“NI SEPARATISTAS NI SEPARADOS” por María José Bou Bertomeu
En estos meses hemos sido testigos, los españoles, de nuevos acontecimientos no demasiado favorables a la unidad de España, se trata del independentismo catalán.
Yo personalmente el hecho de hablar y pertenecer a una lengua y cultura que es la valenciana, diferente a la castellana, y a la catalana, aunque en esta última haya similitudes, y basándose en estas se
pretenda que los dos sean la misma. Pues ha habido mucho empeño por el independentismo que el catalán se arraigue por medio de la educación, en la comunidad Valenciana, con el fin de que esta se anexione a Cataluña.
Después de unas reflexiones escribo este artículo: “Ni separatistas ni separados”.
Tristemente el catalanismo, ya hace muchos años que se está introduciendo, en nuestra comunidad, y el fruto de la siembra de está cizaña, ya se está viendo, y mientras se siga trabajando en este objetivo a un se verá más. Por tradición e historia nunca los valencianos fuimos separatistas, desde siempre nos hemos sentido españoles. Pero una cosa somos los mayores, y otra las nuevas generaciones, pues se da la circunstancia que desde las escuelas hasta las universidades, se enseña y educa para catalanizar, a la sociedad valenciana. A la juventud no la considero que sea una ignorante, pero lo que está claro es que tanto los niños como los jóvenes, son fáciles de moldear para bien o para mal, especialmente por estos que legislan todo, y que desde siempre nos han gobernado el PP y PSOE. No digamos de los nuevos partidos políticos, pues ellos persiguen el mismo fin.
Si bien miramos, desde el individuo, la familia y las sociedades somos diferentes, pues cada uno tiene unas señas de identidad. Unos tenemos una afinidad hacia un grupo de personas, por nuestra forma de ser y de pensar, otras veces son los ideales políticos o religiosos. Pero una cosa muy significativa es la lengua o cultura de un colectivo, como puede ser el valenciano y digo esto porque yo pertenezco a él. Sin duda las diferencias marcan, y al mismo tiempo unen al grupo que las tienen., si fuéramos razonables veríamos en ello lo enriquecedor que es. Tengo la experiencia de que cuando era muy joven, era una gran defensora de mi lengua materna la valenciana, sobre todo en aquellos que la atacaban. Porque no se daban cuenta que esta forma de expresarte tan peculiar, forma parte de tu personalidad y que tienes tanta intimidad con ella, que tratarla despectivamente te ofende.
La unidad de España, no se soluciona con que todos los españoles, hablemos habitualmente el castellano, o español. Si todos lo habláramos los enemigos de España, siempre buscarían un motivo o una razón, para desunirla. Aunque también digo que conforme maduras, te das cuenta que lo más importante son las personas, y que solo desde el amor y la comprensión, puedes entablar una profunda amistad con otros, que son diferentes por su lengua o cultura, incluyo a ello a los extranjeros, aunque en este artículo me refiero a los nacionales, Es más se hace un favor a la unidad el hecho de que en nuestra patria, existen buenas personas en todos los lugares.
Aceptar la diversidad no es fácil, excepto el euskera las otras lenguas aunque su origen es el latín, son tan nuestras que no podemos considerarlas, como un producto de importación. Porque en cada región durante decenas de generaciones se hablaron, y se transmitieron de padres a hijos, por lo tanto su esencia es España. Sí que es de verdad que por lógica tiene que haber una lengua oficial, en este caso es el castellano o español, el que sirva para entendernos todos más yo opto por ello. Pero también es necesario aceptar las diferencias. Porque los buenos valencianos, catalanes, navarros, vascos, gallegos mallorquines…….que somos bilingües y que no tenemos en la mente el separatismo, tampoco nos gusta que nos separen. Más yo diría que ser español, más que en las palabras se lleva en el corazón.
Dios es continua creación y el ser humano, no lo crea salido de la fábrica, las diferencias lingüísticas son consecuencia de la historia, y en ella Dios camina con nosotros, esto me hace pensar, que aunque muchas veces no lo comprendamos, Él lo ha hecho posible. El diablo es división cualquier cosa vale para dividir, matrimonios familias, naciones. Dios es unión, y al mismo tiempo diversidad, si Él ser Divino que está en el cielo permite diferentes formas de hablar, es porque en su raíz es bueno.
Hay que entender que la razón de ser de España, y su unidad fue la cristiandad, y que en estos momentos tanto los que nos gobiernan, como el pueblo han apostatado de Dios, he aquí la mayor causa del separatismo. Los españoles debemos de estar con Él, por eso debemos de volver a nuestras raíces cristianas. Recemos pues, con frecuencia y en especial el Santo Rosario, por la conversión de los nacionales, y de todos los que viven en nuestra tierra. Cristo es perdón y amor, estas dos cosas puestas en el corazón del hombre, en unión con el corazón de Cristo, es lo que unirá a esta gran nación llamada España.