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12 de julio de 2023 1 / / / / / / / / / / / / / / / / / / / / / / / / / / /

El nuevo comunismo en España

(Por José Fermín Garralda)-

Queridos amigos:

Desde esta tierra de caimanes ante los que pareciera voy corriendo en zig zag, que me recuerdan a los caimanes figurados que hay en España, mil veces más peligrosos estos porque destruyen insensiblemente las almas y, con ellas, los cuerpos, quiero compartir una reflexión personal que he visto ratificada en un libro sobre Garabandal. Todo “casa” ahora  perfectamente.

Mi conclusión personal, que diré al final para no asustar, es clara, y para algunos puede ser “exagerada”, porque confunden el COMUNISMO con la forma del Partido Comunista de la IIIa. Asociación Internacional de Trabajadores, en 1919 (Moscú). El Comunismo no es sólo la forma comunista de la URSS, China, Corea, Cuba… El Comunismo es marxismo, y puede haber marxistas millonarios, como los hay -!eh Iglesias y Montero, sus amigos venezolanos, y todo el clan de la élite comunista más casta…!-.

El cardenal Ratzinger advertía en 1996: “me parece probable que en el futuro se hagan presentes nuevas formas de la concepción marxista del mundo”. Lisa y llanamente, podrán existir nuevas formas de la ideología marxista en el ámbito internacional, y hay más seguidores de esta ideología de los que parece.

En realidad, preguntamos: qué es el marxismo?

Feuerbach transmitió a Marx y Engels, los fundadores del marxismo en 1848, la tesis siguiente, que Marx recoge: “La crítica de la religión tiene su meta en la doctrina de que el hombre es para el hombre el ser supremo”. No en vano, la tesis principalmente esgrimida por el marxismo será durante todo el tiempo que “la religión es el opio del pueblo”, e igualar a todos en la “nada” y no en el “tener algo” y menos en el “tener mucho”.

Hoy, los marxistas dejan tácticamente ésta afirmación “antitea” en un rincón,  aunque desde ella siguen iluminando -según ellos- toda su acción. Por su parte, los “burguesitos” se han creído lo de dicho rincón, y por ello “no ven” -es que nunca “ven”, aferrados a su pobre “tener”- que hoy día sobre todo lo que se busca es el ateísmo como PRESUPUESTO del hombre social. ESTA ES LA CLAVE. No en vano, la Pasionaria dijo en la década del sesenta: volveremos con el “crucifijo” en la mano. También lo anunciaba Federico C. Wilhelmsen en El problema de Occidente y los cristianos, Sevilla, ECESA, 1964, 229 pp. :

Los comunistas han aprendido mucho de su derrota de 1936-39. Esta vez, los comunistas vendrán con la cruz de la paz y con palabras suaves, a fin de engañar al pueblo español. El comunismo ocultará sus designios y aun su propia existencia. Trabajarán a través de otros partidos políticos hasta que llegue su día, hasta que el momento de resistencia, por parte de los católicos españoles, haya pasado, hasta que no haga falta incendiar iglesias y conventos” (p. 11). Lo escribía hace casi, casi, sesenta años. Y han llegado hasta donde sabemos.

Preguntemos: ¿y qué dice la Constitución “española” de 1978? Afirma el ateísmo práctico como SUPUESTO, y algo más porque debemos aplicarlo a España. Decir que el Estado español no tiene religión oficial, es decir más de lo que parece porque hasta entonces el Estado español era confesionalmente católico. El Art. 16.3. dice: “Ninguna confesión tendrá carácter estatal. Los poderes públicos tendrán en cuenta las creencias religiosas de la sociedad española y mantendrán las consiguientes relaciones de cooperación con la Iglesia Católica y las demás confesiones“.

La Constitución de 1978 tiene la osadía de añadir que, con ello, todo lo bueno está asegurado, que los españoles serán felices, que la paz y concordia ya están en nuestras manos etc. etc. Tendrán caradura!

No, no andaban descaminados mis mayores cuando a ALGUNOS de ellos les oí que la Constitución española era Comunista. Otros se lo callaban para “no liar”, porque en España el comunismo se asociaba al estalinismo y a 1936.

El ateísmo es la esencia del marxismo, porque liberales y masones no llegaban a tanto, por entonces. Por eso, en España llevamos varios años bajo el más descarado marxismo… democrático. Lo peor es que los liberales digan: malo es el marxismo… pero si es “democrático”… pues a aguantar. Aguantar esto porque decís que es “democrático”? Aunque lo fuese, nosotros no lo aguantamos, porque lo mismo dirían ellos de tratarse de otra forma de gobierno -la que sea, como en toda la historia ocurrió pero sin llegar a tanto- ADORADA por casi todos.

Sí, el Liberalismo ideológico es de una miseria tremenda y antesala del marxismo. Los liberales, tan liberados ellos de todo, adoraron realmente la democracia, y con eso tragaron marxismo en la práctica, y paralizaron a los que afirman que todo Estado y Gobierno son criaturas subordinadas a Dios, sí, subordinadas a “mi” Dios -oh escándalo liberal!-, pero es que Dios no es relativista, máxime porque es el Cristo. Estar toda los sociedad de acuerdo en algo objetivo y esencial, en un contenido no sensible y constatado por todos en todo momento, como pretende la “democracia” que nos venden -quisieron que la Constitución fuese absolutamente universal-, es escandalosamente imposible, salvo que todos se SUBORDINEN a la verdad ontológica y metafísica, y AQUI NADIE SE SUBORDINA A NADA.

