El golpe de Estado bolchevique fue en Octubre y hubo guerra civil. El golpe en Cataluña y Asturias de 1934 fue en Octubre, y será una guerra civil. Para este 1-O se consumará el golpe dado ya antes por la Generalitat y el Parlament: fracasará y sin que por ahora haya guerra civil, habrá una entrega de España. Luego, nuevo golpe -suponemos que Vd. sabrá de quién- para llegar al final.
Rajoy sólo habla de legalidad -no de sus votantes, muy españoles, y menos de España-, a defender incluso con el art. 155 ó la Ley de Seguridad Nacional. A día de hoy -22 de septiembre- la Justicia ha desmantelado la organización del referéndum ilegal y la Guardia Civil ha incautado millones de papeletas, resistiéndose la Generalitat a reconocer que aquel es imposible. Los Mossos d’Esquadra no protegen a los jueces y agentes del Estado, y la alcaldesa de Barcelona (Podemos) cede locales para consumar el golpe, mientras la Guardia Civil atribuye el delito de sedición a varios altos cargos detenidos… Los jefes de Podemos y Bildu (amiga de ETA) -ambos marxistas- apoyan el golpe de Estado como en 1934, el PNV pone la negociación con el PP al borde del colapso y pide el Estado confederal, el PSOE se apresura a taponar fugas en su seno, las tales presidente Barkos (Geroa Bai vs. PNV) y presidente Aznarez (Podemos) en Navarra apoyan a los que “incumplen la ley” y quiebran el “Estado de derecho”.
Este diálogo con los separatistas catalanes anticatalanes carece de cauce, finalidad y objeto. ¿Por qué? 1º) No hay diálogo si se cambia de sujeto, que no es la sufrida Cataluña sino la anti España, la antítesis marxista y el idealismo hegeliano de un burguesito y a veces de un muchacho tan ladrón… como los que hay 2º) Cuando nuestros golpistas pierden, utilizan el diálogo para ganar algo -hoy lo harían con goleada- aunque hayan vulnerado el Derecho, las leyes fundamentales, el Estatuto, y las resoluciones judiciales, aunque sean unilaterales, prescindan del resto de España, y estén manipulados por los grupos de presión, ideológicos y por cierta Secta que es todo menos democrática. 3º) En la política tradicional todo eso sería innecesario porque España es como un gran río con afluentes muy hermosos, una nación con una estructura política que debiera de ser Foral y no estatutaria. Lejos del centralismo de Madrid o de la capital autonómica -peor éste por más cercano-, el Fuero es Derecho, goza de derechos propios y es pre constitucional, a diferencia del Estatuto, que es Poder (férreo poder) y delegación de un Estado todopoderoso pero auto debilitado por una supuesta democracia secuestrada por la partitocracia: niños grandes elegidos a voleo y con un inmenso poder.
El 21 de septiembre los anti-ciudadanos separatistas se lanzaron a los juzgados y a la calle. La tensión, gravísima. ¿La causa última?: la descristianización, el Estado liberal, el entreguismo de los Gobiernos “de Madrid” a favor del nacionalismo periférico creyendo que iban a controlar su separatismo innato, el concepto de Estatuto (mucho poder por delegación), la partitocracia, la fuerte politización del clero católico, la labor de la Secta, y -¡ah!- el deseo de ocultar la corrupción…
Los separatistas han satisfecho su ego narcisista, pues de ellos y de su golpismo se habla en todo el mundo: en la UE, Trump, Putin… Claro que no hablan para bien de ellos. Pero cuando “el sueño de la razón produce monstruos”, es decir, cuando se da rienda suelta a la pasión desatada, por lo visto lo único que importa es que se hable de uno mismo. Hasta que esto desemboque en el guerracivilismo provocado de nuevo por los comunistas que utilizan a su antojo a los separatistas.
La “movida” vendrá después del 1º de octubre. Lo peor está por venir: el Gobierno español, preocupado sólo por la legalidad “democrática” (olvida España, la legitimidad, vive de rentas y engaña a sus votantes), negociará a favor de los secesionistas y España perderá. Es así porque la cúpula de UCD ayer y hoy del PP está -liberal impenitente- llena de complejos, deja la iniciativa política a separatistas y marxistas -siempre unidos-, tiene cautivo el voto de millones de españoles con la complicidad de la jerarquía eclesiástica en España, quiere ignorar qué es España, y permite y cultiva la anti España.
Restauren mejor los Fueros, ¡respeten y amen a Dios!, ahí el principio de subsidiariedad, que venga ¡la decencia! -incluso entre cierto clero separatista uno y entreguista el otro- y la urgente recristianización.
Si en 1978 fueron capaces de entregar a Dios, expulsándolo de la Constitución y las leyes, en aras del imposible apaciguamiento -ya hasta dónde ha caído nuestra querida España y los españoles-, ahora serán capaces de entregar a España como nación, Comunidad y pueblo. Mucho cuidadito.
Publicado gran parte de él en el quincenal “Siempre P’alante” nº 791 (1-X-2017), pág. 14