Seguir el blog (Follow.it)Tabarnia, el nuevo refugio de los catalanes fieles a España
Los medios de comunicación del sistema ya no saben como desprestigiar el resultado de las elecciones autonómicas del 21 de diciembre. La última noticia para desprestigiar la victoria innegable de los separatistas ha sido la propuesta de la Plataforma por la Autonomía de Barcelona, que propone la creación de una comunidad autónoma: Tabarnia.
Tabarnia sería una región autónoma dentro de España con una población de más de 6 millones de habitantes y una mayoría partidaria de continuar su historia regional en España. Se separaría de una república catalana con solo 1.300.000 habitantes.
Evidentemente se trata de una ficción cómica que ha circulado por las redes sociales para denunciar que los separatistas tienen más facilidades para ser representados en las Cortes. Según una ley electoral más equitativa con todos los territorios, Barcelona debería tener 20 diputados más. Pero no interesa a JxC y ERC que perderían su mayoría absoluta.
El bombo que se ha dado a la iniciativa tiene sus aspectos interesantes. Es cierto que con los mismos argumentos nacionalistas se podría defender la secesión de una hipotética Tabarnia:
- A los jubilados se les prometería una pensión asegurada
- A los negocios no se les multaría por la lengua en que rotulara su negocio
- Barcelona dejaría de entregar un 32% más en impuestos de lo que recibe.
- Barcelona dejaría de financiar aeropuertos vacíos e infraestructuras inutiles en las provincias separatistas de Lérida y Gerona
Y podríamos continuar. Sin embargo, tiene un punto negativo y es obviar el problema de fondo. Denunciar que las provincias rurales y subsidiadas en Cataluña son más separatistas no debería implicar el desprecio. Como dice el sociólogo Javier Barraycoa, al nacionalismo se le combate día a día y no en un proceso constituyente o cada cuatro años en unas elecciones. Al margen de la iniciativa concreta –que añade humor a la polémica que está rompiendo hogares y familias– los medios de comunicación y la partitocracia deberían saber que la manipulación mental hay que vencerla ya solo por honor, por buen nombre, por patriotismo. Que no sirva de excusa esta broma mediática, sino que sirva a catalanes y al resto de españoles para darse cuenta del absurdo. No vale el guerracivilismo del separatismo ni del constitucionalismo.