La partitocracia española hace aguas

Las noticias bochornosas se acumulan una tras otra salpicando aún más la mala imagen que ya tenían los partidos políticos españoles.
El nuevo presidente de la Generalitad de Cataluña es un declarado racista. Joaquin Torra pasará a la historia por ser el autor de una serie de tuits en los que habla de los españoles en unos términos inaceptables. Tan inaceptables que hasta sus mismos compañeros de filas los han encontrado de juzgado de guardia cuando un periodista ha hecho el experimento de publicarlos cambiando la palabra “españoles” por “catalanes”.
En el Partido Popular, que pierde apoyos día a día por su falta de principios, por una corrupción generalizada y por su debilidad, cuando no por su complicidad, con los separatistas catalanes, ha caído como una bomba la noticia de que su “mirlo blanco” habría podido cometer irregularidades no sólo en un máster sino también en su carrera de Derecho. El afectado lo niega pero de momento está en el ojo del huracán.
El caso de Podemos, formación liderada por la pareja formada por Pablo Iglesias e Irene Montero, es aún más llamativo y escandaloso. Después de irrumpir en la política española para denunciar a “la casta” y a los políticos que viven aislados de la realidad en sus chalets de lujo, ha trascendido que la pareja, que espera gemelos, ha adquirido una mansión en una zona residencial de lujo por valor de 650.000 euros. Si sus votantes son capaces de tragar con tamaña incoherencia, tendremos Podemos para mucho tiempo.
De Ciudadanos hablaremos otro día. Seguro.
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