Seguir el blog (Follow.it)“Gobiernan contra nosotros” en la Gota Fría… como avisaban los Protocolos.
(Por José Fermín Garralda)-
A la memoria de Carlos Etayo Elizondo
Más que el enredo en el barullo, la realidad se manifiesta en los grandes momentos puntuales, que expresan la “hora de la verdad”.
Lo real está siendo la buenísima reacción de la sociedad, la malísima del Gobierno PSOE y sus socios, la ineptitud de la administración autonómica, y los intentos de robos y amenazas callejeras de los que ya sabemos, con ocasión de la catástrofe de la gota fría sufrida en la Comunidad Valenciana.
Concluiré que aquí sólo veo salvación en una sociedad generosa y entusiasta unida en el servicio y libre de la partitocracia.
* * *
I. La acusación al Gobierno es contundente. “Lince TV noticias” ha dicho la gran verdad: “GOBIERNAN CONTRA NOSOTROS”.
Algunos ejemplos. Primero: el Gobierno no sólo no ayuda, sino que bloquea las ayudas, por ejemplo la llegada de camiones que parten desde Madrid hacia Valencia. Es inaudito que quien ayuda, se vea obligado a reclamar apoyos para que sus envíos lleguen a los afectados.
Segundo: el ministro Marlaska ha rechazado la ayuda de 200 hombres, camiones y suministros, ofrecida por el Gobierno de Francia, para paliar la DANA, así como la ayuda de El Salvador y Argentina…
Tercero: la ministro Margarita Robles ha enviado a Valencia tan sólo 750 militares de los 120.000 efectivos de las FAS en España (en Valencia hay 5.000). Y es tarde. Alega que no va a enviar a las FAS para estos cometidos, aunque a Constitución indica a todos que sí deben ayudar en las catástrofes naturales. La tal Robles perjudica al Gobierno de Valencia -que se ha mostrado realmente torpe- perjudicando a los valencianos. ¿Qué nos hablan de tantas competencias en momentos de éxtasis de los incompetentes, cuando Valencia se ahoga?
Cuarto: Podemos ha despreciado la donación de 4 millones de euros ofrecida por Inditex a beneficio de los afectados por la DANA. La tal María Teresa Pérez, digamos el nombre de ésta portavoz, tacha sin sonrojo alguno a dicho ofrecimiento millonario de “hipocresía”.
Quinto: la administración valenciana muestra incompetencia y hasta se equivoca en sus mensajes de alarma. Se han hecho muchas cosas muy mal.
Sexto: El Gobierno y el PNV “secuestran” a los 13 bomberos del Ayuntamiento de Bilbao activados para socorren la emergencia en Valencia. El equipo de bomberos ha denunciado a la opinión pública, para que se sepa, que se les ha activado tres veces y que por tres veces se les ha impedido acudir al lugar de la catástrofe. Siguen parados en el parque con todo el equipo completo inactivo, desconociendo los motivos políticos u organizativos por los que los valencianos no pueden recibir su ayuda.
(…) ¿Para qué seguir?
¿Buscamos políticos?: no, mejor, técnicos con visión de la jugada. ¿Partidos políticos?: no, mejor pueblo y pueblo organizado. ¿Libertad abstracta y sobre el papel?: no, mejor libertades reales y concretas. ¿Burocracia y organigramas?: no, mejor el buen funcionario y sobre todo pueblo que quiera servir y no servirse de los demás.
¿Es que nos extrañamos de los abucheos a las autoridades de la C.A. Valenciana y del Reino de España, sobre todo al presidente Pedro Sánchez? Aunque esto sea muy triste, creo que es merecido. Los españoles distinguen muy bien quien les sirve o quien se sirve de ellos: ojalá busquen otras opciones para ser representados y no pierdan la memoria que les queda.
En conclusión: el Gobierno está contra la sociedad civil que está ayudando a las personas, familias y barrios, conspira con los enemigos exteriores contra su propia nación, y está destruyendo España con servilismo en favor de la utopía guay y chuli. Parece que estamos en manos de psicópatas.
