera de hacerlo es quebrar el símbolo. Así, parece que cayendo el símbolo, cae lo simbolizado. La Navarra resultante sería sombra de lo que fue, y su desorientación será bien aprovechada por los enemigos de su religiosidad y recia personalidad.

¡Con el entusiasmo de los años mozos…!, porque Navarra tiene una Hermandad de Caballeros Voluntarios de la Cruz. De los cantos rodados y entre el romeral, en ascenso hasta la cruz.

Una escena del fresco de Stolz en la cúpula del denominado Monumento de Navarra a sus muertos en la Cruzada

Fotos: JFG2024 En la imagen, con la Cristo de la Hermandad, don Nicanor Arbeloa, de Mañeru, hacia 1977.