Bendita sea tu pureza…
Cercanos a la festividad de la Inmaculada concepción a la que tomamos como modelo de pureza y madre sin mancha, veo muy a propósito hablar de esa pureza, pudor y lo que se ha llamado buenas formas y que con motivo de lo que hay en las redes sociales me disponía a comentar, llevamos mucho tiempo en que nos llegan por estos medios noticias y correos donde nos solicitan un sencillo me gusta y muchos tienen en común el desnudo, empezaron con los bomberos, que se desnudan y se fotografían para sacar dinero para tal y cual causa benéfica, luego vienen las gordas, o señoras entraditas en carnes que posan desnudas para decir que ellas también son muy bellas, a estas les siguen las mujeres operadas del pecho a las que vemos también sin ropa, porque parece ser que si no se desnudan no nos merecen consideración y no se pueden sentir tan válidas como cualquier otra. Otras son las mujeres amantando a sus hijos. Antaño la madre se ponía en un rincón o con un pañuelo se cubría y con toda naturalidad se disponía a alimentar a su criatura, ahora necesitan desnudarse para decir qué maravilloso es el hecho de alimentar al infante.
No estoy hablando de una pornografía abierta o franca, ésta está encubierta, la vemos y en muchos casos ni nos damos cuenta, si lo comentamos nos dicen que no es para tanto. En otras, el caso es el ataque al burka en la playas y ponemos en contrapunto a las mujeres europeas en “toples”, con ello no defiendo el burka, pero de ningún modo me parece que podamos compartir esas imágenes.
Como vemos, los fines son positivos y buenos, pero no los medios, otros son tan solo excusas para enseñar un desnudo haciéndonos que entre por nuestros ojos de una manera natural y como he dicho antes, tan solo con darle a un me gusta o compartiendo el correo de turno nos convertimos en cómplices de difundir propagar y aceptar lo inaceptable, porque dándole a la tecla hacemos nuestra toda esta basura revestida de noble causa, y hay que ser muy cuidadoso con ello, y no darle a la tecla cuando con esta acción estamos colaborando con esta campaña más o menos silenciosa o mimética.
Miremos a nuestra Madre del Cielo y recitémosle aquello de: Bendita sea tu pureza/ pues todo un Dios se recrea en tan graciosa belleza. Todo un Dios se recrea, todo un Dios se recrea…
Como lo pienso lo escribo.