* * *
II. Pero nada de esto es contradictorio, ni nos extraña, sino que es de libro:
¿Qué se dice en los Protocolos?: queremos que los pueblos estén hartos de sus Gobiernos: queremos “los pueblos, cansados de los desórdenes y de la frivolidad de sus gobernantes, griten a voces: ¡Echadlos, y dadnos un rey universal, que pueda destruir las causas de nuestras discordias, las fronteras de las naciones, las religiones, los cálculos de Estado: un rey que nos de esa paz y ese reposo que no podemos obtener con nuestros Gobiernos y representantes!“. Un medio para ello es oponer pueblo a Gobierno (lo que en ‘democracia’ será a la inversa): (…) para hacer posibles estos deseos, es necesario (…) tratar de poner constantemente en pugna al pueblo con el Gobierno, con el fin de cansar a todos por la desunión, la enemistad, el odio, y hasta el martirio, el hambre, la inoculación de enfermedades y la miseria (…) Si damos a los pueblos tiempo de respirar, el momento favorable no llegaría tal vez jamás” (Sesión 10).
Pero antes, un primer objetivo había sido embrutecer al pueblo: “hacerle perder (al pueblo) su poder de raciocinio que es el que engendra la oposición o cómo distraer la opinión pública con una fraseología desprovista de sentido común“(Sesión 5).
Un segundo objetivo había sido embrutecer a los Gobiernos y disolver la sociedad: “consiste en multiplicar a tal punto los desaciertos, las costumbres, las pasiones y las leyes convencionales del país que nadie sea capa de pensar con claridad en este caos; los hombres terminarán por no entenderse los unos con los otros. Esta política nos ayudará igualmente a sembrar disensiones entre todos los partidos y a disolver todas las colectividades más fuertes y descorazonar todas las iniciativas individuales que puedan estorbar nuestros proyectos” (Sesión 5).
Que la sociedad se paralice y sea la nueva Babel: “No hay nada más peligroso que la iniciativa personal, porque si esta fuera producto de un gran cerebro, podría hacernos mucho más daño que todos los millones de individuos que hemos lanzado los unos contra los otros” (Sesión 5).
Sepan todos que nada se organizará sin dinero -aquí se olvidan del acto de servicio-: “Los pueblos reclaman, angustiados las indispensables soluciones a los problemas sociales por medio de convenios internacionales. Las disensiones de los partidos los han puesto en nuestras manos, porque para poder guiar la oposición, hace falta dinero, y el dinero lo tenemos nosotros” (Sesión 9).
Junte Vd. a ello el control total de la prensa (Sesión 12), la necesidad del pan cotidiano y la utilización de la palabra “progreso” para oscurecer la verdad (Sesión 13), borrar de la memoria hechos de siglos pasados (Sesión 16), abolición de la enseñanza privada (id.), crear una educación por imágenes (id.), la corrupción de los administradores, la negligencia de los gobernantes y el crecimiento de la deuda pública (Sesión 21), estimular las fuerzas que “roban y cometen toda clase de violencias bajo el pretexto de libertad y de derechos, (y que) han destruido el orden en la sociedad” necesario para nuestro triunfo (Sesión 23).
Júntelo Vd., y verá cómo debemos superar la esclavitud a la que nos abocan. Inaudito, pero real: el final de una época, y el comienzo de otra, que será cristiana o no será.
* * *
III. En conclusión: a la vez que la catástrofe de la Gota Fría termina pronto -Dios nos ayude, que no hay otro “constructor”-, aprendamos a confiar en los españoles, deseemos que se fortalezcan sus lazos sociales, que se unan (todos unidos y no partidos), que trabajen juntos por el Bien común, que sepan representar sus verdaderas necesidades, que se sirvan unos a otros con la generosidad y solidaridad que les caracteriza, que prescindan cada vez más de la partitocracia, que actúen con independencia de sus Gobiernos siempre que sea necesario, y que ganen consciencia y conciencia, amigos de las libertades y del deber. Todo una forma de hacer política. Repetimos: nuestra sociedad será cristiana… o no será.
