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24 de junio de 2019 5

Engaños Liberales, Socialistas y Fascistas. La incompatibilidad filosófica y política.

 

¿Cómo funciona un estado? Esta es sin duda una de las cuestiones más importantes de aquellos interesados en política. Por desgracia, la mayoría no se preocupan por cómo funciona realmente, por el sistema, o por la base de dicha organización política; sólo por leyes concretas, teorías ideológicas o en todo caso contra parte del sistema. En este artículo quiero aclarar algunas terribles confusiones en la base “ideológica”, moral o filosófica, de muchas personas que me he encontrado a lo largo de los años, que se adscriben a un movimiento político o ideología, con elementos de base muy poco conocidos, uniéndose en bloque a algo con lo que realmente no estarían de acuerdo, si conocieran qué defienden realmente. Tampoco pretende ser un estudio exhaustivo de los complicados elementos a tratar, SÓLO cuestiones generales que causan gran confusión (así pues, nadie se ofenda demasiado, sobre todo los grandes  doctos en la materia).

Lo primero que ha de tener en cuenta cualquier lector, es que la “guerra terminológica” está totalmente perdida hace tiempo, que hay palabras, especialmente sustantivos, sea por la RAE, por Internet o por el uso popular, ya se ha determinado un significado concreto, bueno o malo según interese, englobando o excluyendo lo que quizá, sea lo más importante. Por ejemplo:

Liberal según la Rae, entre otras acepciones se dice de aquél que es “generoso o que obra con libertad” o “comprensivo, respetuoso y tolerante con las ideas y los modos de vida distintos de los propios, y con sus partidarios”, suena tan bien y tan bonito, que habría que ser muy mala persona para no querer ser liberal ¿no?… pero claro, también dice “perteneciente o relativo al liberalismo o a los liberales”. La realidad es que el liberalismo tiene una base, una concepción de la vida y del hombre muy concreta, que determina una construcción, tanto moral y filosófica, como política y económica. El liberalismo parte de una sencilla idea, el hombre es el centro de todo, no hay nada fuera del hombre, se le “libera” de todo lo ajeno a él, no hay normas morales puestas por un “dios” al que no se puede comprender sólo por la razón. Es el ser humano el que decide el bien y el mal, YO decido lo que quiero y lo que no, no me pueden imponer nada que YO no haya decidido; inevitablemente, se llega a un conflicto, entre la forma de vida, la filosofía y la moral, se elimina a Dios. El liberalismo es necesariamente, de forma política, republicano; filosóficamente, racionalista; moralmente, ateo. Se construye así la idea del “contrato social”, las constituciones, todos somos “libres e iguales” y empiezan despreciando cualquier autoridad, control, límite… la familia es una unión meramente circunstancial, el hombre es igual y la”jerarquía” familiar, anticuada y desfasada.

La idea es clara, el liberal se “libera” de todo lo que no esté en él mismo, nadie puede estar por encima de él, no hay moral que no haya decidido yo, la razón es la fuente de todo conocimiento, no existe una verdad revelada.

Recordad que “si el cristiano está en este mundo es para llegar al cielo,
amando a Dios sobre todas las cosas. Y por supuesto, Dios nos dice cómo: Cumpliendo
sus mandamientos, haciendo lo que Dios manda y despreciando y temiendo lo que Él
prohíbe.”

Por eso, y de formas muy reiteradas, la Iglesia Católica ha condenado al liberalismo, como totalmente incompatible con la fe católica. No se puede ser liberal y católico, es sencillamente incompatible.

En segundo lugar, aclaro a aquellos que no comprenden que el socialismo es Liberal. Aquellos que se llaman a sí mismos socialistas se llaman liberales, y por supuesto me explico: en palabras de Donoso Cortés, “el socialismo es la peor de las escuelas nacidas del liberalismo”. Por lo que respecta al liberalismo como movimiento histórico universal, el socialismo es el heredero legítimo, no sólo desde un punto de vista cronológico, sino desde el punto de vista sociológico.

