Nueva fagocitación del pueblo español por el PP…: “Todos unidos y no partidos”
(Por José Fermín Garralda) –
Lo primero de todo… nos importan los españoles. La manifestación del 21 sólo cuenta para nosotros porque expresa que muchísimos españoles están hartos del Frente Popular de hoy, más allá de la Constitución y del sistema sociopolítico actuales. Y ésta expresión de hartura es comprensible y justa.
Otra cosa son los compañeros de viaje y los lemas exhibidos en los que PP, Vox, Ciudadanos defienden el sistema vigente. De hecho, solo los partidos políticos tienen voz política para “bendecir”; y esto, como todos saben, no está -por doble motivo- nada bien.
Pero ocurre que las circunstancias actuales, que son límite o extremas, quienes rechazan el actual sistema también podrían estar -y estaban- presentes en la plaza de Cibeles y vías de acceso. Y aquí está el lío: quién dice qué y por qué.
Lo peor es que no pocos españoles no saben qué es lo consistente e innegociable, qué hacer a futuro, ni a dónde agarrarse con éxito, ni cómo salir de la situación (recuerden el “affaire” de Suárez, luego de Aznar, y con Jajoy “a tope”). Y no saben porque nadie se lo dice, pues es difícil competir con los políticos que fagocitan la voz social.
Si los españoles al manifestarse se agarran al hecho de detener y embalsar el mal… eso es malo y aún peor. Como lo es.
Si los españoles al manifestarse se aferran a un sistema que provoca este dar tumbos, de tumbo en tumbo, el tribunal constitucional puede declarar que tales tumbos son del todo constitucionales. ¿Por qué? Porque en la Constitución nada hay firme, el papel todo lo aguanta, y no tiene instancia, ni referencia, ni revalidación moral externa. Cualquier caradura en el poder, se juzga a sí mismo, reparte monedas, y ya se cree justificado. Llegado al caso límite de soltar terroristas y golpistas, ayudar al separatismo, indultar a corruptos, sacar a la calle a violadores, arruinarnos descaradamente, comprar votos…, nada hay que se demuestre si el Gobierno manipula, si no se quiere ver, y si la praxis política está corrompida. Como lo está desde hace mucho tiempo, pues se ha caído en el “todo vale”, en la manipulación, en el comprar votos, en la mentira compulsiva o “cuca”… ante un liberal-socialismo que no es representativo.
Si los españoles al manifestarse se agarran a un clavo ardiendo, lo hacen a un clavo clavado en el corazón de la sociedad, esto es, el sistema vigente, que promueve engaños y trampas mil. Como los promueve.
Lo segundo. Pues lo último que deseamos en la práctica es el PP, por mentiroso. La mentira empeora el mal -que de por sí es mentiroso- hasta el extremo. Con él, esto es un ir muriendo cada día, sin tener por qué. ¿El recambio es un PP abortero y todo lo malo, salvo que permitirá a los centros educativos y profesionales de la sanidad y educación hacer “fintas” a la ley para evitar que ésta vaya directamente contra ellos? Ante los mismos perros pero con distintos collares, llevamos muchas décadas caídos en enormes errores políticos que siempre exigieron una inmediata corrección.
Lo tercero es que Feijoo no se lo cree ni él. Leemos que Núñez Feijóo (PP), ha dicho al presidente Sánchez, que “cuando por la mañana te das cuenta de que no entiendes lo que está pasando en tu país es el momento de abandonar la política“, y ha pedido a los suyos “coger el relevo de la calle” que ha “abandonado” al secretario general del PSOE.
El oportunismo pepero es increíble, porque el Frente Popular concebido es capaz de hacer muchas manifestaciones que los españoles hartos, manifestaciones más rotundas, en mayor número y mucho numerosas, que ésta del sábado 21. Y eso que fue una “manifa” guapa de gente -sólo me fijo en ésta-, muchísimo más que de líderes cuya procedencia ya conocemos. Haber dejado la calle a la izquierda y ultraizquierda y terroristas durante tantos años, pasa la factura de no creérselo ni el tal Feijóo. Y cuando suena a falso, el falsete no atrae, todo lo contrario: paraliza.
El oportunismo pepero es moneda corriente, máxime cuando la concentración no fue convocada sólo por el PP, ni única ni principalmente por él. ¿No estaba convocada la sociedad más que los partidos? También los hay que presentándose “sociedad”, organizan cosas pero para que las fagociten los peperos.
¿No fagocita de nuevo el PP la protesta de la calle, que él no organiza y a la que asisten muchos antipeperos, neutrales y simplemente españoles hartos? Ya fagocitó el PP años atrás muchas manifestaciones millonarias por la vida del concebido y aún no nacido, la familia, el matrimonio, España, mucho más potentes que la de ayer. ¿Qué ocurrió después? Y ahora lo harán de nuevo… y sabemos qué ocurrirá.
No nos distraigamos que ahí está la Agenda 2030.
Les diré cuatro cosas:
PRIMERA: Si los partidos del sistema hacen el mal, al menos que lo hagan sin engaño. El engaño de cualquiera de ellos es LO PEOR.
SEGUNDA: Sólo la rotundidad en los planteamientos y la acción puede evitar este fagocitar el enfado de los españoles.
TERCERA: Un amigo me recuerda que “se acercan las elecciones, hay que dar la nota, y más de un tonto acude al reclamo”.
CUARTO: a la corta y a la larga, de no cambiar de rumbo, sabemos qué ocurrirá. Pues actuemos cambiando el rumbo.
Pero pasemos a CINCO cosas: nada más las imágenes, el impulso y la variedad de los asistentes, justifican el “Todos unidos y no partidos”.
Separemos nosotros a la gente que se manifiesta por un lado de la partitocracia por otro, pues ésta última es la que les aborda, les distrae y les paraliza “hasta la siguiente”.
Con esto saludo a toda la gente de bien que está muy descontenta con el Frente Popular de facto… mientras completo mi saludo con lo dicho arriba.