Los italianos cada vez más recelosos de conceder la nacionalidad a los hijos de los inmigrantes
Los italianos comienzan a cansarse de la inmigración. El país transalpino, por su cercanía con las costas del norte de África, ha sido tradicionalmente receptor de miles de recién llegados, pero en los últimos tiempos algo ha cambiado. Seguramente la crisis económica y la política de refugiados llevada a cabo por Bruselas.
Pertenecer a un país, a una patria, no es un simple trámite legal. En realidad, es participar del trabajo que generación tras generación ha permitido que un pueblo salga adelante en la historia. Los italianos empiezan a comprender una verdad fundamental que se había perdido en el antes boyante Estado de Bienestar. Que no podemos dilapidar nuestra hacienda ni acoger indiscriminadamente a extranjeros, porque la casa hay que mantenerla. La caridad expansiva, con el prójimo más lejano, empieza cuando el prójimo cercano, los vecinos de nuestros barrios y nuestros municipios tienen lo necesario. Por otra parte, conceder la nacionalidad indiscriminadamente a inmigrantes y a hijos de inmigrantes es un modo de dilapidar la propia cultura y olvidar las raíces de nuestro pueblo.
¿Cuándo nos daremos cuenta de esto en España?
MÁS INFORMACIÓN:
https://gaceta.es/europa/italia-rechazo-nacionalidad-inmigrantes-20170703-0650/