Por algún motivo (que en realidad es bastante obvio), en la concepción moderna, la gente ve sólo dos enemigos: los llamados liberales, liberal/capitalistas, neo liberales… (que realmente son los “liberales clásicos”) y en oposición, el socialismo (que son unos “liberales modernos” o “postclásicos”). El socialismo, ciertamente, se opone a los “liberales clásicos” en materia económica y estatal, pues los “liberales” quieren la mínima intervención, liberarse de aquellos que están por encima, especialmente si ni siquiera YO los he elegido; y los socialistas creen en el intervencionismo estatal, sobretodo controlando la economía, trascienden al comprender que vivimos en sociedad, y tienen que regularse las relaciones entre las personas, especialmente las de carácter económico, pero, comparten la totalidad de la concepción “moral” o base filosófica, contraria a la doctrina y enseñanzas de la Iglesia, en la concepción del hombre como centro de la creación, como principio y medida de todas las cosas, la defensa del individuo como entidad aislada, la exaltación de la libertad hasta ponerla como centro y fin de la existencia humana (y no como el medio que es), la familia como mera construcción social o  resultado biológico accidental, cualquier lazo con otros es circunstancial (la familia se ordena de forma jerárquica y no igualitaria, de ahí el ataque liberal a la familia) y en todo caso, se unen las personas por la idéntica situación meramente económica en la que se pueden encontrar (sindicalismo de clase).

El liberalismo (el liberalismo clásico) se quedó con el nombre LIBERAL a secas, y el socialismo (liberales postclásicos), al trascender al liberalismo clásico, y oponerse a él sólo en lo político y económico, no se llaman a sí mismos liberales, incluso muchos dicen ser anti liberales, pues relacionan “liberal” al capitalismo y mínimo intervencionismo, y ellos al “oponerse” a algunas manifestaciones del capitalismo y creer en el intervencionismo estatal, se piensan “no liberales”, compartiendo totalmente la base moral liberal, con una concepción individualista del ser humano, republicana en lo político, y en definitiva, filosóficamente atea de los liberales. Por eso reafirmamos que el socialismo es Liberal. Carecen de unas bases propias, y desde luego, unas bases cristianas de todo lo demás.

-En tercer lugar (sé que demasiada gente no le gustará escuchar esto, pero quien dice verdades pierde amistades), el  Fascismo es socialista, y por ello también es Liberal, incompatible con la fe católica. Al igual que le ocurre al socialismo, el fascismo y derivados no surgen de la nada, son socialistas, cuando no directamente comunistas que trascendiendo el internacionalismo socialista, se hacen nacionalistas, y para ello traigo las palabras del propio Mussolini: “Durante toda mi vida fui socialista internacionalista. Cuando estalló la gran guerra vi que todos nuestros partidos que eran internacionalistas se convirtieron en socialistas nacionalistas. Eso me pasó a mí y eso es el fascismo.” Al igual que le ocurre al socialismo al uso con el liberalismo, que es su heredero legítimo, así lo es el fascismo, el hijo lógico del socialismo y marxismo, trascendiendo sus limitaciones en los planteamientos generales y siendo una adaptación mejor de las posiciones meramente sociales. Algo con lo que muchos se identifican, pues es cierto, el fascismo “funciona mejor”, o sencillamente es más práctico… en crear un estado que busca la riqueza y destruye el alma del hombre.

Hay dos filósofos que marcan el carácter fascista Italiano y Español, que son importantes por su base filosófica: George Sorel y Charles Maurras, cuento brevemente su filosofía y contribución.

George Sorel fue un filósofo francés de finales del XIX y principios del siglo XX, de joven fue monárquico y católico, pero apostató y se hizo “comunista ortodoxo”, pero pronto, viendo los errores de la filosofía  de  Marx escribió un libro llamado Descomposición del Marxismo, donde coge como base el ideario comunista de Marx y Hegel, criticando las partes con las que no estaba de acuerdo y rellenándolo con las suyas propias, donde llegó a afirmar que “Marx estaba más cerca del cristianismo primitivo que de la Revolución Francesa” (toda una joya), que marcaría profundamente en el surgimiento del fascismo. Tiene otras obras como Apóstol de la violencia, donde justifica la necesidad de acciones violentas concretas o incluso terroristas para alcanzar sus fines, el estilo cogido por los camisas negras y los camisas pardas, pues una revolución nacional era más complicada y difícil de controlar que acciones directas y concretas, el resultado en el siglo siguiente le daría la razón. Considerado el padre del sindicalismo revolucionario, sus pensamientos, poco o nada, son compatibles con una práctica católica, y no se juzga a las personas, sino las ideas que proclama.

