Seguir el blog (Follow.it)Creatinina y 3 series de 20 de triceps
Creatinina y 3 series de 20 de triceps
(Por Manuel Gutiérrez Algaba)–
Este artículo bien podría haberse llamado “Mi hijo es médico y mi hija es abogada” o “Ahora empieza la universidad y yo no tengo tiempo para activismo” o “Me paso las tardes haciendo recreaciones de batalla con soldaditos de plomo”. Todas estas actividades tienen un factor común evidente: “me dedico a lo mío y el mundo no existe”.
Lo cierto es que el banco de pesas del gimnasio no acaba en el gimnasio, se prolonga y su borde llega hasta la mismísima City de Londres y a Wall Street de Nueva York. Lo mismo que el aulario no sólo tiene aulas en el campus, también tiene una en la City y otra en NY. Ni la habitación dedicada al coleccionismo termina en las cuatro paredes , sino que llega a la City. Ya, ya, digo cosas muy raras, pero llegará un día, muy pronto, en el que a tu hijo médico le obliguen con la identidad digital y el dinero digital, a vacunarse y morirse, con la excusa de una enfermedad inventada, por mor de la superpoblación y de vendettas milenarias. Todos los estudios de tu hijo, el Audi Q5, el riego del chalet de la playa, la barbacoa en casa del tio Paco, todo se va al Cementerio, porque habías descuidado que tu hijo vivía al lado de la City, en su chalet de Guadalajara, y le ha llegado una colleja del 15, sin saberlo o sin prestarle atención .
Lo mismo con el musculoso y musculado que con horror ve que sus doscientos millones de series de los últimos 20 años se van a la playa ( y no a mostrar nada) , porque había descuidado ese borde de su banco que terminaba en Nueva York, ese borde afilado con vacunas e imposiciones digitales, ese borde le cortó la cabeza como a un pollo . Igualmente con el estudiante confiado y a lo suyo, que es es forzado para continuar sus estudios o su profesión con ese ID digital asesino.
Así que lo lógico es que aprendamos a trabajar series de biceps y de piernas arreando patadas en dirección a la City, que cuidemos a hijos abogados atacando a puñetazo limpio los inicuos que están al lado de su casa, en la City. Lo lógico es que el estudiante dedique unos créditos de su tiempo a evitar, con octavillas, a que le pase por encima la asignatura de los multimillonarios genocidas.
Por cierto, el de los soldaditos tampoco se salva, viene el de la City y, a patadas, machaca a los soldidatos y el decorado, ¡ea! Hay que hacer la guerra , pero de verdad, con información, con organización , con octavillas. Guerras informativas de verdad, de ahora, para honrar, a los de las guerras de verdad de antes.
Mucha suerte, muchas abdominales y al lío… y a la octavilla.
Viva Cristo Rey.