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22 de marzo de 2017 0 / / /

Nuestra empresa

Pintura: Augusto Ferrer-Dalmau

Hemos mantenido una polémica con un profesor de Historia que asegura defender la Monarquía Tradicional y a la vez es un devoto adorador de la Familia que encabeza la presente democracia que padecemos en España.

Por nuestra parte, nos esforzamos en hacerle ver lo inconsecuente de su postura. Le insistimos en que esa Familia ha sido instrumento de la Revolución para llegar al poder en España. En tres ocasiones. Él nos replica que pretender instaurar una Monarquía sin poder precisar la persona del Rey es darse de bruces contra un muro. Se refiere, naturalmente a la orfandad de monarca en que nos hallamos en la CTC.

En toda empresa humana, cuando se proyecta, se deben tener previstos todos los pasos. Los carlistas nos esforzamos por defender los valores tradicionales de la sociedad. Nuestro sistema político-social es completo. Los Fueros que defendemos aseguran una administración transparente, con fuerte participación popular y económica. Pero nos falta el Rey que, situado en la cumbre del poder, fomente la aplicación de los principios.

Vistas así las cosas, parece que estamos perdiendo el tiempo. Trabajando en vano. Pero vamos por partes:

La experiencia que tenemos de la democracia actual, y de las pasadas, es que en España es un fracaso. Y es que, ya en su concepción sobre el papel, la democracia está llena de contradicciones. El sistema que proponemos está avalado por la solidez de la doctrina en que se basa y por la práctica de varios siglos.

Defendemos una Verdad y tenemos que proclamarla. Eso para empezar. De momento no podemos hacer otra cosa. Pues eso poco que podemos hacer estamos obligados a hacerlo.

Según los cálculos humanos, estamos abocados al fracaso. Llegará el momento en que, como asegura nuestro antagonista, nos daremos contra un muro. Si nuestra empresa fuera meramente humana nuestro antagonista tendría razón. Pero nuestra empresa es más que humana.

En la lucha política que se desarrolla actualmente hay un componente sobrenatural. Al oponernos a la Revolución estamos haciendo frente a la obra de Satanás en la política. Porque es innegable que la actuación de los revolucionarios de todos los tiempos está inspirada por Satanás. Para convencernos no tenemos más que prestar atención a sus últimas conquistas. La Ideología de Género, que nos están imponiendo, atenta directamente a la obra del Creador. Cuando se produce una acción en pro de ese falso principio, podemos observar un apoyo a la misma que surge de los más diversos lugares de la Tierra; prueba de que hay un único inspirador. No puede ser más que el Diablo.

Si nos oponemos a la obra de Satanás, estamos defendiendo la obra de Dios. Y si defendemos la obra de Dios tenemos que someternos a Él. El ha previsto todo. Él ha forjado los planes que, para nosotros permanecen ocultos en sus detalles, aunque no en el fin. El Señor nos comunica lo que hemos de hacer en cada momento por vía del deber. Y a ese deber nos atenemos. ¿La victoria final? Es suya, vendrá cuando quiera y como quiera. A nosotros nos manda luchar; no vencer. Nuestra victoria será el premio eterno que nos tiene destinado si nos mantenemos fieles.

Dedicatoria:

Querido Domingo: mientras escribía el presente artículo, me ha llegado la noticia de tu fallecimiento. Ya has triunfado. La victoria te la ha dado el Señor no solamente por tus cientos de vigilias como Adorador Nocturno. También por tu dedicación a la Causa de su Reinado Social en España. Otros piensan que perdemos el tiempo, porque nuestro triunfo es imposible. Como muchos otros que nos precedieron en la misma lucha, tú ya has triunfado. Y tu triunfo es el que nos espera a los demás si, fieles a la Gracia de Dios, permanecemos en la senda del Deber.

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