Las trampas de la izquierda
(Ahorainformacion/ J.G.) – El periodista Luis del Pino ha escrito en twitter este lúcido consejo que podría suscribir Baltasar Gracián: “Jamás (repito, JAMÁS) esperes a ver qué hacen los progres. Nunca será nada bueno. Anticípate siempre. Si no, date por jostidiado. Entender esto es una de las virtudes de Trump, quizá la mayor”.
¿Y qué están haciendo los progres cuando se les deja? Ya se sabe. Aparte de seguir erre que erre aplicando su agenda ideológica procuran mentir todo lo posible y, cuando eso no funciona, recurren a la violencia. Eso es exactamente lo que están haciendo en Estados Unidos, lo mismo que en la vieja España. Allá se debaten en estos momentos entre el fraude y la algarada, el voto por correo y el “boto” incendiario, para lograr sus objetivos. Aquí, como tienen copadas todas las instituciones, se hacen oposición a sí mismos tratando de controlar hasta niveles ridículos cualquier disidencia, con esa cosa llamada “delito de odio”, o tratando de manipular el hartazgo ciudadano y su presunto estallido en la calle.
Ojo con el aplauso a las algaradas “espontáneas” que están surgiendo estos días en varios puntos de España. Hay demasiada manipulación en los telediarios. La repulsa del mal gobierno no justifica violencias anarcoides. Resistencia firme a la tiranía, sí, pero con cabeza. No hay que estar contra el gobierno, sino contra el mal gobierno. Exijamos libertad, respeto a la sociedad y el fin de medidas sectarias pero sin caer en la desesperación del “cuanto peor, mejor”.
El gran Juan Manuel de Prada ha terciado en esta polémica con un artículo titulado “La carga de los mamelucos”. En él arremete, con razón, contra los funcionaros del orden cuya función en el Sistema consiste en el servicio ciego al orden establecido, no al orden entendido como lo que las cosas han de ser. Hace bien de Prada en alentar el recelo contra los “mamelucos” y en ello estamos de acuerdo. No hay que fiarse ni un pelo. Y hay que aplaudir la resistencia con cabeza, pero al mismo tiempo hay que estar muy atento a las manipulaciones, infiltraciones y acciones de falsa bandera típicas de las cloacas del estado. No nos pasemos de optimistas, porque lo que está pasando en España no es ese 2 de mayo que necesitamos, ni de lejos.
Por otra parte, ¿se han fijado en que Biden suele hablar en plural? Sí, ya sabemos que diciendo cosas como “Creemos que seremos los ganadores” podría estar incluyendo a su vicepresidente, pero a veces es como si Biden no fuera Biden sino un portavoz ovni que se dirige a los terrícolas. Como si él no fuera el candidato a un cargo unipersonal sino el simple mandado de un grupo de personas que pueden más que él. ¿Quiénes serán?