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29 de agosto de 2024 0

Seguridad e inmigración

Eurabia - TV TropesEn el último año España ha perdido a diario 200 españoles; en cambio, los nacidos en otro país han aumentado en casi 1500 personas diarias. En total, en un año se han perdido 70.000 españoles y se han ganado 530.000 extranjeros. Después de tres décadas de inmigración, nueve millones de extranjeros nacidos fuera de España, un 20%, viven en nuestro país (uno de cada cinco habitantes), sin contar a los nacidos en el país (que, como veremos, no por haber nacido en el país dejan de ser extranjeros) ni a los nacionalizados, los cuales subirían mucho el porcentaje.

La Agenda 2030, impulsada por la ONU y el Foro Económico Mundial y de la que ya hemos dicho que supone un retroceso a los totalitarismos de hace un siglo, incluye como meta en su objetivo 10 “Facilitar la migración y la movilidad ordenadas, seguras, regulares y responsables de las personas, incluso mediante la aplicación de políticas migratorias planificadas y bien gestionadas”. Según la propia ONU, en 2019 había en el planeta Tierra más inmigrantes que nunca en la historia de la humanidad: 272 millones, obviamente con destino a Europa y a Norteamérica, y se estima que de aquí a 2050 unos 150 millones de africanos acabarán entrando en Europa.

Ni la ONU ni el Foro Económico Mundial, centrados únicamente en asegurar que estos viajes se lleven a cabo, parecen fijarse en lo que para todos nosotros, para ti que me lees, es una realidad de todos los días: robos, apuñalamientos, asesinatos de niños, violaciones, secuestros, palizas, narcotráfico, trata de blancas, terrorismo, marginalidad, desarraigo, costes desorbitados de innumerables programas de “acogida”, ayudas y subsidios que tú pagas… Entre los objetivos de la ONU no parece estar el acabar con la pobreza en los países de donde vienen los inmigrantes, ni parece acordarse del derecho al arraigo de la persona en su tierra de origen. Tampoco se le ha ocurrido ninguna medida para proteger a las sociedades occidentales de las consecuencias de tan gigantesca avalancha (recuerda: 150 millones de personas). Veamos por qué.

Por un lado, el Foro Económico Mundial quiere una inmigración descontrolada “que sirva mejor a los mercados”. La realidad es que la inmigración que llega a Europa es una mano de obra no cualificada, traída aquí por mafias esclavistas de a un lado y a otro del Estrecho (mafias que aquí reciben el nombre eufemístico de “ONGs”), que es explotada a cambio de sueldos muy bajos y que por tanto aporta mucho menos con sus impuestos que la población que viene a sustituir. Además, al tener el triple de hijos que los occidentales y cobrar muchísimo menos, los Estados deben hacer un gasto altísimo en ayudas y subsidios para “integrarlos”… los cuales pagas tú.

Por otro lado, desde el punto de vista social, la llegada masiva de inmigrantes procedentes de una cultura completamente opuesta a la nuestra plantea el mismo problema de la llegada de una especie invasora a un ecosistema. No solo pierdes tu cultura, tus tradiciones, tu estilo de vida, tu vida en el barrio, en la ciudad, en el pueblo; también pierden ellos la suya, sintiéndose desarraigados y radicalizándose como respuesta a ello, como ocurre en Molenbeek (Bélgica), Marxloh, Dortmund (Alemania), Marsella, Lyon, París (Francia), Bradford, Leeds (Reino Unido) y en los suburbios de Madrid y Barcelona. Conforme avanza la introducción de la especie invasora en el ecosistema, la riqueza y diversidad nativas quedan completamente dañadas: en Reino Unido son musulmanes el alcalde de Londres y el primer ministro de Escocia, entre otros muchos altos cargos políticos y administrativos.

Un partido de musulmanes conversos y otro antiislam: la inmigración polariza ItaliaEl artículo 13 de la tan traída y llevada Declaración de los Derechos Humanos (declaración que, por cierto, jamás firmaron ni los países comunistas ni los musulmanes), según el cual “toda persona tiene derecho a circular libremente y a elegir su residencia en el territorio de un Estado. Toda persona tiene derecho a salir de cualquier país, incluso del propio, y a regresar a su país”, se refería al derecho de libertad de movimientos dentro del propio país (derecho que precisamente quiere abolir la Agenda 2030 con la creación de “ciudades de 15 minutos”). En ningún momento se planteó que existiera un derecho a entrar en un Estado ajeno, ni que ningún Estado tuviera la obligación de dejar entrar en su territorio a ningún ciudadano extranjero. Abre bien los oídos y escucha las televisiones compradas por el Gobierno: ¿te das cuenta de que desde hace 10, 15, 20 años ya nadie habla de inmigración “ilegal”, sino tan solo “irregular”? Exacto, porque te están haciendo creer que inmigrar es un derecho, que “ninguna persona es ilegal”. Pero aún hay más.

El 10 de diciembre de 2018, 160 países de la ONU (entre ellos España) firmaron el Pacto Migratorio de Marrakech, que consta de 23 objetivos. De entre ellos, destaco los siguientes:

-Objetivo 4.f: Los inmigrantes indocumentados no podrán ser retenidos “más allá de lo razonable” ni devueltos a su lugar de procedencia. La falta de documentación no impedirá que accedan a los servicios básicos del país de acogida (seguridad social, ayudas…) pagados por ti.

-Objetivo 7: Será obligatorio asistir al inmigrante aunque haya vulnerado la ley del país de acogida, prestándole todo el apoyo necesario (alimentación, alojamiento, abogado para regularizarlo) que pagarás tú.

-Objetivo 11.f: Se revisarán todas leyes y reglamentos que hasta ahora han sancionado la entrada y la estancia ilegal.

-Objetivo 13: La detención de inmigrantes ilegales solo se utilizará como último recurso (¿entiendes ahora por qué los inmigrantes son soltados a los 10 minutos pese a haber cometido incluso los crímenes más monstruosos?).

-Objetivo 15e: Se establecerán planes de salud nacionales específicamente dirigidos a la población inmigrante que serán costeados con tus impuestos.

-Objetivo 16: Será obligatorio respetar toda la cultura, tradiciones y costumbres de los inmigrantes: el velado obligatorio de la mujer como signo de inferioridad, la mutilación genital femenina, la lapidación, la flagelación, el matrimonio forzoso, la pederastia, el crimen de honor, la violación grupal, la lenta agonía de los animales en la carnicería mediante su desangrado lento, la violencia doméstica, la degollación del “infiel”, el terrorismo religioso…

-Objetivos 17 y 19: Se impondrá la censura de la menor crítica a la inmigración, etiquetando como “xenófoba” cualquier propuesta de restricción y orientando todas las políticas públicas al empoderamiento de los inmigrantes.

Seguramente hace diez años pensabas que algo así no podría ocurrir. Que el Gobierno, o “el rey” lo pararían. Pero ya has visto que “el rey”, “hermano” del rey Marruecos, firma con mucho gusto todo lo que le pongan por delante entre entrega y entrega de premios. Quizá ahora confías en la policía. Pero si has visto por televisión los acontecimientos del Reino Unido de este verano, a lo mejor ya te estás dando cuenta de que la policía no te va a salvar. Ni el ejército. Como tampoco ayudaron a tus antepasados en 1833. Nadie va a luchar por ti en esta guerra. Tienes que luchar tú.

Pero no en soledad. Como en los últimos 191 años, no dudes que tienes a la Comunión Tradicionalista Carlista de tu lado para que tú y los que más quieres sigáis disfrutando de las mismas cosas de las que disfrutaron tus padres en este hermoso país que es España.

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