La usura se come la soberanía de las naciones
Gracias a la genial gestión de nuestros gobernantes, España cuenta ahora, a 1 de septiembre del 2019 con una deuda pública del 97,1% de su PIB. El “malvado” régimen franquista, que no deja dormir a los herederos políticos y espirituales de quienes quisieron aniquilar la fe católica en este país, nos dejó con apenas un 7% de deuda. El gobierno de Suárez tuvo a bien triplicar esa tasa, dejándola en el 22%. Y lo que pasó después lo pueden ver ustedes en Wikipedia.
Gracias a la espectacular gestión de Macri, Argentina cuenta a día de hoy con una deuda pública que supera el 100% de su PIB. Hace 4 años era casi la mitad. Pero dada la constante devaluación de la moneda argentina, no es descartable que acaben este mes con un ratio deuda/PIB aún más desfavorable.
¿Por qué España no está al borde del colapso y Argentina sí? Por algo que el diccionario de la Real Academia de la Lengua define como “interés ilícito que se llevaba por el dinero o el género en el contrato de mutuo o préstamo”. O sea, la usura.
La cosa funciona tal que así (las cifras son inventadas) tanto a nivel particular como con dinero público:
Hola, somos los amos del mundo de las finanzas. Te prestamos 100 a un interés del 30. Cuando nos tienes que devolver, como solo puedes darnos 20, te los cobramos de los 30 y te advertimos que, como penalización legal por no pagar a tiempo, esos 30 son ya 40, de manera que nos debes 120. Somos “generosos” y te prestamos 120… al 40.
Al final nos quedamos con todo lo tuyo y nos debes muchísimo más que al principio. Y de paso te decimos: tú estabas de acuerdo con las condiciones. Afronta las consecuencias.
Bien, pues eso es lo que hacen los gobiernos con el dinero de todos. Aceptan las condiciones que pone eso que se llama el “mundo” de las finanzas. A saber, Soros y cía.
Obviamente el interés varía dependiendo de la calificación de riesgo de cada país. ¿Y quién pone esa calificación? Los mismos que prestan, por medio de agencias supuestamente independientes creadas al efecto.
En el caso de las naciones, ¿de dónde sale el dinero para pagar esa usura bestial? De la economía real. O sea, de nuestros impuestos y/o de la venta de activos del Estado.
Menos mal, loado sea el Altísimo, que llegado el caso, aparece el FMI y, a cambio de que asumas la politica económica que te dictan -en Europa eso lo hace la UE con los estados muy endeudados-, te presta un montón de dinero para que puedas pagar al menos los intereses de la deuda. O sea, para garantizar que los que se enriquecen con lo que te prestaron se enriquezcan de verdad.
Se enriquecen bestialmente a costa del empobrecimiento de nuestros pueblos y de la renuncia a la soberanía de nuestras patrias. Y el que osa ir contra ese sistema, es aplastado. Da igual lo rico que pueda ser un país (p.e. Argentina) en recursos naturales. Si se combinan políticas populistas necias y usura financiera mundial, su destino es la ruina.
Entregaron la soberanía de Dios al pueblo. El pueblo se la entrego a las élites políticas -servidoras del Gran Arquitecto- y éstas a las económicas, que adoran a Mammón, el Dios del dinero. Bien dice San Pablo que “el salario del pecado es muerte” (Rom 6,23). Solo regresando la soberanía a Dios se puede salir de esa espiral demoniaca.
Luis Fernando Pérez Bustamante
Un comentario en “La usura se come la soberanía de las naciones”
Juan Luis Sánchez Díez
Es cierto, lo hacen los países ricos con los pobres y los lobbys y el mercado con los países rico. Es una pirámide donde arriba sólo se haya Satanás y sus instrumentos de dominio, el mundo y la carne. El trono donde sienta sus reales posaderas son los siete pecados capitales.