España está de luto. Según el gobierno estamos de luto oficial por el fallecimiento de 27.117 personas a causa de la epidemia. La realidad es que la cifra de fallecidos podría ser el doble si atendemos a otros registros al margen de las dudosas fuentes gubernamentales. En cualquier caso el luto decretado por el gobierno va a ser un luto laicista, sin referencias religiosas e inaugurado hoy a las 12 con un masónico minuto de silencio. Desde Ahorainformacion.es invitamos a nuestros lectores a que hoy, el rezo del Angelus, se ofrezca como responso por los difuntos. Cuando se levante el Estado de Alarma -que hoy acumula ya 73 días- se celebrará un “gran acto oficial en memoria de las víctimas”. Que hagan los ateos lo que crean oportuno, los católicos españoles celebraremos funerales como Dios manda.

Se acumulan las evidencias de la negligencia del gobierno ante el inicio de la epidemia. Ayer fue filtrado el informe de la Guardia Civil que analiza la actuación de la Delegación del Gobierno en Madrid ante las celebraciones del 8M. La elaboración de este informe ha tenido como primera consecuencia la destitución del coronel responsable de la Guardia Civil en Madrid. Y de rebote la dimisión del número dos del cuerpo. Pero los efectos de jurídicos y políticos de este documento podrían ser mayores. El gobierno se enfrenta a acusaciones graves de negligencia, manipulación y engaño pues conociendo la gravedad de la situación sanitaria desde el mes de enero, y habiendo tomado medidas drásticas para otros eventos de menor magnitud decidió conscientemente, y por motivos ideológicos, mantener y animar a la participación en las manifestaciones feministas de principios de marzo.

El lapsus de Rosa María Mateo y su “espantosa” televisión. En una sorprendente y divertida comparecencia en el Congreso, la directora comisaria política de Radio Televisión Española, Rosa María Mateo, se ha referido al ente que dirige como “Radio Televisión Espantosa”. Este lapsus, que provoca vergüenza ajena y que merecería un análisis psicológico de la locutora, resulta inconcebible en una profesional del telediario que si a algo está acostumbrada es a leer delante de una cámara. El lapsus sin embargo revela dos cosas. Por un lado es una confesión en toda regla de la baja calidad periodística del ente gubernamental. Por otro, la confusión en las palabras “Española” y “espantosa” demuestra que algo falla en el patriotismo de los progres que siempre bajan el tono de voz o debilitan el acento cada vez que tienen que pronunciar palabras como “España” o “español”.