Guerra en la izquierda española y Rajoy tranquilo en el Congreso de los Diputados

ANALISIS – Mariano Rajoy gobierna con minoría en el Congreso de los Diputados. No obstante, gracias a la partitocracia y a la guerra interna dentro del Partido Socialista y Podemos, está tranquilo. “Divide y vencerás” -máxima latina- es la estrategia política estrella que está salvando al gobierno del Partido Popular. El Congreso del PP se avecina tranquilo, con la victoria del proyecto abortista de Mariano Rajoy.

Atrás quedaron los escándalos de Luis Bárcenas y la “contabilidad B” de Génova. Gracias a las peleas de Pablo Iglesias e Iñigo Errejón, el Gobierno puede sentarse cómodo en sus sillones del Congreso de los Diputados. Por otra parte, el PSOE de momento está gobernado por la gestora de Javier Fernández y es partidaria del abstencionismo. El temido Pedro Sánchez, que tiene muchas ganas de acabar con el colaboracionismo socialista, es el más temido por los líderes partitocráticos históricos. Son los Congresos del PSOE y de Podemos los que van a decidir el rumbo de la legislatura. No nos debe sorprender que sean los partidos políticos y sus órganos directivos los que decidan la marcha del país y no las instituciones públicas. Una prueba añadida de cómo la partitocracia ha establecido un poder paralelo al poder público.

Pablo Iglesias vs. Iñigo Errejón

Pablo Iglesias e Iñigo Errejón se preparan para el segundo Vistalegre con una imagen que vender y una estrategia política con la que ganar la dirección del partido. Por una parte, se está vendiendo la imagen de que esta discusión interna es una “prueba de madurez”, en palabras del secretario general de la formación morada. Podemos se presenta a sí mismo como un partido de consenso y de “compañeros”, de fraternidad. Esta imagen buenista está desmoronándose después de las imágenes captadas en el Congreso de los Diputados donde los dos personajes enfrentados discutían en medio del pleno. También, la dimisión de Carolina Bescansa, cofundadora de Podemos, deja en una posición comprometida la imagen de paz que se quería transmitir a los españoles.

Se ha hablado mucho de que Iñigo Errejón no pretende quitarle la secretaría general a Pablo Iglesias, sino que quiere un proyecto político diferente o un cambio en la estrategia de la formación morada. Esto sería verdad si el líder de Podemos, Iglesias, solo presentará su candidatura a secretario general en Vistalegre II. Además se presentará en la lista al Consejo Ciudadano estatal -máximo órgano de dirección entre asambleas-, ya que si pierde en Vistalegre, tendrá que dimitir de su cargo. Así lo ha confirmado a EFE fuentes del equipo “Podemos somos Todas”, la candidatura de Iglesias. La estrategia partitocrática es siempre la misma: no preparar una batalla sin conseguir un cargo político de consolación. El aparato político puede sembrar rencillas y rivalidades personales hasta en el partido más nuevo. 

La crisis del PSOE y el personalismo

Para el Partido Popular todo está viniendo dado. España ha pasado por una convulsión electoral que ha fortalecido al PP frente a Ciudadanos y a la izquierda. “El PSOE no es el PASOK. Tiene un suelo de 4,2 millones de votos y nosotros debemos aspirar a los 6 millones”, diagnostica Pablo Iglesias. Los socialistas se encuentran en el momento más delicado de su historia como partido. Por una parte necesitan poner fin a una guerra entre sanchistas y partidarios de Susana Díaz. Por otra parte, aunque ya no aspiran a los 11 millones de votantes de hace una década, quieren seguir siendo el primer partido de izquierdas en este país. El consuelo para los nostálgicos del bipartidismo es que muchos de los votantes socialistas se han decantado por la abstención.

Podemos y PSOE decidirán en los próximos meses que tipo de mercancía van a vender por televisión o prensa. La clave para entender el escenario político es que se están forjando personalismos muy fuertes en todos los partidos. Rajoy prefiere de momento el perfil bajo y que no se hable de su partido mucho. Cuanto más desconocidos mejor. Las urnas siempre responden a favor de los populares, hagan lo que hagan. En el Congreso del PP se discutirá de la vida humana y los vientres de alquiler, lo único que le interesa, lamentablemente, a la España laicista pro-muerte.