Crónica de un viaje en tren
Muchas veces cosas que son cotidianas y muy normales como es un viaje, son fuente de inspiración para escribir una crónica, así relato esta.
Subí al tren que parte de la ciudad del Turia (Valencia) y que pasa por la población de Cullera, donde tenía que bajar, me senté y enfrente de mi cogió asiento una muchacha, En otra población subió otra joven y se sentó al lado de esta, las dos no se conocían, hablaban por los móviles eran de nuestra tierra por su peculiar lenguaje el valenciano. La una era morena con el pelo largo, la otra rubia y de ojos claros, con el pelo recogido´, aparentaban entre diecisiete a dieciocho años, eran unas bellezas, pues aunque yo soy una mujer tengo que decir que me llamo la atención, ¿Pero quién de joven es feo? Sus caras y su aspecto destacaban, pensé que esta es la consecuencia genética que ha hecho posible la raza española, una mezcla de gente que desde la antigüedad vino de diversos lugares, y que ha hecho posible el aspecto racial de los españoles, desde los primeros pobladores hasta nuestros días.
Pero meditando en mi interior sentí pena. “¿Pero cómo estarán sus almas? ““¿Serán acaso tan bellas como su aspecto?”. Cuando sabemos que las nuevas modas, e ideologías se están valiendo de todos los medios para dañar la pureza de los jóvenes, y manchar la inocencia de los niños,por el hecho de que son seres vulnerables.Así y todo en España hay bastante gente joven sana y con valores, muchachos/as buenos estudiantes y trabajadores, que son nobles, educados, y de una gran humanidad.
Me acorde de Matilde, mujer de elevada cultura, aparte de ser muy religiosa y de mucha fe, ella me transmitió la bendición de la Virgen de Medjugorje. Era una gran amiga, fui durante veinte años, a su cenáculo de oración, ella era un libro abierto del cual aprendí muchas cosas de Dios, de esta buena católica, que tenía un gran amor a España de la cual decía que estaba muy orgullosa de ser española.
Mientras en el tren en que viajaba mi actitud, ante estas jóvenes fue que mentalmente les di a las dos la bendición de la Virgen de Medjugorje, para que nuestra Madre las guardara y las ayudara a seguir un buen camino en su vida, este que nos tiene que llevar hacia la casa del Padre.
Volviendo otra vez a esta fiel amiga Matilde, tengo que decir que estuvo muchos años viniendo todas las semanas desde Valencia capital , a la población de Cullera, donde tenía en su casa el Cenáculo o grupo de oración, allí varias mujeres rezábamos el Rosario, y leíamos los mensajes de Jesús y de la Virgen María. La señora Matilde dejo de venir, cuando su marido enfermo, yo hablaba con ella por teléfono largo rato todas las semanas, conversábamos cosas muy interesantes especialmente de temas espirituales. Después de la muerte del marido ella cayo enferma ya era bastante mayor y falleció, en un día muy señalado era el diecinueve de Marzo de este año, Dios se la llevo era la festividad de San José.
Me voy a permitir hablar de estos grupos los cuales se reza el Santo Rosario,y se habla de las cosas de Dios. Estos fueron pedidos por Jesús a varios santos, pero el que más impulso le dio fue el padre Pio de Pietrelcina, su finalidad era potenciar la fe desde las casas, y también como una preparación para el futuro en el cual según lo que esta profetizado, las iglesias se cerrarían por lo tanto la fe cristiana y católica, se conservaría en los hogares. Mas viendo la actitud de las instituciones políticas incluso de la propia sociedad en que vivimos, respecto a la iglesia Católica y a los creyentes, es de esperar que este hecho se convierta en una realidad.
Pensé también en esos momentos del viaje, en el sufrimiento de Jesús, su pasión y su muerte en cruz por amor a la humanidad, aunque el Hijo de Dios hoy en día sigue crucificado, porque en estos momentos en que vivimos mucha gente ha perdido la fe y se le ofende con sus pecados. Dios sufre por sus hijos y con palabras que se le atribuyes a San Francisco de Asís diré: “El amor no es amado”, esto está ocurriendo hoy, más que en ninguna época y Dios no se merece esto.
Bajé del tren y a pesar de estas reflexiones, iba contenta y feliz, llena de alegría con pensamientos positivos, porque aquel sábado tenía muchas cosas que contar a estas buenas amigas de Cullera, que no tienen la suerte que es la libertad de viajar, porque están en estos momentos muy ocupadas con sus obligaciones familiares. Di gracias a Dios por todo lo bueno que Él me ha dado, en cuanto a lo malo puedo decir que detrás de todo sufrimiento, están las gracias que recibes. Es como un camino de espinas que cuando pasas la prueba, te encuentras con una alfombra de rosas.
Mi corazón se llenó de confianza y de amor a Jesús Nuestro Salvador, e interiormente estaba convencida de que el Señor jamás abandonara al hombre, sino que se valdrá de lo que sea para que su criatura vuelva su mente y su corazón a su Creador.
Que Jesús y la Virgen os bendigan, Gracias
Un comentario en “Crónica de un viaje en tren”
Penelope SG
Un relato emocionante que demuestra la gran verdad de las cosas cotidianas que tan a menudo somos incapaces de apreciar presas de las prisas y la incertidumbre que nos vuelven sordos y ciegos a la vida misma. Gracias por tu relato María José