12 de septiembre: Fiesta del Dulce Nombre de María
Por ser la fiesta del Dulce Nombre de María he desayunado con un cruasán.
El 12 de septiembre de 1683, una liga de cristianos alemanes y polacos, principalmente, derrotaron a los turcos en las montañas de Kahlenberg y les obligaron a abandonar el sitio de Viena. En agradecimiento a la Santísima Virgen, el Papa fijó esta fecha con la fiesta del Dulce Nombre de María que ya se venía celebrando, en distintas fechas, en muchos países católicos.
Los vieneses, para festejar la victoria, dieron forma de media luna – símbolo de los musulmanes – a los bollos de mantequilla. Se difundieron por toda Europa con el nombre francés de “croissant”.
En su retirada, los turcos abandonaron su intendencia, en la que figuraba el café en grandes cantidades. Los vieneses se aficionaron a tal bebida. De ahí la proliferación de locales denominados café, en Viena.
Fray Marco d’Aviano, capuchino italiano, era, a la sazón, consejero del Emperador Leopoldo. Tuvo una importante influencia en le Victoria. Se dice que fue el inventor del café con leche. Una variedad del mismo es el “capuchino” difundido por toda Europa y que debe su nombre a la familia religiosa de su inventor. Fray Marco ha sido beatificado en 2003 por San Juan Pablo II.
Me ha parecido que un carlista debe conmemorar una victoria de la Cristiandad contra el enemigo musulmán. Por eso lo he hecho desayunando un cruasán. Pienso que debemos adoptar actitudes y modos de acuerdo con lo que somos y profesamos. Eso hace también los enemigos. Por eso propongo a nuestros correligionarios que, en años sucesivos, conmemoren este día tomando en el desayuno el correspondiente cruasán.
Así resaltaremos el hecho de que el Carlismo representó en España algo más amplio que lo que puede dar a entender su bisecular lucha -militar y política, contra el liberalismo español.
Zortzigarrentzale.