El museo masónico madrileño
Quien quiera aprender simbología masónica lo tiene fácil en este madrid navideño. No encontrará belenes. Pero sí una variedad de extraños símbolos que nada tienen que ver con la navidad.
Cruces que están disimuladas con una esfera en el centro y trazos que recuerdan ramos de árbol, o la forma en que cristaliza el agua en nieve. Para que no quede duda muchas están rodeadas de circunferencias.
Pirámides por todas partes, como si de una celebración del antiguo Egipto se tratara.
Por supuesto conos que simbolizan el comienzo del conocimiento antes de la apertura total de nuestras mentes al gran arquitecto universal.
Desde luego extrañas figuras en forma de serpiente o de caballitos de mar.
Este extraño Estado laico quizás ha olvidado que retomar toda la parafernalia faraónica es, también, una forma de religión. Que el paganismo como doctrina es, también, opuesto al laicismo. Laicismo es neutralidad y eso no se nos ofrece. Por cierto, yo no quiero laicismo sino catolicismo. Ya tienen los carnavales ¿por qué quieren quitarnos nuestras fiestas? Y es que la codicia no tiene freno.
En definitiva. No hay navidad. Decidí buscar una hospedería de un convento. Muchas cierran en estas fiestas. La mayoría están llenas. Finalmente encontré una plaza libre en el Convento de las Trinitarias de El Toboso. Me considero afortunado: al final, aunque ya seamos pocos, sí podré gozar de la Navidad.