Accidente aéreo en Guinea Ecuatorial
Por Miguel Ángel Pavón Biedma
En este país africano existe una línea aérea llamada Ceiba. La ceiba es un tipo de árbol originario de América y que, de una forma u otra, se ha convertido en el símbolo nacional del pequeño, y corrupto, país africano. La línea aérea recibe este mismo nombre. Iberia se marchó de allí, abandonó el país, cansados de remoras, corruptelas, irregularidades y otros detalles que eran, claramente, insufribles. Habían creado su propia compañía aérea y ahora estaban libres para hacer cuanto quisieran. El comentario suele ser siempre el mismo: qué bien que se han marchado los españoles que nos robaban. Luego ocurre que, desde que se marchan los españoles, el robo ya no se escribe con minúsculas sino con mayúsculas y negrita. Y así pasó. Volé varias veces con Ceiba. Me llamaba la atención que en el aeropuerto Adolfo Suarez (Barajas) estaban arrinconados en el último lugar, el control más alejado, y que parte de la tripulación tenía que dormir dentro del aparato porque, al parecer, estaba reclamado judicialmente. Con la pandemia del coronavirus los vuelos terminaron y nunca volvieron a reanudarse. Sí lo hicieron entre Bata y Malabo. Los precios eran más económicos, que no más baratos, pues la salida del avión se convirtió en una lotería. El viajero debía estar pendiente durante dos o tres días pues no existía una hora exacta para el embarque y despegue de la aeronave. Al final tenía que recurrir a la otra línea aérea o a la travesía en barco (siempre protegido por una buena dotación de militares embarcados debido a que es una zona de piratería que su Armada es incapaz de controlar). Cuando ocurrió el accidente no me sorprendió en absoluto. Lo esperaba hacía mucho tiempo. Si siguen volando habrá más y, en definitiva, ese turismo de ojos vendados que quieren promocionar estará cada día más lejos. Quién va a querer ir a un país con medios económicos más que suficientes pero que, en el terreno de las libertades (en España cada vez menores,) está al nivel de Corea del Norte, Irán u otros países homólogos.
En la mitología popular todo ocurre de noche y creen, en su fantasmagoría, que mientras sus conciudadanos duermen ellos pasean por Nueva York o por el planeta Jupiter (no exagero, piensan así aunque cueste trabajo creerlo). Por eso, aunque los aviones se estrellen, la población seguirá creyendo que tienen la mejor flota aérea del planeta.
Llevaba razón el ex Presidente Rajoy cuando le preguntaron por qué no ofrecía mayor apoyo económico a esa República y contestó, en el Congreso, que porque no le gustaba tirar el dinero o, lo que es lo mismo, colaborar en la corrupción, esa que fluye en los famosos habitáculos del dinero. En fin, afortunadamente no hubo muertos en el referido accidente y esperemos que sea una advertencia para que dejen los aviones autóctonos, pongan el tráfico aéreo en manos expertas y acudan a medios más tradicionales como el cayuco, el barco de velas o simplemente caminar y nadar.
España no os roba. Os robáis y matáis entre vosotros. También es cierto que junto a una empresa corrupta guineana hay siempre otra española y qué van de la mano. Que se lo digan a los dos exministros que vendían seguros (respaldo a la costumbre guineana de no pagar lo que consumen) o productos sanitarios, pero de eso hablaremos otro día. Creo que con lo de hoy tenemos bastante para saber de quien y de quienes estamos hablando.
Un comentario en “Accidente aéreo en Guinea Ecuatorial”
I. Caballero
Excelente lo que expones para que NADIE vaya a esa Guinea Ecuatorial corrupta.
Una pena para los guineanos.
Un abrazo desde Bélgica, amigo y Correligionario de otro Carlista por el mundo.
Solo UN rey, CRISTO
Viva Cristo Rey
DIOS, PATRIA y REY LEGITIMO