Respuesta a una nueva exposición irreverente en el centro comercial La Morea, de Pamplona: Morearte.

(Ahorainformacion.es) –

Por Juan Andrés Jiménez Traín

Hay artistas que suplen su mediocridad con escándalos. Si no fuera por su provocaciones soeces, estarían condenados a la irrelevancia más absoluta. No los juzgo, solo evidencio. En el fondo me dan más pena que repugnancia. Más aún cuando siempre disparan contra el Mismo: Jesucristo.

Esperando siempre la respuesta airada de los que no entendemos la vida sin un fin. A esos artistas que se valen de las creencias de sus congéneres para golpearles en lo que más les duele, les daría yo un poco de su propia medicina. Me pregunto qué gracia les haría a ellos que se exhibiera en un centro comercial la foto de aquella persona a la que ellos más quieren, para que algunos se pudieran mofar de ella. Puestos a elegir, ¿qué tal a su madre? Entonces quizás ese rictus que muestran en la comisura como sonrisilla sardónica, desaparecería por completo. Pero claro, ellos prefieren golpear la piñata indefensa. Y poner a Dios con traje de fútbol, o a un jugador de fútbol en el lugar de Dios. No creo que su intención fuera frivolizar el fútbol, endiosando a los jugadores. Más bien será todo lo contrario. Porque a ellos les está todo permitido, todo vale en pos de la provocación. La libertad de expresión, dirán ellos. Escasez de recursos, diría yo.

Cuando uno no destaca por su altura, prueba a subirse a un taburete, pero su estatura sigue siendo la misma. ¡Déjennos en paz!, basta de burlarse de los cristianos. Que aunque Dios no necesita quién le defienda, todo hijo tiene la obligación de defender a su padre cuando otros se burlan de Él. Mal hijo sería si no lo hiciera. Es lamentable que algunos establecimientos se presten a tan hedionda muestra de mediocridad artística.

Yo, no pienso acercarme a ellos en mucho tiempo.

JUAN ANDRÉS JIMÉNEZ TRAÍN