Carlismo cotidiano: ¿Por qué ser carlista en el año 2023?
(Por Vicente Castro Mártínez) –
En la actualidad es común escuchar en nuestro vecindario, trabajo, medios de comunicación opiniones que tienden a presentarnos lo eterno y trascendente como algo antiguo, caduco, carente de sentido y que es preciso sustituirlo por lo moderno, efímero e intrascendente. A todo esto, hay que unir el axioma tantas veces repetido de que no hay nada verdadero o falso, sino que todo depende de la opinión que posea cada uno.
En consecuencia, a lo largo de doscientos años de políticas revolucionarias, hoy llamadas liberales o neoliberales, han ido instalando en la generalidad de nuestras sociedades el relativismo, la importancia de lo efímero, del individuo, de las pasiones…No obstante, a pesar de todo, si cualquiera de nosotros saliese a la calle y se sentase en cualquier parque a observar, no suele observar caras felices, los psicólogos cada vez están más llenos y las tasas de suicidios, así como el consumo de alcohol, drogas y ansiolíticos, no hacen sino aumentar.
Todo ello me demuestra que el ser humano es una criatura sedienta de Dios y que, cuanto más cerca de Él se encuentra, más próximo se encontrará de la felicidad. Una alegría que no se encuentra en el consumo de productos materiales, ni en la acumulación de riqueza, sino en levantar la mirada y decir como en el célebre pasaje del Nuevo Testamento: Señor, no soy digno de que entres en mi casa, pero una palabra tuya bastará para sanarme.
Seguir a Cristo no admite medias tintas. No se puede ser cristiano y al mismo tiempo claudicar ante temas como el aborto, la ideología de género, la perversión de los niños. Seguirle implica un sí a la vida, a la doctrina que Él nos enseñó, aunque ello implique el rechazo de buena parte de nuestros contemporáneos.
Desde hace doscientos años se plantea una disputa entre la revolución y la contrarrevolución, entre los defensores de los derechos del mundo y los defensores de los derechos de Dios. Durante todo este tiempo una serie de centinelas con boina roja han mantenido encendido el fuego de la tradición, para que, llegado el momento, otros tomemos el testigo y lo transmitamos a nuestros contemporáneos, familiares, hijos…El carlismo es el mantenimiento de aquello que nos hace ser lo que somos: la fidelidad a nuestro Creador, el compromiso con esa familia extensa a la que llamamos patria, a nuestras costumbres y forma tradicional de organizarnos, fueros, y la fidelidad al depositario de la administración de los bienes terrenales de Dios, rey legítimo.
Por ello, en el año 2023 creo que el carlismo está llamado a dar la batalla que dieron aquellos luchadores irredentos que en nombre de Dios, de la patria, de los fueros y el rey, no escatimaron esfuerzos, sabiendo que ante Dios no habrá héroes anónimos.
Un comentario en “Carlismo cotidiano: ¿Por qué ser carlista en el año 2023?”
Ramón de Argonz
Muchas gracias, amigo.
Entre lo muy bueno que Vd. muy bien dice, destaco la necesidad del “mantenimiento de aquello que nos hace ser lo que somos”, nosotros y todos, pues “el ser humano es una criatura sedienta de Dios”. Basta ver la “cara de funeral” de muchos.