Rodrigo Duterte, presidente de Filipinas: “Si tengo hijos que estén involucrados en las drogas, mátenlos”
El Presidente de las Filipinas, Rodrigo Duterte, está en medio de una sangrienta lucha contra el narcotráfico. Algunos han calificado esa campaña de asesinatos extrajudiciales y linchamientos como un “reino del terror”. Por eso, la noticia de que su hijo Pablo Duterte está implicado con mafias chinas en el tráfico de metanfetaminas es un mazazo para su liderazgo. A pesar de todo ha asegurado:
“Si tengo hijos que estén involucrados en las drogas, mátenlos. Así la gente no tendrá nada que objetar”
“Mi orden es matarte, si llegas a ser arrestado. Procuraré que la policía se ocupe de matarte si eso es verdad”
El senador Trillanes ha declarado que posee información, suministrada por servicios de inteligencia de un país extranjero, que probaría la vinculación de Pablo Duterte con el crimen organizado.
La Conferencia de Obispos Católicos de Filipinas rechazan este comportamiento gubernamental ya que el asesinato va en contra de la moral fundamental y natural dada por Dios a los hombres. Asimismo se lamentan de las declaraciones del Presidente del país hispano, en las que dice que está “feliz de matar a 3 millones de drogadictos”.
Como apunte, la pena de muerte no es asesinato en la medida en que consiste en el correcto ejercicio proporcionado de la fuerza contra aquel que ha cometido actos delictivos contra la comunidad, comprometiéndola de tal manera haciendo que la solución del problema deba suponer la muerte del individuo. Es legítima defensa. Pero en ningún caso puede darse fuera de un decisión y un juicio justo. No debe ser tomado como una medida preventiva sino como una pena. Lo contrario es estado de guerra