Gran manifestación: Ikurriña, NO. Ni propuesta, ni impuesta, ni con trampas en Navarra. Galería de fotos.
ERGUIDA y orgullosa está Navarra. Así se encuentra la matrona de la estatua de los Fueros, como si le embargase el gozo del pueblo navarro que HOY, día 3 de junio, se ha manifestado masivamente enfrente del Parlamento de Navarra y luego enfrente del palacio del Gobierno o Diputación Foral.
“Defendamos la bandera de Navarra. Gurea defenda dezagun”
Desde las seis de la tarde, la manifestación ha durado varias horas.
Ahí estaban navarros de toda procedencia: de la montaña y sus apacibles valles, de la Navarra media del encuentro y de la Ribera bulliciosa, vascoparlantes y otros muchos que no lo son (entre sus contrarios hay mucho “agur” de ignorantes del idioma), votantes de las más diversas siglas y amigos de la abstención, gentes serias o simpáticas, sí, de toda edad y condición. Pero todos ellos lisa y llanamente, y sin entrar en mayores profundidades, navarros. Es como una nueva Gamazada, aunque hoy los Gamazos -alguna palomica, no pocos gavilanes y hasta algún buitre- están dentro de las instituciones, como tributo -creemos- a una disolución de ETA que nunca llega. Hasta ahí han llegado las consecuencias de separarse de la tradición navarra a beneficio de ideologías que ya han dado todos sus frutos. Desde hace mucho tiempo en Navarra se ha ensayado todo menos reconocer su verdadera tradición.
Es más, han convocado la manifestación personas de la sociedad civil y no los partidos políticos. Así debiera de ser y así es. Por eso, éste tipo de convocatoria se encuentra en nuestro terreno como carlistas o tradicionalistas. Sólo falta que esta sociedad vaya organizándose naturalmente. Pero claro, como el sistema es corruptor eso no parece muy posible. Nuestro planteamiento es no excluir a nadie ante un lema que une a todos: Ikurriña NO. ¿Por qué?, porque se trata de banderas y símbolos del alma y que siempre expresan realidades, se trata de la dicotomía radical entre la ikurriña que quieren imponer hasta con trampas clamorosas por un lado y la bandera de Navarra por otro, ya sea la oficial actual o la que en cualquier momento haya identificado al viejo Reino. En Navarra caben todos los que han querido vivir en esta comunidad foral y han ido tomando su ser más sus indudables aportaciones. ¡Qué envidian tienen ciertos vecinos nuestros de los Fueros navarros, que son derechos propios y para o pre constitucionales, anteriores a la misma Constitución española!
Pero retomemos lo nuestro.
La marcha de los manifestantes de éste 3 de junio ha sido multitudinaria y ha recorrido el corazón de la ciudad (podía haber realizado un recorrido mayor y de mayor apariencia, pero lo ha omitido en aras del propio orden y la urbanidad). Tras corear eslóganes, llega el momento de los cantos y numerosas jotas navarras en la gran tribuna abierta, instalada enfrente de la Diputación en Carlos III, con testimonios personales en castellano y vascuence (euskera), declamación poética, bertsos de Pello Urquiola (Leiza), de nuevo cantos con música, y al final el manifiesto. La pena es que muchos no han podido estar cerca de la tribuna abierta, que no han podido disfrutar de las actuaciones, y que no las han advertido debido a su lejanía a causa de prolongarse la manifestación por una cantidad de calles.
Los Fueros, entre los que figuran en lugar de honor el Benedictus dominus Deus meus, qué es la persona y la sociedad, la moral religiosa y no sólo la ética, nuestra historia de ayer y viva, la naturaleza pactista -no racionalista- del derecho de costumbres y positivo, los adecuados procedimientos políticos y la urgente cuestión laboral y social, el paro, la igualdad de trato social etc. son realmente nuestra bandera. La enseña no es sólo el pabellón de color rojo, ni la forma de su verdadero escudo, sino lo que todo ello contiene y significa.
Se habrá disuelto la plataforma convocante, pero el trabajo diario está en las familias, la sociedad, los sindicatos laborales no politizados, las cámaras de comercio, las asociaciones, el mundo de la educación y la cultura… en la vida cotidiana y la calle. El trabajo está en los navarros y no pueden delegarlo en los políticos del candelero.
Navarra es de todos los navarros leales a Navarra. Que no vengan ahora a establecer dudas interesadas sobre esto último, quienes precisamente afirman verdades objetivas (la existencia y separación de Euzcadi) desde el ámbito racionalista o romántico, queriendo imponerlas hoy con trampas políticas tras la retirada de la Ley de símbolos en Navarra. Lo suyo no es una sana diplomacia, ni la sinceridad con los demás, ni la valentía de decir las cosas a la cara.
José Fermín Garralda Arizcun
Pamplona, 3-VI-2017
Fotografías: prohibido tomarlas sin permiso del autor
Galería de imágenes (unas privadas, otras circulan por la red)
Laus Deo