Los impresentables de Podemos y los ateos constitucionalistas contra José Manuel Maza
EDITORIAL – Que José Manuel Maza haya muerto repentinamente solo puede producir en un ser humano con decencia compasión. José Manuel Maza era el Fiscal General del Estado, y su cargo era de máximo nivel dentro del Estado liberal-semitotalitario en el que nos encontramos. Pero su muerte no tiene nada que ver con su cargo, sino con su dignidad fundamental como persona. Las masas podémicas se quejan de que “muere un represor y no podemos hacer sátira … volvemos a tiempos oscuros”. Ese es su proyecto político: la violencia social en el pueblo quede fracturado en enemistades y guerracivilismo. Los partidos constitucionalistas no son mejores, con su visión laica de la muerte, en la que no solo se evita la consideración cristiana, sino que también se evita todo consuelo trascendente. Es un tipo de ateísmo práctico, en el cual Maza es el que menos importa. Y eso nos debería de preocupar. ¿Una vez muerto, que importan los elogios de unos a su vida “de dedicación al Estado” y las críticas de otros por “ser un opresor”. Nosotros, que nos preciamos por nuestra diferencia contestataria y cristiana, elevamos una oración por Maza. Y usando verdaderamente la manida expresión: Descanse en Paz.