Escribí ayer en el margen superior del libro de don José Luis Saavedra, sobre Garabandal (2018) p. 159: en realidad, comunismo es DEIFICAR LO COMÚN que según decimos tienen los hombres: a) no sólo todos tenemos en común la  falta de bienes materiales propios al nacer, de modo que si sólo unos poquitos reciben mucho, el resto “nada” tenemos, ni tendremos y seremos felices, al estilo del hipocritón Rousseau, como el buen salvaje; b) sino que también tenemos en común nuestra pobre humanidad, que el ateísmo dice que es una humanidad “divina” porque considera que el hombre es para el hombre el ser supremo (suprimiendo así Dios).

Naceríamos -dicen- sin nada y sin Dios, siendo “todo” en la colectividad, que precisamente nos modelará y a la que nos subordinaremos en todo, por lo poquito que es cada cual o por lo mucho que quieren “mangonear” algunos. Porque ya saben que entre los humanos siempre hay un grupo de mandones “naturales” o  autorreferenciales. Fíjense: me entero que un padre ha huido de Noruega porque allá, a la mínima, el Estado les quita los hijos. El perfecto comunismo.

¿Qué hará que el hombre se sienta y viva como ser supremo? Lo que hará es englobarse en sus iguales, en la clase humana, en el común humano. Este COMÚN generará la máxima y mejor organización, decretada por los “sabios” y “expertos”: las Agencias de la ONU, los Gobiernos totalitarios, la Agenda 2030.

Acabamos ya. Nuestra tesis es que hoy el PP tiene los principales rasgos neo comunistas. Es a modo de un “comunismo democrático”, es decir: a) ajeno a la democracia idealizada que el pueblo español -que no era liberal sino tradicional, y también podía ser, según la naturaleza, renovador- creyó que se le  prometía en 1976 y 1978; y b) expresión del sistema práctico que se ha ido creando en la misma política española: una oligarquía “democrática” y del “todo vale” según quién lo haga.

Las DOS CLAVES de nuevo comunismo son las siguientes, pues también son neo comunistas quienes, a) no acepten la subordinación (ontológica y no sólo práctica) de la sociedad a Dios -esto es, la limitación  sociedad como tal y no sólo como suma de individuos-, y, b) aceptan “el sistema práctico actual” que interpreta la Constitución de forma totalitaria (reverenciar con un “amén” ontológico todo lo dictado por el Estado, Gobierno, Cortes y administración).

De ahí la importancia que ahora tiene la objeción de conciencia, aplicada de alguna manera en el texto constitucional al Servicio Militar.

Por último, decimos que la Agenda 2030 es un neo comunismo, como forma esencial de la concepción marxista del mundo: por a) prescindir de Dios y ser ilimitada en sí misma, y b) por impositiva y totalitaria, identificando todo ello con la felicidad. He aquí de nuevo las DOS CLAVES.

Nuestra Señora de Garabandal dijo a Conchita que, si no nos arrepentimos, vendrá el COMUNISMO. Y vendrá un cambio de período histórico: el inicio del “fin de los tiempos”. Ella no anuncia males, sino bienes, esto es, la necesidad de nuestra conversión para ser salvados y felices.

Sánchez actuará directamente, utilizando TODA la capacidad legislativa del Estado, saltándose aparentemente una Constitución que admite todo, precisamente por su Liberalismo o inmanentismo. Se repite de nuevo el “de la Ley a la Ley” de 1976. ¿No les gusta esto a los constitucionalistas de hoy? ¿Por qué no? ¿Acaso creen que se esta manera se quiebra la Ley?: pues sí, se quiebra como se quebró en 1976-1978.

A su vez, Feijóo actuará indirectamente, autolimitándose en materia legislativa en algunos temas más escabrosos, aunque mantenga  casi  todo lo realizado  por el dr. Sánchez y engañe más y mejor a la “derecha” sociológica. Lo que realmente piensa el sr. Feijoo, lo oculta su cara sin sal e inexpresiva a lo “Jajoy III”.

Perdonen los peperos, pesoístas y otros, que no me haya pillado el caimán. Es que también he escuchado directamente las palabras del presidente de USA, Mr. Biden, pronunciadas al final de la cumbre de la OTAN en Vilna, y he aquí otro caimán a sortear en zig zag. Dentro de un rato, más.

Más aún, en mi larga espera familiar he podido atender  el bla bla bla y propaganda institucional de una TV privada de USA, al Dr. Carlos Moreno, de la Universidad Sorbona de París, en su defensa (con pobreza argumental que, a mi entender, asusta) las “ciudades de 15 minutos”, que se basan -¡oh propaganda!- en “la proximidad feliz” como es la ciudad ecológica, sostenible económicamente y habitable (?). Otra vez, aportaremos más, que las noticias nos van sobrepasando.

Sabemos por dónde van ellos y qué buscan, pero también sabemos qué queremos nosotros, y quién es nuestro Dios.

 

 

 

 

 

 

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Un comentario en “El nuevo comunismo en España

  1. José Miguel López Carmona

    D. José Fermín, usted nació -entre otras muchas cosas- para columnista (no calumnista y quintacolumnista); oséase, para “analista político” titulado, no como los que campan por ahí…

    Responder

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