Seguir el blog (Follow.it)Elecciones adelantadas. ¿Sánchez “cogerá” de nuevo el poder? (1)
(Por José Fermín Garralda) –
Las elecciones municipales y autonómicas del 28 de mayo (28M), han sido un ensayo de las generales. Empecemos por el final: al probar “su” derrota, el presidente Sánchez ha adelantado las elecciones de fin de año al 23 de julio (23J). Ya esto se ha considerado un “pucherazo” por ser una época intensamente vacacional, pero también por la dificultad y las trampas que permiten el voto por correo. He oído al presidente plantear las elecciones del 23J como una lucha decisiva entre conservadores y progresistas: ¿como en febrero de 1936?, ¿hablará al fin de Fascismo o libertad?
Pero volvamos a las elecciones del 28M. PP y Vox han vencido, y esperan su triunfo posterior sobre el presidente Sánchez y sus locas Barbies. Si en España, cambiar al “jefazo” es posible, siempre resulta tarde porque cuesta dos riñones: sufrir la corrupción y leyes inmundas, y soportar personajes siniestros. Un fracaso más del sistema.
Hartos los españoles, la abstención ha alcanzado el 36’1%, el tercer dato histórico más alto después de 1979 y 1991. Votan pocos, el voto está cuarteado, y se encona una vez cada cuatro años, los de la siesta política del sistema.
Aunque el PP haya ganado en seis de los ocho grandes ayuntamientos: Madrid, Sevilla, Valencia, Málaga, Murcia y Zaragoza, será bueno recordar que “los municipios son de los vecinos” (el bien común), que mejor “todos unidos y no partidos”, y que ya volveremos al “vota, paga y calla”.
De las doce Comunidades Autónomas (CC.AA.), el PP arrebata casi todo el poder al PSOE, y recupera al menos 6 de las 10 autonomías socialistas. Ciudadanos desaparece y sus votos pasan al PP, que tiene mayoría absoluta parlamentaria en Madrid (por goleada) y La Rioja. Con Vox la tiene en Valencia, Cantabria, Baleares, Extremadura, Murcia y Aragón. Y ambos casi la tienen en Asturias (que mantienen socialistas y asociados) y en Castilla-La Mancha (les falta un puñado de votos).
Vox baja algo en Madrid, y sube lo que ya tenía en Valencia, Aragón, Asturias, Cantabria, Murcia y Baleares. Irrumpe en los parlamentos de Castilla-La Mancha, La Rioja, Navarra, Extremadura y Canarias. Y lo más importante: es necesario al PP en 6 CC.AA. citadas para tener la ansiada mayoría absoluta. Esto de las mayorías absolutas suena a dominio de una parte de la población y oligarquía dirigente sobre la otra.
¿Sánchez usará el latiguillo del “que viene Franco” el 23J? Sepan que Vox es fervoroso de la Constitución de 1978 y que el PSOE lo es del dime de qué presumes y te diré qué careces.
El PSOE pierde el poder en las CC.AA. de Valencia, Aragón, La Rioja y Baleares. Puede perder Canarias a favor de Coalición Canaria. Y lo mantiene en Castilla-La Mancha por las justas (mayoría absoluta), y con pactos en Navarra (con pro etarras y separatistas) y en Asturias. El PSOE cae mucho en La Rioja, Extremadura, Murcia y Canarias. En el Madrid de Ayuso, pasa a ser la tercera fuerza en votos.
Los Podemitas desaparecen en escaños en la CC.AA. de Madrid (a favor del comunista Mas Madrid y del PSOE) y Valencia. El partido regionalista cántabro de Revilla cae en picado.
En Navarra todo sigue igual, pues si el PSOE/PSN quiere el poder, depende de Bildu y la sucursal del PNV, anulando a los regionalistas de UPN en el parlamento por aquello de todos contra el vencedor. El PSOE también podría pactar con el ganador UPN, pero no quiere dejarle su presidencia. Como todos aceptan la Agenda 2030, da igual que te gobiernen desde Pamplona, Vitoria o Madrid.
PP y Vox están contentos. Todo es maravilloso si sólo queremos echar al actual radicalismo baboso, socialista y comunista: pero esto sería caer en la tentación.
El PP acepta la Agenda 2030 y casi todas las barbaridades salvo ceder la enseñanza concertada y una persecución religiosa abierta. Oligárquico como todos los grandes partidos, ¿qué va a resistir, qué a “restaurar”, o éste término le resulta feo?
¿Por qué en España, al contrario que la izquierda, no se puede ganar desde la oposición? Porque el árbol se plantó en la vertiente de la izquierda en 1978. Más aún: el PP no ha hecho oposición porque como todo partido político “nació para ganar”. ¿Confiar así en la partitocracia “trepa”? Con tal Liberalismo, el Gobierno vegeta, “deja hacer” el mal, utiliza el voto de los católicos “cortitos”, mantiene y ahondada los grandes males, y hasta crea otros. Siendo primo hermano del PSOE, desde hace tiempo el PP dirige España hacia lo que encierra la Agenda 2030.
La labor opositora al frente popular la ha hecho Vox, y éste ha subido mucho, aunque tendrá su límite. Diremos que si predicar en la oposición es posible y da esperanza –Vox no es el PP-… dentro del sistema no se permite dar trigo. Una cosa es dar esperanzas parciales y otra ser esperanza.
La cadena se remonta a la pérdida de la Unidad Católica en 1967, consiguiendo la “pose” política de la aceptación ajena y estar en la cresta de la ola a toda costa, y complacerse en un falso “progreso” que deriva en “progresismo”. Hasta hoy.
Sánchez ha hartado al español, que lleva décadas desorientado y super influido. El sistema liberal es contrario al sentido común y más entre los españoles, que hoy actúan como quien huye, y según acontecimientos extraordinarios. Olvidarse de don Quijote, hace que el bueno de Sancho sea manteado por el ventero. Tampoco esto es un éxito.
Sea lo que fuere, nosotros debemos ofrecer el buen camino, sin poner tronos a las premisas y cadalsos a las consecuencias. Hace unos años Álvaro D’Ors nos anunciaba la actual “reacción” en Europa, y decía que dando una firme preferencia a lo nuestro, los tradicionalistas -grupos pequeños- debemos trabajar para que tomase un buen camino y evitase ser al final un “más de lo mismo”.
Tomado de “Siempre P’alante. Unidad Católica de España” nº 20 (15-VI-2023), pág. 14