Por su parte Charles Maurras, es mucho más “sutil” y es quizá el peor de los dos, pues gracias a él o, más bien, por su culpa, consiguió hacer del cristianismo un “aliado” y no un enemigo, a diferencia del anticlericalismo marxista, consiguiendo, no solo que muchos católicos se aliasen con sus posturas, sino que creyeran que pueden ser defendidas a la vez y en el mismo sentido, pero no. Charles Maurras fue un político y escritor, también francés de finales del XIX y principios del XX, pero no era comunista ni republicano, era católico a ratos (aunque gracias a Dios, retornó definitivamente al catolicismo en su última enfermedad), nacionalista antisemita, influyó directamente sobre Mussolini. La problemática de sus ideas eran ese “ultranacionalismo” al ser monárquico sólo por ser  lo históricamente francés, de la misma manera, consideraba que lo propio de Francia era ser “católico”, pero no aceptar las consecuencias de ser cristiano, llegó a afirmar que se podía ser “católico sin ser cristiano”  y ante lo incomprensible de la afirmación, la explico: sólo defendía la mera cultura católica, por ser lo “tradicionalmente” francés, pero se burlaba de los evangelios, no tenía fe, sólo cultura. Cristianamente es válido, creer o hacer lo propio, por amor, o por temor (como reza la oración), pues ambas implican fe, pero no se puede hacer una mera práctica por ser propiamente lo español o francés, haciendo una práctica vacía o puramente folclórica. Por supuesto, esto no es mi opinión, sino el de la Iglesia, que llevó al Papa Pío XI a colocar algunos de sus escritos en la lista de libros prohibidos por la Iglesia en 1927, es cierto que con posterioridad se retiraron, pero no dejaron, por ello, de ser incompatibles con la fe católica.

Por pensadores como él, consiguiendo por parte del fascismo Italiano y Español, una tolerancia meramente cultural del cristianismo, muchos piensan que es compatible ser cristiano y fascista… Olvidando que su mera defensa cultural cristiana no tapa su base humanista, racionalista, individualista, liberal y socialista de estas ideas políticas que entrarán en conflicto con una posición filosófica cristiana en política.

 

Un tradicionalista, no puede defender la base social en el individuo, ni en el hombre, no se puede ser antropocentrista, como hacen las tres posiciones tratadas. Un tradicionalista es teocentrista, su vida es para pasar este examen, que es la vida en la tierra, para entrar en el Reino de los Cielos, defendiendo en lo social a la familia, que es su base real, y la unión de las familias lo que crea la sociedad política, estructurándose de forma subsidiaria y solidaria, que es como históricamente alcanzó España la grandeza que muchos añoran con ingenierías sociales nuevas, sacadas por un grupo de hombres sentados en un despacho.

En la siguiente publicación explicaré cómo funciona de forma práctica la subsidiariedad del estado, desmontando mitos sindicalistas y revolucionarios. Y si algo de lo dicho, es contrario a la Ley de Dios, es debido a un error y no a un desacuerdo con su doctrina, que estaré encantado de rectificar si alguien me hace ver el lugar de mi error.

 

Dejo aquí algunas frases de Mussolini muy ilustrativas:

→Socialismo significa la elevación y purificación de la conciencia individual, y su implantación será el resultado de una larga serie de esfuerzos. Todos, en realidad, desde el profesional al obrero, pueden poner una piedra en este edificio, realizando un acto socialista todos los días y preparando así el derrocamiento de la sociedad existente.

→No estamos hablando de alzar un nuevo estandarte político, sino más bien de librar la vieja bandera socialista de aquellos que se han envuelto en sus pliegues.

→”El fascismo rechaza frontalmente las doctrinas del liberalismo, tanto en el campo político como económico.” (Y como decíamos sólo se oponen en lo político y económico, y no en lo moral y filosófico, pues su base es liberal)

*(“La conclusión de la Revolución Francesa” caricatura que muestra el anticlericalismo y la violencia sobre el mundo gracias a la revolución)

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5 comentarios en “Engaños Liberales, Socialistas y Fascistas. La incompatibilidad filosófica y política.

  1. Aven

    “(la familia se ordena de forma jerárquica y no igualitaria, de ahí el ataque liberal a la familia)”
    Genial observación, a la que añadiría:
    Decía Donoso Cortés que, para acabar con la propiedad, primero ha de destruirse la familia, pues esta transmite continuamente la idea nobiliaria (En su crítica a las teorías de Proudhon). Cortés, advirtió la hipocresía de los liberales respecto de la propiedad con las desamortizaciones llevadas a cabo en España. Y ya antes De Maistre afirmaba que el liberal es el mayor enemigo de la propiedad.
    Interesante opinión que poco se ha seguido. Gran artículo!

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  2. Manuel Morillo

    Ya llega otro a volver a dar gran lanzada al moro muerto
    Cuando el moro gozaba de buena salud, a el fueron los tradicionalistas, y gracias al moro de buena salud los tradicionalistas pudieron ser requetés

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