Una reflexión para todos desde San Miguel de Aralar (Navarra). XXXIIª peregrinación carlista
Concluida la XXXIIª peregrinación carlista a San Miguel de Aralar, diremos que el día ha sido de niebla espesa, sin la cual otros años ha brillado el sol con la mayor intensidad. Esta vez, sin lluvia ni frío, casi no se veía, y eso que era el 27 de junio.
Quizás esta niebla sea representativa de la oscuridad en la que están cayendo nuestros compatriotas, y que también a nosotros acecha. Pues a cuidarse.
La de San Miguel de Aralar es una peregrinación de familias. Los objetivos de la peregrinación son el agradecimiento y petición a San Miguel, reafirmar cada persona y familia –que ninguna interferencia ni dirigismo debe temer, todo lo contrario, formando Comunión-, y tener muy requeté presente la sociedad y la política, desgraciadamente tan menospreciada y tergiversada por el Liberalismo.
A las 13:30 del domingo se asistió a la Santa Misa celebrada para los peregrinos por el capellán del santuario. La imagen del arcángel estaba, restaurada y custodiando el lignum crucis, delante del ambón de la Palabra. Con la imagen-reliquia, el sacerdote bendijo a cada uno de los asistentes al final de la Santa Misa.
El almuerzo se realizó en el refugio y el restaurante o jatetxea, con gran éxito gastronómico. A los postres todos se reunieron en la cristalera del restaurante para hablar. Alguien tomó la palabra para recordar el objetivo de la peregrinación, agradecer a los presentes la asistencia y excusar a los muchos ausentes este año por diversas circunstancias. Cuando acudan todos los que vienen uno u otro año, llenaremos la montaña. Nuestro sino es la falta de quorum en reunir a los que son y están cerca. Hay otras presencias más esporádicas, otros no pueden acudir aun deseándolo, y los hay que aun mirando con profunda simpatía esta peregrinación carlista, nunca han dado el paso de abandonar la comodidad generalizada en nuestros días. Así estamos: con eutanasia y todo, y con una sociedad paralizada. Tales, que luego no se quejen, y desde luego se pierden el hecho de rezar, rezar aquí, el reunirse con los amigos y otros nuevos, vivir el ahora y preparar el mañana.
El presidente de la Comunión Tradicionalista Carlista de Navarra preparó las siguientes palabras, diciendo de ellas lo que convino:
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“Queridos amigos:
“Os agradezco mucho que hayáis venido a la sierra de San Miguel de Aralar. Tomaré un perfil bajo en la palabra, porque es evidente que no llenamos la montaña.
“Este es un lugar para privilegiados, aquellos que con algún esfuerzo han roto la comodidad, subiendo en coche a este precioso santuario construido en el s. XII y que nos acerca un poco más al cielo. La espesa niebla realza más este bellísimo santuario y la histórica leyenda de Teodosio de Goñi, encadenado por sus grandes pecados, suplicante ante la aparición del dragón que le iba a devorar, y liberado por San Miguel de sus fauces y de las cadenas que arrastraba.
“Pero sobre todo éste es un lugar para privilegiados –así nos sentimos, como cualquiera puede sentirlo- porque sabemos lo que significa el grito, auténtico clamor prolongado hasta el abismal conflicto de hoy, de San Miguel in Excelsis. Este grito se prolonga en la apocalíptica batalla que se está librando en nuestros días y delante de nuestros propios ojos, entre la santidad del Bien, la Verdad y la Belleza, como fruto de la Redención, y, por otro lado, el mundo del pecado y la negación, batalla avisada por nuestros mayores hace unos cuarenta años.
“Al mencionar a nuestros mayores, me refiero a don Ignacio y don Miguel, a don Álvaro, a Teófilo, Felipe y Santiago, a Mª Carmen Lafuente y Ana de la Quadra-Salcedo, a los Javieres y los Félix, a Carlos, José Mari, Luis, Ángel y tantos otros. Y todos sabemos cuál fue el grito de San Miguel, que llenó los cielos frente a la negación de Luzbel y sus demonios: Quién como Dios, Nor Jaungoikoa aña? Nor Jaungoikoa bezala? ¡Nadie como Dios! Entre él y San Juan Pablo II que tanto insistió en el “no tengáis miedo”, el profeta Baruc animó a los israelitas a no temer a los falsos dioses, que hacen el mal, producen vergüenza, y llenan a todos de impostura y oprobio:
“Así que no se puede creer ni pensar que sean dioses, cuando no pueden hacer justicia ni proporcionar bien alguno a los hombres. Sabiendo, pues, que no son dioses, no los temáis (…) Son incapaces (…) Por ningún lado, pues, aparece que sean dioses. Así que no los temáis” (Baruc 6, 59-68). “Como un espantajo (…) finalmente ellos mismos serán carcomidos y quedarán hechos una vergüenza en el país. Mucho más vale, pues, el hombre justo, que no tiene ídolos; él será preservado de la vergüenza” (Baruc, 6, 69-72). “Los mismos autores (de los dioses) no duran mucho tiempo, pues, ¿cómo van a ser dioses los fabricados por ellos? Sólo impostura y oprobio han dejado a su posteridad” (Baruc, 6, 46).
