Necesitamos un Estado Confesional
El último artículo que he enviado, referente al aviso de las autoridades sanitarias sobre la conveniencia de usar preservativo, me ha llevado a otra reflexion que expongo a continuación.
La disminución de dichas enfermedades sólo se logrará a través de la disminución de la fornicación. A través de una mayor vida casta de los jóvenes. Y la castidad se logra con la educación adecuada. Convenciendo a los jóvenes de sus ventajas.
Pero a la hora de la verdad es necesaria la ayuda de la Gracia para que el joven se mantenga casto. Y ello se logra por medio de la práctica de la Religión.
La sola acción del poder civil es ineficaz. Es necesario que venga apoyada por una defensa de la virtud de la castidad. Es preciso que la Iglesia, por un lado y el Estado, por el suyo, actúen de acuerdo. Es necesario un estado confesional. El estado necesita de la cooperación de la Iglesia.
Ello no supone ningún privilegio para la Iglesia. Tampoco una ofensa a los no católicos. En un estado confesional católico, los no católicos tienen garantizada su libertad por los mismos preceptos de la Iglesia Católica.
Dejémonos de peroraras demagógicas y vayamos a la realidad. Este problema sanitario es uno más de los muchos que demuestran la conveniencia de un acuerdo del Estado con la Iglesia. Mejor dicho, de la necesidad.
De la confesionalidad del Estado, no se derivará ningún mal para nadie. Y sí muchos beneficios para todos.
Zortzigarrantzale.