Agenda: Celebraciones con ocasión del día de la Dinastía Carlista (4 de noviembre)
Llegan a esta redacción algunas de las celebraciones que distintas entidades carlistas convocan para celebrar el 4 de noviembre, festividad de San Carlos Borromeo, día de la Dinastía Carlista.
En Madrid el Centro de Estudios General Zumalacárregui y el Círculo Carlista San Mateo invitan a la celebración del acto anual de la Fiesta de la Dinastía Legítima:
La Santa Misa, se celebrará, D.m. en la Iglesia de San Fermín de los Navarros de Madrid
(Paseo Eduardo Dato, 10) a las 8.40 de la tarde
En Valencia el Círculo Cultural Aparisi y Guijarrro ofrecerá una cena fría y tertulia política en el Día de San Carlos Borromeo, Patrono de la Dinastía Carlista. Se trata de un Acto abierto a socios y amigos del Círculo y militantes y simpatizantes del tradicionalismo carlista. Dirección: Les Garrigues, 1, 5º. (Avisar al 616 025 768 para reservar cubierto).
En Pamplona la Junta Regional Carlista de Navarra (CTC) invita a la Santa Misa que tendrá lugar el viernes 4, a las 20:00 horas en la capilla Juan Pablo II de la parroquia de San Nicolás de Pamplona.
En Ermua (Vizcaya), la celebración se retrasa al domingo 6 en que la Sociedad 26 de Abril celebrará su tradicional comida de hermandad. (Más información en el teléfono 636 584 659).
MONARQUÍA DE VERDAD
por R. de Argonz
La monarquía de España o las Españas es eminentemente popular. Defendió al pueblo llano, al vecino débil, a la familia, las instituciones sociales y laborales, los sindicatos libres y no politizados, la personalidad municipal y los comunales, la verdadera representación social.
Defendió a las llamadas clases trabajadoras -urbanas y rurales-, la propiedad individual, colectiva e institucional, y el salario familiar para que todos los miembros de la familia viviesen dignamente.
Se opuso a la desamortización o latrocinio de los bienes de las instituciones asistenciales, municipales y de la Iglesia.
Ello es correlativo a su carácter de monarquía católica. Se tomó muy en serio la Doctrina Social de la Iglesia, y también por eso sus reyes fueron admirados y amados, en oposición a la denominada “monarquía” liberal o liberal-socialista, que –mera apariencia de monarquía y sujeta a cambios y recambios tácticos- nada hace, vive del cuento, “reina” con la ley del aborto, y se sujeta sumisa a las grandes finanzas y a los centros del poder internacional. Una caricatura tal de monarquía es lo mismo que una República.
Sea cual fuese la realidad sociológica, las cosas claras y el chocolate espeso.
Más: “Ahora, al pobre pueblo se le ha chupado la sangre y dejado desnudo… En cambio, para engañarle se le ha puesto sobre la cabeza una corona… de espinas” (Aparisi y Guijarro).
Testamento político, Loredán, 6-I-1897.
por Carlos VII
“¡Adelante, mis queridos carlistas! ¡Adelante por Dios y por España! Sea ésta vuestra divisa en el combate, como fue siempre la mía y los que hayamos caído en el combate, imploraremos de Dios nuevas fuerzas para que no desmayéis.
Mantened intacta vuestra fe, y el culto a nuestras tradiciones, y el amor a nuestra Bandera. Mi hijo Jaime, o el que en derecho, y sabiendo lo que ese derecho significa y exige, me suceda, continuará mi obra. Y aun así, si apuradas todas las amarguras, la dinastía legítima que nos ha servido de faro providencial, estuviera llamada a extinguirse, la dinastía de mis admirables carlistas, los españoles por excelencia, no se extinguirá jamás. Vosotros podéis salvar a la Patria, como la salvasteis, con el Rey a la cabeza, de las hordas mahometanas y huérfanos de Monarca, de las legiones napoleónicas. Antepasados de los voluntarios de Alpens y de Lácar, eran los que vencieron en las Navas y en Bailén. Unos y otros llevaban la misma fe en el alma y el mismo grito de guerra en los labios”.
“Nuestra Monarquía es superior a las personas. El Rey no muere. Aunque dejéis de verme a vuestra cabeza, seguiréis, como en mi tiempo, aclamando al Rey legítimo, tradicional y español, y defendiendo los principios fundamentales de nuestro Programa”.