¿No tienen estas palabras veterotestamentarias una total actualidad? ¿No reflejan totalmente nuestros días?
“Aquí estamos nosotros, guarecidos entre las calcáreas y recortadas peñas de la sierra de San Miguel, que coronan las laderas boscosas y esmeralda formadas por hayas, como recia y natural antesala de aquellos otros lugares marianos, más amorosos y lindos, como El Pilar de Zaragoza, Lourdes y Fátima –todos ellos reconocidos por la Iglesia-, y las devociones populares y apariciones más recientes de Ezquioga (1931-34), Garabandal y hoy Medjugorje, con sus hechos y mensajes….
“Muchas familias fieles a la peregrinación carlista de San Miguel, no han podido venir y han excusado su ausencia por operación y enfermedad, viaje familiar, edad, funeral, y celebraciones… En total casi ascienden cinco decenas de personas. Este núcleo más los asistentes de hoy, se irradia hacia otras familias y nombres también convocados a ésta 32ª peregrinación. Si otros, siempre fieles, no vienen desde hace algún tiempo por motivos de edad o salud, descontamos a quienes han fallecido como Miguel Garisoain y su esposa Mª Eugenia, Javier Morte, Felipe Vives, Félix Igoa y otros veteranos de Echarri Aranaz -los Maiza e Ijurco-, algunos de Bilbao y San Sebastián, el P. Juan Bautista Luquin y otros muchos, a quienes recordamos con afecto y admiración. A su vez, la periferia de la Comunión sin duda se debatirá tentada –son los riesgos de toda periferia- al codearse en un ambiente social de sopor y paralización general.
“Para compensar el número con la calidad, tenemos entre nosotros a don Ángel Armentia, su esposa, e Inmaculada, venidos de Álava, a Manuel procedente de Vizcaya y del nuevo círculo carlista en Tolosa, y al presidente de la Comunión Tradicionalista Carlista don Telmo Aldaz de la Quadra-Salcedo. Quisiéramos haberles recibido con nuestra presencia al pleno, pero nos perdonarán que este año las circunstancias hayan sido diferentes.
“El tiempo va pasando y hay que preparar el relevo generacional, que está en los muchos niños que se pueden juntar los padres que aquí acuden, y en los campamentos Cruz de Borgoña, cuyos miembros este año no han podido subir a San Miguel desde el pueblo de Madoz. Así que hay cantera.
“Es la ocasión de agradecer especialmente a don Ángel Armentia Salazar por su constancia e ilusión, y por el esmero y el detalle que siempre pone en lo que hace, al convocarnos puntualmente a los Actos de Haro (La Rioja) en la festividad de Santiago Apóstol el 25 de julio, y sobre todo al Via Crucis de Isusquiza (en Landa, Álava) en septiembre. Lo ha hecho durante muchas décadas como “Círculo Tradicionalista Cultural San Prudencio de Álava”, Obispo Patrono de dicha provincia, llamado el Pacificador y natural de Armentia. También va por el nº 176 del boletín “El Babazorro”, que recibimos puntualmente y aúna sencillez y primor en su elaboración. Con él, nos acordamos de José María Centeno y de tantos otros. Don Ángel acude con cariño a la llamada de Silvestre Zubitur en Leiza, allá en el mes de agosto, a la que siempre acudió Silvita Baleztena. Por todo lo dicho y más, se merece el homenaje que por el covid-19 todavía no le ha llegado. Por eso pedimos hasta entonces y como reconocimiento de su buena y ejemplar labor, un sincero aplauso.
“Un homenaje pendiente también para don Miguel Ángel Garisoain Fernández, que junto con Santiago Arellano valoró la actualidad de la peregrinación a San Miguel de Aralar, al grito de Quién como Dios?. Hay un libro escrito sobre la labor carlista de Miguel Garisoain en Navarra y el resto de España, ocupando las más altas responsabilidades, que tiene que pasar lógicamente algún filtro por tratarse de cosas de nuestros días.
“Nuestra XXXIIª peregrinación familiar tiene como objetivo consagrar la Juntas tradicionalistas o carlistas a San Miguel, reconociendo nuestra poca Fe, en la que pudiéramos ser particularmente tentados. Reconociendo también que no rezamos todo lo que debiéramos, que Satanás es un muerto viviente, vencido, y que está desesperado como lo prueba la arremetida que estamos sufriendo desde unos años acá. Una arremetida ésta que pone a prueba nuestra Fe.
“Pues bien, San Miguel nos reconforta, nos da fuerza y ánimo para ir luego a nuestras ciudades y trabajar en todos los ámbitos, incluido el social y sobre todo el político, que tan abandonado está por culpa del olvido de la tradición y el dominio del Liberalismo. A través de la pésima política del Liberalismo –primero engañosa y luego asesina-, han entrado todos los males en cascada hasta la mayor corrupción actual.
“El ámbito político es muy propio de los carlistas desde 1833. Podremos hacer poco o mucho, pero la semilla, el crecer y el triunfo es sólo de Dios. Nos debemos a nuestros hijos, a la sociedad, y a España, y con eso nos basta. De ahí nuestros trabajos. Tampoco podemos depender de lo que hagan los demás, pues si todos actuamos como principio detrás de alguien, nadie haría nada. Así podremos ser personas completas, transmitir soluciones, ser faro que ilumine derrotas y caminos, siempre en la medida de nuestras posibilidades, que son mucho más de las que parece”.
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A continuación, intervino el presidente de la CTC, Telmo Aldaz, que –recogemos de memoria sus palabras- agradeció la invitación a la cumbre de San Miguel, mostró que la tradición española se denomina Carlismo, y encareció la fidelidad a los padres, que tanta razón tenían según la actual situación en la que ha caído España. Como observador nato, dio razón de ser la hora de las realidades de Dios, Patria, Fueros y Rey. Muchos desean tenerlas como guía, pero como todavía no pueden, envidian a los que creen en ellas. Otros comienzan a desperezarse y a vislumbrar la necesidad de decir de una vez las verdades del barquero, que se recogen en la tradición católica y española. Siguen acercándose los que son y se auto descubren como tales, que suelen ser los que tienen más empuje y son activos, mereciendo nuestra total confianza. (Nos fijamos que Manuel estaba muy atento a todo ello). Es la hora de la tradición española, del Carlismo como realidad y servicio.
A continuación se presentaron las banderas que se llevaban: las de Cruz de Borgoña, Navarra (laureada), y la de España con el corazón de Jesús en su centro. Se cantó el Oriamendi y a continuación se fue a rezar el Santo Rosario en la basílica, para realizar después la consagración de las juntas carlista a San Miguel de Aralar, donde se habla de la civilización del amor, se pide sagacidad y firmeza ante los males presentes, y se suplica compasión y misericordia.
En el libro de crónicas del santuario se dejó escrito: “Nor Jaungoikoa bezala? Arcángel San Miguel: En nombre de la Comunión Tradicionalista Carlista te imploramos protección y socorro, ante las tremendas acechanzas del maligno, siempre vencido pero cuyo rugido parece que ensordece hasta nuestras montañas y ciudades. Postrados a tus pies, ante unos Estados que no quieren postrarse, ruega por nosotros ante el Altísimo. Firma. Pte. CTC de Navarra. 27-VI-2021”
En el caso de España como herencia y ansia, España brilla como San Miguel para quien anhela ver, porque los frutos de nuestra Patria son la bondad y el buen ejemplo, así como las buenas obras de nuestros padres y abuelos, bien enmarcadas y siguiendo un hilo argumental que nos configura básicamente.
Eso de la soberanía nacional es un timo, son pamplinas propias de la perversa utopía de partir siempre de cero, llenos de soberbia, donde todo se desorienta, enrarece y se pone en entredicho como si no hubiese realidades como tales son muy exigentes e intangibles. Todo se saca de quicio por endiosar la mera voluntad. Da la impresión que nadie cree en nada. El sistema establece la igualdad de todo ante la Ley (utopía insostenible de la que los socialistas y liberales se desdicen continuamente), y da carta de ciudadanía a lo más atrevido, que con las trampas de la partitocracia accede a rango de ley. Y luego que nadie diga lo contrario. Aquí se aplica el refrán de río revuelto ganancia de pescadores, es decir, de las oligarquías que dividen, expulsan a la gente válida, se alejan de la realidad, y al fin mangonean la política para instalarse definitivamente si son masones, marxistas y separatistas llenos de utopías.
El mal corrompe, sólo el bien tiene futuro, y el pueblo ve pasar los cadáveres de los charlatanes… que arrastran hasta el de toda una generación. San Miguel no permita estos males y sufrimiento.
Desde la convicción y la sencillez, con el Dios, Patria, Rey, ¡aurrerá!
Erruki bekigu Jainkoa, bedeinka gaitzala,/ ager diezagula aurpegi alaia;/ ezagutu dezaten lurrean zure bidea, / heri guztietan Zugandiko salbamena” (67, salmoa)
“Que Dios tenga piedad y nos bendiga,/ ilumine su rostro sobre nosotros; / conozca la tierra tus caminos, / las naciones tu salvación” (Salmo 67)
José Fermín Garralda. Pte. CTC de Navarra. 27-VI-2021